Sólo un café
— Muchas gracias por su compra regrese pronto.— el señor me sonrie tomando su café.
Hace un mes que empecé a trabajar en esta cafetería, primero empece lavando trastes pero cuando la chava que atendía renunció, me tocó ahora atender a mi. Y pagan bien, así que no puedo pedir más.
— Hey.— mi compañera de trabajo toca mi hombro haciéndome dar la vuelta.
— ¿Que pasa?.
— Quería ver si podías ir a atender algunas mesas, mis pies me están matando.— miro sus zapatos y la compadezco.— No te preocupes yo me quedo aquí.
— Me debes una grande ehhh.— le digo riendo tomando unos menos y una libreta.
Visualizó a alguien que acaba de llegar y me hacerlo a él.
— Buenas tardes, aquí le dejó el menú y en un momento regreso.— el sólo asiente sin alzar la mirada, mientras yo voy a otras mesas.
Después de unos minutos me vuelvo a hacercar a él.
— Bueno creo que ya sabe que ordenar.— saco mi libreta junto a una pluma para poder apuntar.— ¿_____?.— alzó la vista y lo primero que veo son unos bellos ojos verde miel.
— ¿Disculpe?
— No te acuerdas de mí, soy Ashton Irwin de la segunda.— como olvidar su acento.
— Oh, claro, claro que me acuerdo.
— Acabo de regresar de Los Ángeles.— me da una sonrisa.— Crees que podamos platicar, puedo esperar a que se acabe tu turno, claro.
— De acuerdo, salgo en 20 minutos.— y un brillo en sus ojos los hacen ver más bellos.