The happiest day in Maddox's life

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Derek sabía que este era el día más feliz en la vida de Maddox.

Y lo sabía porque el hijo de su único hijo estaba naciendo. Si Derek lloró cuando nació Maddox, cuando lo hizo su nieto, lloró el doble. Su nieto se parecía a Stiles. Piel blanca, labios rosados y en forma de corazón, y la misma nariz. Heredó las cejas de Derek y de Maddox, y de Kat el cabello rojo.

Era una bolita envuelta en sabanas amarillas. Se derritieron de amor al verlo en su enterizo blanco. Derek pasó el brazo por los hombros de Stiles, acercándolo a su cuerpo, luego le dio un beso en la sien.

—Nuestro nieto es hermoso —dijo Stiles viendo al bebé con adoración.

—Stiles, es un bebé, todos los bebés son arrugados y un poco raros al nacer —rio Derek, respirando el olor de su esposo.

—Eso no es verdad, Maddox era muy bonito cuando nació —debatió el castaño. Derek rió antes de asentir en acuerdo.

—Sí, eso sí es verdad. Mi niño era el más guapo de todos esos bebés —dijo recordando cuando lo vio entre todos esos feos recién nacidos. Stiles puso los ojos blanco.

—Tú y tu hijo son tan creídos. Me encanta lo humildes que son —pronunció Stiles son sarcasmo. Derek se echó a reír.

—Venga, vamos a despedirnos de Maddox y de Kat, y del bebé, para ir a casa.

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—Derek, quiero otro bebé —dijo Stiles con la respiración agitada. Derek gimió al escuchar esa frase salir de los labios de su esposo.

—Nos tomó un año entero tener a Maddox —el lobo bajó los besos al pálido esternón. Lamió los pezones con delicadeza, arrancándole a su compañero uno que otro gemido.

—No importa. Quiero otro bebé —murmuró viendo el increíble cuerpo de Derek. El lobo rió roncamente al sentir su mirada, luego tomó las manos de su compañero y las dirigió a su pecho.

—No estamos muy jóvenes, que digamos. Puede pasarle algo al bebé, o puede no funcionar —dijo deteniéndose, porque hablar de tener otro bebé cuando tenían poco más de cuarenta año era una cosa seria. El factor biológico no era lo más preocupante, después de todo, los hombres podían tener hijos a cualquier fase de su adultez. Lo preocupante era todo lo que conllevaba volver a empezar de cero con un nuevo infante. Stiles pareció pensarlo un poco.

—Quiero intentarlo, quiero tener otro bebé contigo y criarlo tan bien como lo hicimos con Maddox —se miraron a los ojos.

—¿Estás completamente seguro de que quieres que hagamos esto?

—¿Tú lo estás?

—Lo estoy si tú lo estás —entonces Stiles sonrió emocionado, y las pequeñas arruguitas de su sonrisa aparecieron. Derek sólo pudo inclinarse y besar a su esposo, para luego hacerle el amor, con la esperanza de tener otro bebé corriendo por los pasillos de su casa, con la esperanza de ver a Maddox con un hermano.

Sería un poco difícil, pero confiaban plenamente en que lo lograrían.

El día que Derek Hale se convirtió en papá... [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora