「Entre Pañales | M I K A Y U U✧」

P r ó l o g o

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Disclaimer: Owari no Seraph|Seraph of the end ( 終わりのセラフ)
Creado por Takaya Kagami e Ilustrado por Yamato Yamamoto.

Parejas: Mikaela Hyakuya x Yūichirō Hyakuya.

N/A: Esto no es MPreg. Disculpen los errores.

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° Entre Pañales °

En una espaciosa sala con detalles minimalistas y sin ninguna mota de polvo que se de el descaro de descansar entre los objetos, se encontraban un par de chicos mejores amigos de toda la vida.

Uno de ellos estaba acostado sobre el sofá familiar reposando sus pies sobre el posa brazo de esté sin recibir regaño alguno por su posición. Al parecer se encontraba distraído navegando por las aplicaciones de su avanzado teléfono.

Esté joven es conocido como Mikaela Tepes. 16 años de edad. Apariencia extranjera delatando su color de ojos y tonalidad de cabello. Descuidado y algo brusco en ciertos aspectos.

Por otro lado tenemos a otro chico con una compostura mas decente que el anterior. Esté se encuentra sentado en el sofá individual jugando con sus dedos para al parecer calmar sus nervios y claro, no puede apartar la vista de su mejor amigo.

Yūichirō Ichinose. Igual 16 años, menor sólo por 5 meses. De su apariencia lo único que podemos resaltar es el color de sus orbes. El verde no suele ser un color común hoy en día y esté chico portaba unas especiales esmeraldas. Suele ser muy protector y sin dar más riendas siente cierta atracción por su amigo aquí presente.

Hoy es su primer día de trabajo y Yūichirō cada vez está más ansioso por la llegada de su primera clienta. En cambio, su compañero no muestra interés alguno en la puerta principal.

—Mika ¿Crees que esto fue buena idea?– Hablo Yuu rompiendo la tensión que el individualmente estaba creando.

—Yuu-chan, ya no hay vuelta atrás, además, nos pagaran bien y podremos comprar el videojuego que tanto queremos– Respondió el rubio sin despegar la vista de su teléfono.

—¿Y que tal si algo sale mal?– Su leve tono de voz podía reflejar el nerviosismo que ahora sentía.

Mikaela al percatarse de los leves espasmos que estaban haciéndose presente en su amigo, dejo el teléfono a un lado y lo observo por unos segundos para a continuación regalarle una sincera y sentimental sonrisa.

—Nada pasara, me tienes a mí.

—Eso es lo que me preocupa.

Al recibir el insulto por parte Yuu; Mika se levanto indignado y estuvo a punto de reclamarle si no fuera por el agudo sonido de una campana que retumbo por toda la habitación captando la atención de los jóvenes.

—¡Ya está aquí!

El menor se coloco de pie y se dirigió rápidamente hasta la entrada de la vivienda. Lleno sus pulmones de aire antes de tomar el pomo de la puerta con su mano haciéndolo girar y halando levemente esté.

En el umbral de la entrada se encontrada una dama que a pesar de ser joven su aspecto físico la delataba. Bajo sus ojos se podían apreciar unas oscuras manchas y su cabello a simple vista se le ve maltratado y descuidado.

—Usted debe se–

—No puedo estar mucho tiempo aquí, mi vuelo ya va a salir– interrumpió las palabras de Yuu mientras le entregaba un maletín de gran tamaño con estampado de osos– ¿Cuchillo te llamabas?

—No, mi nombre es–

—Bueno eso no importa ahora– Nuevamente interrumpió –No saben cuanto les agradezco que me hagan éste favor.

—Es nuestro trabajo, no hay nada que agradecer.

—Muchas gracias Mikaela.

Agradeció la muy apresurada mujer y le extendió lo que al parecer era un tipo de canasta. El mayor con curiosidad, la tomo en sus manos y dio un vistazo rápido a su interior. Sólo logro ver una capa de mantas y en medio de ellas un pequeño bulto que se mantenía estático.

—¿Así te los entregan? Es como una pizza– Soltó el mayor sin descaro alguno y recibió un leve codazo de parte de Yūichirō debido su peculiar comentario.

—En el maletín tienen lo necesario para estar con él por un mes.

—¡¿Un mes?!– al parecer esto sobresalto a Yūichirō –Señorita, el contrato sólo dice una seman–

—Ya debo irme, es demasiado tarde. Adiós pequeño– Se despidió de la inocente criatura que aun estaba envuelta entre las mantas y en cuestión de segundos la chica ya se encontraba fuera de la residencia.

—Bien, que comience el trabajo Yuu-chan.

El mencionado se giro encontrándose a su mejor amigo con la canasta entre sus brazos en el cual se pudo observar como el pequeño bulto comenzaba a removerse entre las mantas. Esa acción conmovió a Yuu y le obsequio una tierna sonrisa a su compañero mientras asentía con su cabeza.

Ese pequeño instante en el que sus miradas se cruzaron fue suficiente para llenar a ambos de la confianza mutua que desde que tuvieron la idea de conseguir un empleo, necesitaban.

El momento fue interrumpido por un leve sollozo que se hizo presente en la habitación. El reto a comenzado para estos jóvenes inexpertos.