「Entre Pañales | M I K A Y U U✧」

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Disclaimer: Owari no Seraph|Seraph of the end ( 終わりのセラフ)
Creado por Takaya Kagami e Ilustrado por Yamato Yamamoto.

Parejas: Mikaela Hyakuya x Yūichirō Hyakuya.

N/A: Disculpen los errores.

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° Entre Pañales °

La decisión está hecha.

Luego de múltiples semanas siendo consolado por su figura materna a causa de su primera pelea como novio de Mikaela, Yūichirō se decidió a levantar el trasero del sofá e ir devuelta a casa del rubio.

Su mente estaba siendo cegada por una nebulosa de diversos hechos y palabras que podrían surgir cuando esté frente al blondo nuevamente.

¿Y si no acepta sus disculpas y lo echa de su casa?

¿Habrá conseguido un nuevo compañero de trabajo?

¿Michirō sigue vivo?

—Maldición... –masculló para sí mismo al estar a tan sólo una cuadra de la vivienda donde vive su novio.

Sacudió sus manos en señal de nerviosismo, sólo esperaba que Mikaela no le rechazara, como él mismo hizo.

Una vez frente a su segundo hogar soltó un pesado suspiro, dejando ir las inseguridades. Iba a tocar el timbre, pero un fuerte golpe le hizo dejar esa opción de lado y abrir directamente la puerta.

Enseguida fue invadido por una ola de confusión, enojo y celos.

—Demonios... –escupió el joven de cabellera purpura mientras recogía varios pedazos de un plato roto mientras que cargaba a un pequeño bebé dormido, aun sin percatarse de la presencia de Yuu.

Éste ultimo casi se echa a llorar por creer que alguien como Lacus haya sido su reemplazo.

Pero madre que se respecta no se da por vencida.

Entro a la vivienda, dirigiéndose hacia Lacus el cual se sobresalto por su llegada.

—Oh, hola Yuu~ recién estab–

—Vete –le interrumpió, arrebatándole a Michirō.

—¿Eh? ¿por qué?

Welt no entendía aquella actitud tan repentina, sabía que la relación entre Yūichirō y él no era fue táctil, pero por lo que le ha contado su amigo rubio, no es un chico agresivo.

—Porque no tienes nada que hacer aquí en primer lugar.

—Pero Mika me pidió ayuda.

Aquello ultimo casi derrumba a Yuu ¿en serio Mika lo reemplazo?

—Lacus, no puedo encontrar mi... –calló sus palabras al ver la escena frente a la entrada de su casa.

Michirō aun dormía, pero su pequeño rostro perfilaba varias expresiones de desagrado por los rápidos latidos que podía escuchar. Eso no le gustaba en nada.

—Mika~ –dijo alargando la ultima vocal– Yuu me está echando.

El mencionado volvió a dedicarle una mirada de reproche, manteniendo cada una de sus palabras, no lo quería ahí.

—Ve a casa Lacus, no es el momento.

—¿Y mi paga?

Mikaela frunció el ceño y dio unos pasos amenazantes hacia él, Lacus soltó los pedazos de porcelana por el miedo y abrió la puerta para salir del lugar.

—Yuu-chan –llamó a lo cual el mencionado volvió a fijar su vista en él.

—¿En serio llamaste a Lacus Welt?

—No fue mi primera opción.

—¿Opción? ¿así que buscaste a más personas?

El bebé azabache se estaba comenzando a sentir más incomodo por la espesa aura que se estaba formando. Como método para tranquilizarse y continuar su sueño llevó sus manitas a su boca para morderlas.

—Yuu-chan ¿sólo viniste para seguir peleando conmigo?

Aquello recitado fue como un golpe hacia Yūichirō que lo hizo retomar todos sus sentidos, nuevamente el enojo lo había cegado y habló por él.

Relajó sus expresiones y bajo su rostro en señal de vergüenza.

—No... Yo... Lo siento Mika, no vine por eso, seguir peleando es lo menos que quiero. Quiero pedir disculpas por haber actuado de aquella forma tan infantil y haberte dejado solo.

Mika permaneció estático en su lugar, no se esperaba que el orgullo se Yūichirō se quebrará sólo por el.

Joder ¿acaso se le puede amar más?

—Vaya, creí que tendría que ir a contratar una banda de mariachis para ir a pedirte disculpas a la puerta de tu casa.

Ante esto, Yuu rió.

—No lo arruines Mika.

Mikaela no pudo evitar sonreír de igual forma por tener devuelta aquel ambiente que sólo su novio y mejor amigo puede crear.

No espero más y se acercó hasta él para rodearlo con sus brazos, teniendo cuidado con el bebé que dormitaba.

No es la primera vez que presentan un caso como éste, pero aunque sea repetitivo sus opiniones nunca van a cambiar, y es que para ambos el cálido encuentro luego de una disculpa es el mejor medicamento para aliviar el dolor de su separación.

Quizá se deba al hecho de que su lazo de unión que fortalecieron con los años sea el causante de que ambos adolescentes no soporten estar distanciados.

Yūichirō no lo sabía con certeza, tampoco buscaba respuestas ante aquella cuestionante, no las necesitaba cuando sabía que su hogar se encontraba en brazos de Mikaela.

La manera en la que éste busca transmitirle sus sentimientos mediante un poco de contacto, la forma en la que susurra "te extrañe" en su oído. Cada sutil e imperceptible acción son las que le demuestra a Yuu que Mika es la única persona en el universo que siempre recibirá su perdón.

Y más agradecido no podría estar.

—Mika –llamó.

—¿Qué sucede, Yuu-chan?

—Nunca más vuelvas a pedirle a Lacus que venga a cuidar a mi Michirō.

Sí, definitivamente Mikaela necesita a Yuu en su casa para que ésta sea su hogar.