c i n c o

6.4K 598 134
                                    



Estuvimos jugando un par de rondas y para mi desgracia en esas tres partidas Josh había gando haciendo que me quitara mi camiseta, mis zapatos y en la última fue mi pantalón. Tragué saliva cuando hice aquello porque él me miraba tan lascivamente y no dejaba de sonreír.
No eran ideas mías, le gustaba el puñetero castigo que me hacía. Logró ponerme incluso cachondo por un poco el hecho de que Josh estando ebrio quizás podía verme de otra manera.

Fue consciente en la hora de darme a beber los shots ya que me dio dos. Llevaba cuatro y aún así me sentía algo mareado.
Volvimos a jugar y nuevamente comencé a formular alguna otra estrategia que fuera mejor para que Josh no ganara.

Mientras lo hacía creí sentir la mirada de Josh y cuando volteé a verlo volvía a tener la botella en sus labios. Solté un fuerte suspiro y sacudí la cabeza.

Me.. me rindo. Ya sabemos los dos que yo voy a perder.— repliqué con algo de fastidio viendo cómo la sonrisa de él se ensanchaba y dejaba en el suelo la botella de Tequila.

—¿Y eso significa que no quieres jugar porque sabes que te voy a desnudar?— preguntó haciendo que mis mejillas comenzaran a prenderse de un color rojizo y mis manos comenzaran a sudar un poco.

Aquello me cayó como un hielo en la espalda y fue tanto el impacto de sus palabras que incluso ya no me sentía tan "ebrio".
Estaba cruzando la línea. Es decir, me estaba coqueteando.
Se acercó gateando hacia donde estaba y comenzó a trazar líneas imaginarias en mi torso, mi pulso se aceleró ligeramente y por inercia cerré mis ojos ante el contacto.
Me hice un poco hacia atrás y sin darme cuenta la torre de Jengas cayó.
Tremenda mierda había hecho, abrí los ojos.

Eso significa que he ganado yo.— murmuró. Un paso más, se acercaba tan lento y conforme lo hacía mis ansias aumentaban. Tan cerca y podía probar sus labios.
No me atreví a hacerlo pero él hizo un movimiento con el cuál en su impulso por acercarse a mí me empujó al suelo en donde yacían los bloques.

Hice una mueca ya que fue tanta la fuerza que puso que aquello me había dolido un poco.
Su rostro ahora estaba muy cerca y su aliento pegaba en mis labios. No quería aprovecharme de eso pero era muy tentador el estar de esa manera con él.

—Vamos, Ty.. sé que quieres esto. Y aparte yo gané, ahora debes quitarte la última prenda  como castigo.

jenga; joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora