Eren al rescate (parte 1)

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Abrí mis ojos a la luz del día, estiré mi brazo para alcanzar mi celular. Era domingo, por lo que no puse la alarma. Desbloqueé la pantalla y vi un mensaje

[Desconocido: ¿Como amaneciste ________?]

—¿Quien será?— pensé

Me bañé, cambié y luego bajé a desayunar, mis padres no estaban, por lo que me serví yogurt y cereales en un cuenco.

Pero aún tenía hambre.

Abrí los gabinetes de la cocina y encontré las galletas de avena de Levi.

—No creo que se dé cuenta— dije y reí maliciosamente mientras sacaba y comía las preciadas galletas de mi hermano.

Acompañé a las galletas con un vaso de leche chocolatada, estaba comiendo, cuando la puerta se abrió de golpe

— ¡¿Por qué devoras mis galletas favoritas, mocosa?!—dijo Levi con una escoba en la mano

— ¡LEVI, NO APAREZCAS ASÍ!—chillé y le tiré una galleta a la cara

— ¡Todavía que robas mis galletas, ahora me agredes!— vociferó Levi

— Tu tienes una escoba en la mano, ¡me asustaste!

— Estaba limpiando la sala, tuve sed y vine por un vaso de agua, mocosa ladrona de galletas—exclamó Levi, amenazándome con la escoba

— Aléjate, enano gruñón— dije mientras retrocedía; pero de casualidad derramé mi vaso de leche chocolatada, ensuciando el piso recién encerado—Oh no—pensé

—¡De esta no sales viva, _____ —gritó colérico

Empecé a correr por mi vida, salí por la puerta trasera hacia el jardín en un intento de adelantar al enano, que se acercaba cada vez más.

—¡No quiero morir aún! ¡Tengo una vida por delante!— grité mientras corría por el inmenso jardín

—¡Aprenderás a no comer galletas ajenas y a no ensuciar el piso que limpié!— vociferó Levi con la escoba en mano

Seguí corriendo, pero no sabía hacia dónde ir.
Mi celular sonó, pero lo ignoré. Debo huir.
Tal vez solo debería pedirle disculpas a Levi, pero me obligaría a limpiar toda la mansión Ackerman, por lo que prefiero correr.

Me escondí en unos arbustos, guardé silencio para que el enano no me encontrara. Escuché su típico chasqueo de lengua y luego unos pasos alejándose.
—Creo que lo he conseguido— susurré
Salí de mi escondite, ya todo había pasado.
—Debo disculparme con Levi o no podré entrar de nuevo a la casa.

Desbloqueé mi celular y busqué "cómo pedir disculpas a alguien sin morir en el interno" Salieron varios resultados, pero uno me dio una idea: [Regálale algo que le guste y pídele disculpas]

Ya tenía un plan, le compraría un nuevo producto de limpieza y me disculparía, todo arreglado.
Salí a la calle y me dirigí a un minimarket cercano.

El sol de la mañana alumbraba con todo su esplendor, era un bello día, contemplaba los jardines de las casas y saludaba a las personas que conocía, hasta que al fin llegué al minimarket.

Ámame (Eren x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora