Ámame (Eren x lectora)

Te conozco

Después de almorzar, me bañé y cambié, pero no sabía qué ponerme.

—¿A quién me presentará Eren? —dije para mis adentros

Me puse una blusa, creo que estaba bien, ni tan elegante ni tan informal.

Faltaban pocos minutos para que mi prometido llegara.

Bajé a la sala y vi a Levi tomando un té.

—¿A dónde iras ______? —preguntó mi hermano algo serio

—A pasear con Eren —respondí nerviosa

—Está bien, pero no vuelvas tarde, recuerda que tenemos una cena familiar hoy.

—Si lo recuerdo, hoy es una fecha especial. ¿Sabes a qué hora llegarán  papá y mamá?

—Regresaran del trabajo en dos horas —agregó después de tomar un sorbo de su té

—Okey, volveré a tiempo

—________

—¿Si?

—Por favor sé prudente. Si el mocoso quiere escalar cercos eléctricos no lo sigas.

—...

○○○○○○○○○○○○

Unos segundos después sonó el timbre. Eren había llegado.

—¿Lista ________?

Asentí y subimos al taxi que estaba esperando.

—Por cierto cielo, estás muy linda hoy —dijo el ojiverde

—Gracias —respondí algo avergonzada

—Igual que ese día —susurró Eren, tan bajo que casi no se escuchó.

El recorrido fue tranquilo, hablamos de las olimpiadas, reímos al recordar anécdotas pasadas, Eren empezó a tararear, hasta que llegamos al lugar.

Era el cementerio.

Eren me tomó de la mano y me dio una sonrisa tranquilizadora.

Compré flores antes de entrar.

Pasamos la puerta, caminamos por el sendero de piedras, que estaba cubierto por algunas hojas caídas de los árboles.

Veía a mi alrededor y notaba muchas flores y regalos puestos en las tumbas.

Nos detuvimos en una, cuya lápida decía: "En memoria de Carla Jaeger".

Volteé a ver a Eren.

Él tenía una sonrisa y mirada melancólica.

Apreté su mano, haciéndole saber que no estaba solo.

—_______, quiero que conozcas a mi madre.

Me acerqué lentamente y puse el ramo de flores.

Sabía que su madre había fallecido, cuando me informaron sobre el matrimonio concertado me lo dijeron. Pero nunca había hablado con Eren sobre su madre, hasta ahora.

—¿Y cómo era ella? —pregunté

—Era una madre muy amorosa, pero no le gustaba que sea tan impulsivo —dijo el ojiverde rascándose la cabeza— Además, ella creía que todos somos especiales por el hecho de estar vivos

—Que bella forma de pensar

Eren sonrió.

—Mamá, me hubiera encantado que conozcas a ________, es una chica sin igual, muy hermosa y muy valiosa para mí.