EXTRA: Escena eliminada del capítulo 10.

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Eli tenía a Nozomi acorralada contra la puerta mientras la besaba intensamente. Se encontraban en casa de la astrónoma, habían ido en busca de los pizarrones olvidados para continuar jugando y no estaban seguras de cuánto más se prolongaría la fiesta, ni tampoco si terminarían demasiado alcoholizadas como para ir al departamento de la coreógrafa al final. Así que la rubia decidió aprovechar ese pequeño momento de privacidad con su querida astrónoma. Nozomi acariciaba delicadamente la tersa espalda de Eli con sus manos, mientras ésta la sostenía con firmeza por la cintura. "Solo algunos besos" fue la petición que le susurró la rusa en tono travieso antes de morder con suavidad su lóbulo, y a la cual Nozomi no pudo resistir. Aunque era consciente que debían regresar pronto pues las esperaban para continuar. La astrónoma mordió los labios de Eli para poder profundizar el beso y ella en respuesta pegó aún más su cuerpo al de la pelimorada.

Había transcurrido bastante desde la primera vez que intimaron, se tomaron su tiempo para llegar a ello y a la vez no. Desde la exposición de Nico tuvieron muchas citas, se veían casi a diario y cuando no les era posible por alguna circunstancia, conversaban largamente por teléfono al menos dos veces al día. Por eso sentían como si hubiesen tardado demasiado en dar ese paso. Dos semanas completas de comunicación continua culminaron en un apasionado fin de semana, que repetían en cada oportunidad que se les presentaba, sobre todo cuando el horario de Eli –que era el más variable– se los permitía.

–Debemos darnos prisa Elichi. –dijo Nozomi separándose de su "casi" novia.

–Pero te saltaste prácticamente todos los señalamientos de tránsito, tenemos tiempo.

La astrónoma rió al recordar las suplicas de Eli para que redujera la velocidad– Lo sé, pero sinceramente creo que ya quemamos todo el tiempo que gané, y un poco más.

–¿Tan rápido?

–Veo que Elichi no es tan consciente del tiempo, y de algo más.

Entonces la rubia se dio cuenta que en algún momento habían terminado en la cama de Nozomi con la ropa y el cabello bastante desordenados. Sabía que por lo menos Nico y Kotori se darían cuenta de ello y especularían sobre lo sucedido. Que aprovecharon el viaje cuyo objetivo se desvió... ligeramente.

–Lo siento, me deje llevar un poco. –dijo Eli poniéndose de pie y ofreciéndole su mano a la astrónoma para ayudarla.

–Solo lo normal. –el tono de voz de Nozomi era juguetón y con ello logró que su pareja se sonrojara.

–M-me dijiste que la próxima semana tendrás una reunión con tus compañeros y luego te irás casi 5 días a un congreso. No podremos vernos mucho asi que...

Nozomi la interrumpió con un beso– Entiendo y no te preocupes Elichi, no me molesta que quieras algunos mimos pero, nos están esperando. Aunque es probable que me sienta un poco mal durante la fiesta y debas llevarme temprano a tu departamento para descansar.

–Me agrada la idea. –respondió la coreógrafa rápidamente con una sonrisa.

–Entonces vamos.

Cada una llevó un pizarrón y los guardaron en la parte trasera del coche de Nozomi. El camino de vuelta fue más tranquilo y lento que el anterior, les dio tiempo para platicar de varias cosas pues aún seguían conociéndose –y después de todo, nunca terminas de hacerlo–. Disfrutaban mucho de su compañía mutua y procuraban no hablar de la posibilidad de que Eli tuviese que dejar el país o también sobre formalizar su relación. Consideraban que mantenerse como hasta ahora sería lo mejor, aunque en el fondo sabían que probablemente ambas terminarían lastimadas. Cuando ya estaban próximas al edificio de Nico se toparon con una gran concurrencia y al acercarse más vieron a policías, bomberos y una ambulancia. La astrónoma se percató que el coche de Maki había sido reducido a chatarra cubierta por cenizas, y luego vio a Nico asomándose en la parte trasera de la ambulancia con un semblante de preocupación. Salió de su vehículo y corrió hacia ella dejando a Eli con la responsabilidad de buscar un lugar para aparcarlo.

–¿Nicochi estás bien? –preguntó Nozomi al llegar junto a su amiga.

–Sí, pero Maki-chan....

–Estoy bien –interrumpió la gruñona doctora– solo están desinfectando mis heridas, pero no es nada serio, fue superficial.

–Menos mal... –suspiró aliviada la astrónoma.

–¿Qué ocurrió? –preguntó Eli agitada al llegar con ellas.

–Mi automóvil explotó. –respondió Maki.

–¿No seguían en la fiesta? –cuestionó la rubia– ¿Estaban aquí cuando sucedió, verdad?

–Maki-chan se ofreció a ir por mas cervezas –respondió Nico– Al principio pensé en dejarla ir sola, pero luego creí que sería mejor acompañarla así que la alcancé y me alegro de haberlo hecho, ya que salió del coche para ir a donde yo me encontraba y entonces... el auto explotó.

–¿Lo encendiste y luego explotó? –Nozomi recordó que le pareció ver a alguien en el interior del vehículo de la doctora horas antes, quizá no había sido su imaginación como pensó en ese momento. Ahora sentía algo de responsabilidad por lo ocurrido, si ella se lo hubiese contado a Maki tal vez habrían dado con el explosivo. Observó el lugar del siniestro, y pensó en que eso pudo haber sucedido en cualquier momento, su auto estuvo a nada de sufrir el mismo destino o peor, pudo detonar cuando ella y Eli subieron a su coche–. Definitivamente no puedes escapar de tu destino. –susurró Nozomi mientras pensaba que al volver a su casa buscaría su viejo mazo de cartas de tarot, era hora de volver a una vieja costumbre. De momento sentía que debía contarles lo que vió. Y esa información le hizo ganarse un domingo en la comisaria con Nico y Maki, donde los agentes les hicieron todas las preguntas que creyeron necesarias para poder realizar su investigación.

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