Día de lago

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Desperté con con la llegada de un mensaje en mi celular, era Agus.

Buenos días princesa, estoy ansioso por verte hoy.

Al leer esas pocas palabras, mi corazón se acelera y una sonrisa en mi rostro aparece de la nada. Pero luego había un mensaje de Peni diciendo que no iba a poder ir al lago, debido a dolores y náuseas que tenía.

Sin pensarlo dos veces, la llamé a su celular.
-Peni, ¿necesitas que valla a verte?- Le dije con un tono de voz preocupado.
-Me siento muy dolida Bel, me gustaría verte un rato- Me dijo Peni con un tono de voz decaído.
-Ok, enseguida voy- Le afirme.

Me vestí, avisé a mis padres y a Agus y fui hasta su casa.
Al llegar allí, entré y estaba Peni sóla, recostada en el sofá.
-Hola Bel, Janet no se queda quieta, me está lastimando- Me dijo con una vos quebrada y una mirada débil.

No sabía muy bien que hacer, pero me asomé y coloqué mi mano en la panza de Peni, dando pequeñas caricias.
-¿Te sientes mejor?- Pregunté.
-No se como lo hiciste, pero al fin se a quedado quieta- Me dijo con un tono más relajado.

Sentía que Janet y yo teníamos algo especial.
-Hable con Agustín ayer, sobre ti- Me confesó Peni.
-¿De que hablaron?-Pregunté.
-Me confesó que siente algo por tí, y que piensa llegar a algo serio contigo. Aunque hay algo sobre él que no me convence- Me contó.

Al oír eso, sólo pensaba en ir con él al lago.
-Peni, ya debo irme, mañana después de la escuela vendré a visitarte- Me despedí, le di un beso a Yanet y me fuí.

Llamé a Agus para decirle que a las 16:00hs nos encontremos en el lago.

Volví lo más rápido posible a mi casa, estuve como media hora viendo que ponerme, y arreglándome lo más que pude.
Cuando ya estaba lista, salí.

Cuando llego al lago, me siento en la arena para esperarlo. Cuando por fin llega, lo veo vestido muy elegante y con una rosa en la mano.
-Hola hermosa. Ten, es para tí- Me saludo con un beso y me entregó la rosa.
-Hola mi vida- Le contesté dándole un abrazo.

Ese día fue muy especial para mí, creo que nunca podría olvidarlo.

Nos quedamos un buen rato hablando y riendo, cuando de repente me dice:
-Bel tengo que decirte algo- Me dijo con una voz rara pero linda a la vez.
-Ok, te escucho- Le afirme.
-Lo estube pensando mucho y creo que es raro, pero de tí me eh enamorado. Por eso quiero preguntarte ¿Te gustaría ser mi novia?- Me dijo muy seguro de si mismo y con mucha ternura
-¡Eres tan tierno! Claro que sí, con mucho gusto seré tu novia- Dije muy exaltada y casi sin poder creerlo.

Nos quedamos varias horas en esa playa siendo lo más cariñosos que pudimos.
Había algo en él que simplemente amaba, con él me sentía tan segura y felíz.
No quería pasar un segundo si no era a su lado. Pero en algún momento debía volver a casa.

Nos despedimos y cada uno fue a su respectiva casa.

Chica rara suicida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora