Desperté y lo único que pensaba era en que no quería ir a la escuela, pensé en hacerme la enferma pero mi padre faltó a su trabajo y no quería soportarlo. Por esa razón me arme de valor y fuí a mi segundo día de clases.
Al entrar a la escuela salude a Gladis y a Cecilia. Cecilia es mi profesora de lengua y literatura que me defendió y dejó sin recreo a mis compañeros.
Pensé en contarles lo que me había pasado ayer a la salida de la escuela, pero preferí ocultarlo, quedarme callada y entrar a clases.
Entré al salón y me senté adelante al lado de la ventana obvio que estaba sentada sola, pero no me molestaba ya que me distraía viendo por la ventana.
A los pocos minutos entra mi preseptora acompañada de una chica muy tímida y temerosa.
Me ofrecí de inmediato para que se sentara junto a mí y ella accedió, lo cual me puso muy feliz.
Me atreví a hablarle, le dije mi nombre y le pregunté el suyo
-Me llamo Penelope- Me dijo con una voz cortada y temblorosa, como si tuviera un nudo en la garganta.
Temía que se pusiera a llorar en cualquier momento.
Estuvimos juntas siempre y de a poco ella se animó a hablarme cada vez más. Me sentí muy contenta al ver que Penelope no me rechazaba y no me miraba como si yo fuera alguien diferente.
Penelope me contó que vivía con su papá y su perro Firpo a quien ella adoraba. Su mamá estaba viviendo en Bs.As con su hermana mayor. Ella decidió irse a vivir con su papá porque en Bs.As no se sentía bien y todos la dejaban a un lado, algo muy similar a lo mío.
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Chica rara suicida
Novela JuvenilMaribel es una chica muy positiva y alegre, ella toma los problemas de una manera muy especial y los supera, a pesar de su pésimo pasado. Pero eso va cambiando a medida que se suman sus problemas y no encuentra soluciones. Pero ella es una chica muy...
