Al llegar a casa me saqué la campera y de inmediato la puse para lavar.
Entre al baño, me lave la cara y sólo sonreí como si nada hubiera pasado.
Al entrar al cuarto de mi madre ella me sonrió y me pregunto como me había ido. Obvio le dije que muy bien, y que había hecho muchas amigas y amigos. Lo dije con un nudo en la garganta y fui a encerrarme a mi cuarto diciendo que mañana todo estaría mejor.
Mi madre me llama para cenar pero no tenía hambre, lo único que quería hacer era estar sola y leyendo mi libro, pues la lectura era algo que me despejaba y me hacía olvidar todo lo malo que pasaba en algunos días.
Fuí a cenar, estaba en la mesa y llega mi padre bastante borracho a insultarme a mi y a mí madre apenas nos vió.
Mis ojos se llenaron de lágrimas y fuí a mi cuarto. Quería estar sola pero al mismo tiempo nesecitaba un abrazo muy fuerte.
Me acosté y sólo pensaba en el mal día que tuve y rogaba para que el día siguiente me fuera mejor.
Tenía la mano derecha tapando mi boca para que no se escuchara mi llanto. Y la mano izquierda haciendo presión contra mi pecho para controlar el dolor y la ira que sentía.
Estuve así hasta que por fin me quedé dormida.
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Chica rara suicida
Novela JuvenilMaribel es una chica muy positiva y alegre, ella toma los problemas de una manera muy especial y los supera, a pesar de su pésimo pasado. Pero eso va cambiando a medida que se suman sus problemas y no encuentra soluciones. Pero ella es una chica muy...
