Mire sus ojos y no podía descifrar la razón por la cual me seguía, se veía apenado pero también como si tuviera algo que decirme. Llevaba puesto unos vaqueros, una camisa roja y un suéter negro; su ropa estaba mojada por la lluvia igual que su cabello, a comparación de mi él se veía tierno bajo la lluvia, mientras yo parecía perro mojado.
- Perdón por molestar, esa no a sido mi intención- dijo con voz amable.
- No me has molestado, es solo que no esperaba que fueras tu.
Se acerco unos cuantos pasos y mi vista solo me permitía verlo a él, la lluvia regresaba aun mas fuerte que antes y no dejaba ver a nuestro alrededor.
- ¿Qué te parece si mejor vamos a un lugar con techo?- dijo entre risas y note que estaba totalmente empapada de pies a cabeza, podría jurar que había agua dentro de mis calcetines y que mi celular sufriría las consecuencias de estar bajo la lluvia.
Sinceramente no me molestaría seguir parados un rato mas, no mientras lo tuviera a él para distraerme.
- Mi casa no esta lejos de aquí, pero tendremos que correr para no mojarnos mas- ambos reimos mientras apunte hacia mi casa - mira es esa, vamos.
- Anda apúrate, no quiero que te enfermes.
Ambos empezamos a correr como si fuéramos dos niños jugando en la lluvia y no pude evitar ver como corría, se veía divertido, su cara se veía alegre y eso me hacia sentir bien.
Al llegar a la puerta de mi casa saque unas llaves que escondía debajo de una maceta y mientras abrí la puerta gire a verlo haciendo un gesto y acercando mi dedo indice hacia mi boca advirtiendo que mantuviera el secreto de donde escondía mi llave. El estallo una risa y me miro burlón haciendo el mismo gesto que yo.
- Ahora que se como entrar vendré mas seguido.- me guiño el ojo y se sentó en el sofá de mi sala.
Me senté a su lado y me sentí aliviada de no estar sola, no aguantaría si estuviera sola y tuviera una visita del imbécil de Adam. Me levante del sofá y me dirigí a mi habitación en busca de unas toallas.
- Ten para que te seques- le tendí la toalla y la tomo para secarse el pelo, aun no podía creer que esa hermosa criatura estuviera en mi casa... y solo conmigo.
- Gracias, deberías ponerte ropa seca o te resfriarás.
- Buena idea, pero no pienso dejar que te enfermes solo.- le dije con una sonrisa
- No soy yo por el que deberías preocuparte, ¿vives sola?
- No, mi madre trabaja y regresa hasta mas tarde.
- Oh entiendo y por cierto, que sucedió hace rato en el restaurante?
Mire hacia abajo, no sabia que responderle, no quería recordar lo que paso.
- Me refiero a.. ¿ quién es el cretino ese? - Me miraba preocupado y aun mi cerebro no procesaba lo que había ocurrido hace tiempo, tenia ganas de llorar sobre su hombro y contarle que el "cretino ese" fue quien me rompió el corazón. Pero no, no lo haría, no era ese tipo de chica, no iba llorar por alguien como el, eso solo le aumentaría el ego.
Pareciese como si el imbécil viviera para hacer sufrir, y yo no le daría el gusto de sufrir por el.
- Alguien a quien solía apreciar y ahora desconozco. Preferiría no hablar de eso, quisiera solo olvidarlo por ahora ¿si?
- Por mi esta perfecto. No me importaría que lo olvidaras, después de todo mereces alguien mejor- me sonrió y me sentí realmente aliviada.
