Blood Of Roses

Capitulo 4 - Mi ángel

  -Si lo fuéramos seria problema- respondió Jack a la defensiva.
- No- susurré.
-¿Que?- dijo Alec- ¿que dijiste Ivie?
- ¡Ella no dijo nada mejor vete antes de que te rompa la cara de niño bonito que tienes!- me paso detrás de el y yo no hice nada, fue cuando reaccione y decidí no volver a ocultar me o bueno tal vez por un tiempo.
- Deja que hable Ivie, ¡tu no eres nadie para decirle lo que tiene que hacer!- espeto Alec.
- ¡No es mi novio!- grite y los tres se me quedaron viendo
- Mejor cállense los dos, ustedes son los menos indicados para tratarla así, váyanse porque ninguno de lo dos la conoce bien así que fuera y arreglen sus estúpidos problemas afuera donde no monten su estúpidos teatro de chicos inmaduros- espeto Asher.
- Váyanse a la mierda, no tengo porque pelearme contigo, ni siquiera te conozco y este castaño porque viene a joder- dijo Jack molesto.
- Porque vengo a joder, te vengo a joder porque no dejas que hable ella- se estaban acercando amenazadoramente y todos estaban observándonos.
- Ya cállense los dos, ninguno tiene poder sobre mi, así que vayanse a joder a otra idiota que no sea yo, el único que me defiende es Asher Bourgouis, no Alec Bourgouis ni Jack Beyker entendido par de idiotas- tome a Asher por el brazo y nos fuimos a clase.

Las clases transcurrieron normal, incluído con las miradas de todos viéndome fijamente.

Salí de la preparatoria, por fin aire fresco, las marcas de mis muñecas me daban comezón y me rasque desesperadamente mientras me alejaba de la preparatoria, una comezón tremenda, insoportable, tanto que algunas de ella comenzaron a sangrar de nueva cuenta, me detuve por que ya no soportaba la comezón y me empecé a rascar como desesperada.

- La comezón se quita con un poco de crema o limón pero lo segundo no te lo recomiendo porque arde- al escuchar su voz di un pequeño brinco, no sabia que me seguía, camino y se puso a par mía- vaya eso es rascarse fuerte... te sacaste sangre-miro detenidamente mis muñecas y se sorprendió al ver aquellas marcas en mis muñecas- ¿Te importa si te acompaño?- dijo en tono preocupado.
- No- dije apenada. Tomo mis muñecas con sus manos y las observo por un momento- ¡Oye!-trate de quitar mis manos pero el solo sonrió.
-Tranquila, no te haré nada malo- les puso papel higiénico, lo mire confundida, el me miro con sus ojos color gris, muy hermosos para ser verdad.
- Es para que no se te manche tu suéter de sangre- dijo en tono suave.
- Gracias- le susurré.
- De nada- dijo igual en un susurro y una pequeña risa salio de mi boca.
-Tienes una risa muy linda- me miro a través del cabello que cubría mis ojos, el aparto el maraño de cabello que cubrían mis ojos-igual que tu.
-No, lo soy-me encogí de hombros.

Caminamos juntos varios metros sin decir nada, era un silencio acogedor, debes en cuando el me miraba y yo a el, nuestras miradas hacían conexión y hacían que me sonrojara, era muy lindo, su hermoso perfil, sus ojos de color gris, y esa sonrisa, al igual que sus mejillas con un pequeño toque de rubor.

- Alec Bourgouis - me tomo de la mano.
- Ah, Ivi Gotham - me sonroje.¿Porque me habré sonrojado? Esto es nuevo para mi, estreche su mano, y pase un mechón de mi cabello por atrás de mi oreja.
- Hermoso nombre , para un ángel como tu- su tono enterneció.
- No soy hermosa, y menos un ángel- baje la vista y mis mejillas ardían.
- Si lo eres- me miraba detenidamente- eres hermosa, eres bonita, eres linda, carismática, no te dejas controlar,pero sobre todo eres un ángel.- yo levante la mirada y lo vi directo a los ojos, le dedique una sonrisa.

- Mi ángel- dijo apenas audible.
- ¿Que?- dije tranquila.
- Que mi hermano ya a de a ver llegado a la casa- se puso nervioso, yo reí por lo bajo por su reacción.

Ya estábamos cerca de mi casa y recordé que estaría sola y no es agradable lo que pasa cuando estoy sola en casa.
- ¿Qui...Quieres pasar a mi casa?- ¿Porque le pregunte? ¿No amaba estar sola?
- Claro, sirve que te curo tus cortaditas - dijo como niño chiquito.
- ¿Cortaditas? -fruncí el ceño divertidamente -Claro me parece una gran...idea- respondí y una sonrisa se dibujo en mi rostro.

Entramos a mi casa y el de inmediato quedó asombrado por la enorme estancia que teníamos.
- Vaya es muy hermosa tu casa- dijo sumamente asombrado.
-Gracias, ¿Quieres algo de comer o tomar?- le dije cortésmente.
- Agua estaría bien- me adentre a la cocina y vi la nota y lo que había pensado en la mañana.
¿Por que estaba siendo amable con el? ¿Porque lo invite? ¿Porque me preocupo estar sola? ¿Por que el era amistoso conmigo? ¿Por que es amable conmigo?.
- ¿Estas bien?- pregunto.
- Si es solo que...- dirigí la mirada a la nota, el la diviso y se dirigió al refrigerador, la tomo y leyó.
- Oh tus padres no están- me miro, desecho la nota y se dirigió hacia mi- yo te cuidare de acuerdo.
- ¡¿Que?! No tienes porque cuidarme- dije molesta.
- Pero yo te quiero cuidar- vio mis muñecas con el papel enredado, las miro con ternura y tristeza.
- Deja de mirarlas, una foto te durara mas sabes- me cruce de brazos.
Bufo dulcemente- ven vamos a curarte vale- tomo mi mano y asentí.
Subimos a mi habitación, me llevo al baño, retiro el papel y lo enjuagó.
- ¿Arde?- pregunto y yo negué con la cabeza.
Seco sus manos y mis muñecas, tomó el alcohol y un algodón, empapo el algodón con alcohol y frotó suavemente.
¿Porque hace eso?¿Que gana?¿Le habrán pagado por ayudarme?
-¿Porque lo haces?- dije mirándolo a los ojos.
-¿Hacer que?- pregunto confundido y sin mirarme.
- Ayudarme- dije seca mirando como curaba mis heridas.
- Yo... no se- se encogió de hombros y por fin me vio- y tu ¿porque lo haces?
- ¿Que cosa?- dije indiferente.
Miro mis cortadas diciéndome "esto de tus muñecas tonta"
- Ah...- balbuce y retire mi muñeca de su mano- es muy complicado. No ...no quiero hablar de eso.
- Te entiendo es difícil hablar sobre es tema y mas si no tienes a alguien de confianza, y ¿quien es Eliza? o bueno porque te venia a cuidar si ya eres mayor- pregunto angustiado.

Me levante y salí del baño, el me siguió. Me pare enfrente del ventanal de mi habitación, el se paro a la par mía, yo miraba en un punto que ni yo misma sabia que era, el me miraba preocupado.
¿Porque me mira así? ¿Acaso le importa? Después de varios minutos de silencio hable...
- Me quise quitar la vida...