Un pequeño prado es lo único que puedo ver y es lo que siento debajo de mis pies, al fondo del paisaje que puedo ver adelante se encuentra un lago, me encamino lentamente con toda la tranquilidad pues el tiempo que estaré aqui es eterno, mi alma se a separado de mi cuerpo y por fin consiguiendo aquello que yo siempre desee, el por fin encontrarme en el otro mundo, un mundo sin obscuridad, sin necesidad de sentir dolor, solo dejando tras todo aquello que alguna vez me lastimo e hizo que mis pensamientos se nublaran lentamente. ¿Para que regresar? Si nadie me necesita solo causo problemas y la verdad prefiero estar aquí sin que nadie me moleste; llego al pequeño lago y veo mi reflejo, ya no veo la tristeza que solía tener, ahora me veo feliz, mis cabellos castaños son movidos por el viento y puedo ver mi reflejo que esta al natural, tal cual es, pero mi atención se fija en mi vestimenta que consiste en un corto vestido blanco con tirantes y me doy cuenta de que en realidad soy bonita, mi rostro ya no es marcado por las ojeras bajo mis ojos, me veo como la muchacha que era, siempre alegre, siempre sonriendo.
-Te gusta estar aquí, ¿cierto?- Una voz a mis espaldas me saca de mis pensamientos y hace que me exalte por un momento- Lo se, es hermoso y todo aqui es muy tranquilo- Me giro por un momento para ver de cerca de quien es esa voz y para mi sorpresa es una chica muy parecida a mi, excepto por el color de cabello, el suyo es castaño con tonos rojizos vestida con el mismo atuendo que yo, sin mencionar sus hermosas alas blancas, ella al tener contacto con mi ojos me regala una sonrisa.
-Si, es muy hermoso - Le devuelvo el gesto centrando de nuevo mi atención al lago.
- ¿Sabes quien soy?- Pregunta acercándose mientras diviso su reflejo junto al mío, es como ver a dos gotas de agua solo que ella es más pequeña, luce exactamente como yo cuando tenía 16 años, solo que ella parece más linda, comprensivas, carismática y atenta- No, no lo se, pero te pareces mucho a mi cuando tenía tan solo 16- giro de nuevo mi vista hacia la chica quedando ambas mirándonos mutuamente.
-Es porque somos iguales, no porque me parezca a ti- La mire con el ceño fruncido- Por lo visto no lo sabes- Mira hacia los árboles soltando un sonoro suspiro y riendo para sus adentros negando con la cabeza, nuevamente poso su mirada sobre mi, sus ojos brillaban, su alma estaba en paz y algo dentro de mi decía que estaba feliz al verme y a la vez un poco triste, se arrodillo a la orilla del lago y dio unos golpecitos en el pasto- Sientate- Ordeno mientras que yo le sonreía débilmente tomando asiento junto a ella, ambas solo mirábamos nuestros reflejos en el cristalino lago.
-¿Que es lo que no se?- Pregunte rompiendo el silencio incómodo para mi. -Solo mirábamos el agua- ¿Quieres regresar?- Ella volvió su mirada hacia mi y reflejan tristeza, al igual que su voz, pareciera que estuviera conteniendo el llanto - ¿Para que regresar? Si a nadie le importo- Conteste encogiendome de hombros.
- Pequeña Ivie, si hay personas a las que les importas, mira al lago y abre tu corazón , ahí encontraras las repuestas, hay demasiada gente a las que les importas demasiado- La mire confundida para luego dirigir mi mirada al agua, como si fuera por arte de magia se transformaba en recuerdos míos- Tus padres- Aparecieron mis padres cargandome cuando era una bebé- Asher, y una persona que tu eres su mas preciado tesoro - La chica baja su mirada y percibo como una lágrima recorre su mejilla- ¿Sabes quien es esa persona?- Niego con la cabeza, ella sube la suya- Mira el reflejo de tus recuerdos y veras en este mismo instante la persona para la cual eres su mayor tesoro- Hago caso y miro el reflejo de mis recuerdos, al principio era demasiado borroso pero fue aclarando a cada momento y era... ¿Alec? Me sorprendí demasiado cuando quise volver a hablar con la chica a mi lado, esta ya había desaparecido y yo como volvía a ser rodeada por obscuridad.
-Vamos Ivie, no me dejes- Sus ojos se empiezan a cristalizar, su voz suena entrecortada- Te necesito aquí...conmigo- Me da respiración de boca a boca tratando de reanimar me- No me dejes... por favor - Continua tratando se escucha sollozar- No Ivie, por favor reacciona- Se escucha aun mas agitado - ¡Por favor! - Le grita desesperado a mi cuerpo, de pronto aparece Asher y lo quita, ahora es el quien trata de reanimar me, Alec solo me observa acariciando mi rostro mientras de sus ojos comienzan a brotar lágrimas- Por favor Asher- Su llanto se hace mas y mas fuerte, mi cuerpo no se mueve, mis ojos se mantienen cerrados sin dar sólo una esperanza- Quedate aquí voy por ayuda- Asher se levanta y sale corriendo, Alec me toma en sus brazos y ahora todo las mas lento, observa mi rostro como si fuera una pieza delicada, acaricia mi mejilla pasando un mechón detrás de mi oreja, sus lágrimas acarician su rostro y terminan en mis mejillas frías, acercando su boca mi oído decide susurrar- Te necesito a ti, no te puedo dejar ir, entiende a mi si me interesas, por favor Ivie vuelve conmigo- Termina aun aferrado a mi cuerpo inerte.
- Quisiera quedarme en el lugar donde me encontraba, en el tranquilo lago, con mi otra yo, quisiera quedarme pero de alguna manera Alec a tocado mi corazón de mi obscuridad una luz emerge de la nada y decido correr hacia ella, escucho la voz de aquella chica gritándome- Siempre estaré para ti hermana, anda y se feliz- Solo siento un escalofrío recorrer mi cuerpo, antes de salir completo giro rápidamente con la respiración entrecortada hasta que la chica vuelve a aparecerse de forma física frente a mi con las manos entrelazadas a su pecho y sonríe- Así es, soy tu hermana y estoy aquí desde que tengo 16 años y he cuidado de ti desde que eras muy pequeña, pero esa será una historia que nuestros tendrán que contarte, ahora ¡corre! - Agita su mano en forma de despedida y cual humo disipándose ella desaparece, ahora si vuelvo a correr hacia aquella luz, sin nada que perder la cruzo hasta que de pronto siento como estoy cayendo en un agujero tornándose todo borroso.
- Ivie, no me dejes por favor- Un susurro en mi oído puedo percibir mas de cerca, mi cuerpo pesa pero logro removerme de donde me encuentro- ¿Ivie?, ¡Ivie! Despierta- Abro los ojos de golpe y lo primero que ven es el rostro de Alec lloroso escondido entre mi hombro y mi cuello, lentamente alze mi mano acariciando su cabello haciendo que se separe.
-¡Ivie! ¿Es...es...estas bien?- Sus ojos rojos e hinchados pero con un brillo al ver los míos se hace presente.
-Alec...- Digo con voz apenas audible
- No me vuelvas a hacer esto, a ti no te puedo perder - Besa mi mejilla haciendo que me aferre a el - Nunca te alejes de mi Alec, no me dejes por favor.
- No te pienso perder a ti mi ángel.
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Blood Of Roses
Teen Fiction¿Existen salidas? ¿Estarias bien contigo misma si tu vida fuera arruinada? ¿Serias feliz siendo el juguete de los demas? Muchas veces creemos no importarle a nadie pero esas veces estamos equivocados siempre habra alguien a quien le preocupes, alg...