Las cosas estaban mas calmadas después de la pesadilla de la noche pasada; como ya habían quedado, Ethan estaba esperando a Malla para que puedan practicar un poco.
- Aun no despierta - pregunto Peter.
- No, la noche fue pesada, dejemos que duerma un poco - dijo Ethan.
- Si tienes razón, tengo que salir a conseguir unas cosas, intenta enseñarle lo mas rápido que puedas - dijo Peter y salio de la casa
Ethan se quedo pensando en todo lo ocurrido, su padre siempre había estado con él, a pesar de sus diferencias y todo lo diferente que eran, el siempre lo había protegido; la culpa lo carcomía y no sabia que hacer para que ese sentimiento parara.
- Buenos días - dijo Malla - ¿Tio Peter donde esta?
- Tuvo que salir - dijo Ethan.- ¿Quieres que empecemos?
- Bueno - dijo Malla un poco desanimada - Ahora que lo pienso ¿De donde consigues toda esa sangre?
- Mato personas - dijo Ethan serio, luego de unos segundos empezó a reír - Tranquila, tengo amigos en el hospital, ellos me proporcionan la sangre.
- Que chistosito amaneciste - dijo Malla - Bueno, dame la sangre, mientas mas rápido termine esto... mejor.
Ethan sonrió y le trajo el recipiente con sangre; sabia que era duro para ella, pero estaba feliz porque también sabia que podría defenderse. Malla sintió lo mismo que la primera vez solo que esta vez fue mas rápido y mas intenso, no quería decirlo en voz alta, pero le encantaba la sensación que le brindaba el tomar sangre.
- Bien en posición - dijo Ethan - Debes aprender primero la defensa, ten tus manos siempre cerca a tu cara y a tu cuello, recuerda que enfrentaras a un vampiro. Ahora yo te ataco y tu te proteges ¿Esta bien?
Malla asintió y el se dispuso a atacar, los golpes eran rápidos y Malla no sabia como evitarlos, Ethan trataba de no dar golpes tan duros y Malla no podía dejar de sentirse inútil para eso. Las cosas empezaron a cambiar al poco tiempo, Malla podía aprenderse la secuencia de los movimientos, no sabia como, pero lo hacia; así que pudo anticipar cada movimiento y esquivarlo a la perfección. Ethan estaba sorprendido, hace apenas cinco minutos no le podía atinar a ningún golpe y después pudo esquivar todos. Malla estaba cansada de esquivar así que se dispuso a pelear también, ahora no solo esquivaba sino también daba golpes. Ethan empezó a pelear con mas fuerza, no quería lastimarla, pero era increíble que pudiera ganarle, Ethan no era egocéntrico, pero se consideraba un buen luchador.
- Vas muy bien - dijo Ethan - Dale, dame un golpe, déjame ver que te hace tan especial.
Malla lo intento y el lo esquivo; ella no se rindió y siguió intentando hasta que pudo darle un puñete, uno muy fuerte y en el pecho, ella no sabia de donde había conseguido tanta fuerza. Ethan sintió un dolor intenso y luego se desplomo, ella lo había golpeado y ademas lo había dejado inmovilizado con solo un golpe, Ethan no podía creer que en tan solo dos días de entrenamiento ella lo había derrotado, estaba sorprendido y esperanzado, si alguien podría vencer a Lucius... era ella.
- Lo siento mucho - dijo Malla al verlo en el suelo.
- No es nada - dijo Ethan intentando pararse. - Buen golpe.
- De verdad lo siento, no quería hacerte daño - Malla estaba preocupada, Ethan intentaba ocultar el dolor pero su cara lo delataba. - Voy a curarte, siéntate aquí - dijo y le acomodo una silla. Ethan se negó al principio, pero al final cedió, el dolor aunque el no quería admitirlo era muy intenso - Bien, ahora no te muevas, tío Peter dijo que solo debía pensarlo - Malla puso sus manos sobre la camisa y cerro los ojos, la cercanía la ponía nerviosa, la atracción que ambos sentían era evidente; Ethan no podía dejar de mirarla, se sentía feliz, satisfecho y con mucho miedo, ella era su alma gemela, ella que estaba destinada a luchar contra el mas poderoso vampiro, ella que ademas era una especie nunca antes vista, ella que también era bruja, ella que tenia novio.
- Aun siento dolor - dijo Ethan al ver que no funcionaba - déjalo así, en unas horas estaré como nuevo. Malla no entendía, había hecho exactamente lo mismo que el día anterior.
- Claro que no - respondió - quítate el polo. Ethan obedeció, Malla hizo nuevamente el mismo procedimiento, puso las manos sobre el pecho desnudo de Ethan pero esta vez sintió el mismo toque eléctrico de la primera vez - ¿Siempre sera así? ¿Siempre sentiremos esto cuando nos toquemos? - pregunto Malla, Ethan encogió los hombros - No se, nunca me había pasado, supongo que es solo por un tiempo. - Malla seguía con los ojos cerrado, pero sentía la respiración de su compañero muy cerca a su cara, no quería abrir los ojos, no sabia como reaccionar. - Ya no duele - Dijo Ethan de pronto, Malla tuvo que abrir los ojos y como lo había presentido Ethan solo se encontraba a unos centímetros de su rostro. - Gracias. - Susurro.
Ethan estaba a dos centímetros de sus labios y al ver que Malla no se separaba, no dudo, se acerco hasta que ya no había espacio entre ellos, ese beso era algo que jamas había sentido, la electricidad no solo estaba en sus labios, estaba en todo su cuerpo; no podía describir la sensación pero sabia que era algo mágico, había encontrado el amor, había encontrado a su alma gemela y no la dejaría ir. Malla se separo, nunca antes se había sentido tan confundida, el beso había sido magnifico y quería volver a repetirlo, pero su conciencia podía mas.
- Esto esta mal -dijo separándose al fin por completo - Yo tengo novio. Ethan también se paro.
- Lo siento Malla - dijo acercándose a ella - Siento mucho que te sientas mal por el beso, pero se que lo querías tanto como yo.
- Ethan tengo novio, eso es lo que importa - dijo ella mas eufórica - no volverá a pasar.
- Solo hay una solución para este problema - dijo Ethan con una sonrisa.
- ¿Cual? -pregunto ella.
- Termina con el - dijo. Malla solo lo miro y salio de la habitación sin responder; no podría terminar con Josue, el siempre había estado con ella y la había apoyado, no podía hacerle eso. - ¿Que hago mamá? - dijo mirando al techo, a los pocos minutos una voz en su cabeza resonó "busca tu felicidad"
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Almas Gemelas
VampirosMalla no podía creer que su padre ya no estaba con ella; enterrarlo definitivamente fue lo más doloroso que hizo. Ahora se quedaría sola, pues su madre también había muerto en el momento de su nacimiento; sin embargo, sabia que tenia que seguir adel...