Running on sunshine.

Capítulo 8.

                 

Alex.

Simplemente no sabía que decir, al parecer Arthur está disfrutando de esto porque sigue teniendo esa arrogante sonrisa en la cara.

-¿No vas a decirme nada?- pregunta, bebiendo de su refresco.

-Cuéntame más sobre mi madre- dije seria.

-Está bien- se quedó callado unos segundos- tu mamá siempre fue una chica muy dedicada a su trabajo, recuerdo que amaba a los animales, decía que si tuviera la oportunidad de ser veterinaria lo haría, no sé que habrá pasado, supongo que tu padre la arrastró al mundo de los negocios.

-¿Tu... tu nunca has hecho tratos con mi padre?

-Nunca- dijo- nos hemos visto en un par de juntas con otros clientes pero jamás hemos hablado personalmente, el sigue sin saber mi nombre.

Mi cabeza está comenzando a dolerme. Todo esto no es tan fácil de asimilar, primero que supuestamente mi padre era un tipo celoso y rudo en lo que se trataba de mi madre, ahora que Arthur y el trabajan en lo mismo jamás se han conocido realmente.

Un mesero vino a dejarnos nuestra cena, pero en realidad ya no tengo mucho apetito.

-Estás muy callada.

-Es solo que estaba procesando todo.

-No entiendo que es lo difícil de entender Alex- lo miré- si esto te parece complicado no estoy muy seguro de contarte el resto, créeme, esto no es nada.

¿El resto?

-¿De qué hablas?- pregunté nerviosa.

-Créeme que la amorosa historia entre tus padres no fue nada fácil, y sinceramente no sé si yo sea la persona correcta de contarte todo, porque por algo tu papá te ha estado ocultando muchas cosas.

-Mi papá no va a decirme nada- dije de inmediato- te lo juro, necesito saberlo todo.

El se me quedó mirando unos segundos, serio, ya no como las demás veces de una forma perversa e intimidante, parecía realmente serio.

-Es muy larga la historia...

-No importa, en serio no.

-Está bien, solo porque eres tú- murmuró- el noviazgo de tus padres durante la preparatoria fue perfecta, para los ojos de los ignorantes, en cambio yo, quien era amigo de tu madre, no estaba muy segura de ello...

Flashback.

Sabía que iba a ser mala idea quedarme hasta tarde, esta lloviendo y no tengo manera de regresar a casa. Mi madre me va a asesinar.

Entré a la biblioteca, mi última parada, solo tengo que buscar un mugroso libro y seré libre, por ahora. Estaba en el pasillo de literatura universal, cuando unos sollozos me hicieron voltear y recorrer el lugar, hasta encontrarme con ella, tirada en el piso hecha un mar de lagrimas.

-¿Claire?- pregunté en voz baja, ella alzó la mirada, seguía llorando.

-Arthur...-murmuró secándose la cara y poniéndose de pie- ¿qué haces aquí? Ya es tarde.

-Me quede a mi taller de álgebra, voy saliendo- me acerqué a ella con cuidado- ¿tú qué haces aquí todavía?

Ella se quedo mirando al suelo y luego soltó a llorar de nuevo. Sin saber que hacer, me acerqué un poco más y coloqué mi mano en su hombro mientras que ella seguía llorando.

-¿Qué ocurre Claire?

-Es una tontería- murmuró- Byron y yo discutimos y... no es nada.