51: L-lo lamento.

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-Nunca lo pensé de ti... - Me acercaba a el corriendo, pero esas palabras me hicieron parar en seco, mi miraba con enojo y dolor.

-Luke, así no son las cosas. – Dije tratando de calmarlo, puse mis manos en mi cabeza con frustración.

-Te odio. – Se dio la vuelta evitando mirarme, es mentira, no puede odiarme, no quiero que lo haga.

-No me digas eso, que me duele. – Exprese con los ojos cristalizados.

-¿Y a mi no? Eres como el resto de chicas con las que he estado. - ¿Me comparo? Eso si duele aun mas... Esperen ¿Estado?

-¿Pense que eras virgen? – Mi confuncion era notoria, Este no es luke, luke nunca me mentiría.

-Nunca lo fui, solo lo dije para estar contigo... - Mi enojo se hizo presente me acerque a el y empece a golpear su pecho con rabia.

-No, luke... Tu no eres así. – Mis golpes se hacían cada ves mas suaves y mi respiración mas agitada. - Me mentiste, ¿Tampoco me amas? – Le grite, ya estoy cansada de creer en falsas ilusiones.

Poso sus manos sobre mis hombros y con una de ella levanto mi cara cabizbaja, se acerco hasta mi oreja y susurro-Nunca lo he hecho... - CRACK el hermoso sonido de mi corazón rompiéndose en dos, sonrió sinicamente, me soltó, dio una vuelta sobre sus talones y se fue... Yo caí al suelo y no llore, solo estaba impactada...

-¡NO ES CIERTO! – Grite abriendo los ojos como platos y coloque mi manos sobre mi cara tapándome mientras sollozaba

- ¿Señorita aristoteles? – Levante mi cabeza y note que estaba en un hospital, una enfermera me estaba viendo muy extrañamente, eso significa que... ¿Estoy viva? ¿Cómo llegue aquí? ¿Eso fue un sueño? Suspire aliviada, Levante mi mano derecha hasta poder verla, estaba cubierta por una venda blanca donde hice mi corte y en mi otra mano estaban pasándome suero, en mi cara tenia una mascarilla con oxigeno ¿Cómo que es mucho no? - ¡Despertó! – Grito la enfermera, se me había olvidado que estaba ahí. Ella salio corriendo de la habitacion en la que me encontraba, yo miraba el lugar extrañada, la puerta se volvió a abrir y yo voltee hacia ella, Esta ves era un doctor.

-Señorita aristoteles, despertaste, causaste una gran conmoción entre tus amigos y familia. - ¡¿Qué?! NO, no, no quiero que nadie sepa que trate de cometer suicidio, no es posible. – Están todos muy preocupados allá afuera, mas una chica blanca pelinegra y el chico que la trajo. - ¿me trajeron?

-Disculpe doctor, ¿Quién me trajo? – Este levanto la mirada de una planilla y me sonrió.

-Un chico, llego aquí con usted en sus brazos, se le notaba desesperado por ayudarte, tenia la camiseta un poco cubierta con sangre y estaba muy despeinado. Yo la atendí a usted lo mas rápido que pude, gracias a el no perdiste tanta sangre. No creí que fuera a salvarse, el corte fue profundo un poco mas y... bueno. - ¿Qué chico? Sigo sin saber..

-Si, pero... ¿Podría ser mas especifico de a que chico se refiere? – Dije con un poco mas de curiosidad. El se rió un poco por como actué con desinterés a lo que dijo del corte.

-No recuerdo como era, solo que era alto. – No pos, ¿Mucha ayuda no? Haber, de mis amigos los altos son... Luke, Zero, Joshua.

Luke: No puede ser el, no quiero que sea el, No podría mirarle a la cara si se entera de lo que hice.

Zero: Prácticamente me fue muy indiferente y me alejo de el, no creo que quiera verme ya que herí a alex y ahora soy la peor persona del mundo, zero no puede ser. ¿Para que el iría a mi departamento?

Soy La Chica InvisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora