She Is... | Mike Wheeler

2. I don't kiss

Mike se miraba una y otra vez en el espejo. No estaba convencido de como se veía. Era la primera vez que iría a tener una cita con alguien y estaba algo abrumado. A pesar de que Nancy le dio consejos, él no sabía quehacer por lo que simplemente trataría de pensar que sería un día normal. Llevaba de traje ya que Taissa le comunicó que sería de traje el concierto por lo que tuvo que buscar urgentemente quien le prestará un traje o más fácil, tuvo que ir a rentar uno. Su madre se encontraba en la cocina, tratando de hacer bien del moño.

Según ella quería que Mike se viera presentable y no le quedaba otra que sufrir las consecuencias de aceptar a ir con Taissa.

  — ¡Mike!, es hora, te pasaré a dejar!

— ¡Allá voy!

Soltó  un suspiro, en decir verdad aún no quería. Simplemente no se sentía de humor para ir, aún no estaba listo para salir con alguien mientras extrañaba a Eleven. Y fue en ese preciso momento que los recuerdos se le vinieron a la mente. Recordó cuando le dijo a Eleven acerca de ir al baile de invierno juntos. Pudo  imaginarse en ese momento a Eleven con un vestido como el color de los waffler, tal vez con un collar en su cuellos y una pulsera en su mano, tal vez con unas medias blancas y con una agradable sonrisa en el rostro.

Una lágrima rodó por su mejilla y rápidamente se la limpió. No quería arruinar el momento con Taissa.  Salió de su habitación y antes de que baje las escaleras, Nancy lo detuvo.

— Pero que galán.

Nancy sonrió, se acercó a Mike y le acomodó el cuello.

— Haz crecido demasiado, Mike y a penas recuerdo cuando eres un bebé con las nalgitas rojas.

Los dos soltaron una carcajada al mismo tiempo de reír. También la comunicación entre ellos dos mejoró de lo previsto y sin darse cuenta de momentos a otros se la pasaban horas en su habitación hablando.

— Gracias.

Mike sonrió.

— ¡Mike se nos hará tarde!

Gritó su madre desde abajo.

— Me tengo que ir ¿Hablamos al rato?

Nancy asintió, se acercó a su mejilla y depositó un beso al mismo tiempo de susurrarle:

  — Sí la vas a besar, no le digas que tiene hermosos los ojos. Eso es un cliché.

— No pienso besarla...

— Uno nunca sabe cuando