8; Smiles with you

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Aquéllos par de chicuelos se encontraban acarreando un par de radios en sus mochilas, Mike y Eleanor habían sido los elegidos para esa tarea de suma fuerza mientras que los demás preparaban todo para comprobar las sospechas de cara de rana.

Los dos chicos estacionaron sus bicicletas en la casa de los Wheeler. Por alguna extraña razón, los padres de Mike estaban juntos y en casa más seguido de lo normal, por lo que si Mike quería hacer alguna cosa que infringiera la ley de aquélla casa, estaba muerto. Los dos entraron por la puerta principal con sumo cuidado pero la puerta no cooperaba.

Por muy poco que Mike la quería abrir para que no se escuchara mucho su sigilo de los chicos, esta más rechinaba. Harto de ella abrió la puerta bruscamente, dejando escuchar un rechinido mayor y la cerró rápidamente.

   — Seremos rápido ¿De acuerdo?

Eleanor asintió con la cabeza.

Los dos se dirigían al sótano pero no sin antes que su madre de Mike, le hablara.

— ¿Michael?, ¿Eres tú?

Mike rodeó los ojos, se volteó hacia su madre con una pequeña sonrisa hipócrita.

— Hola, mamá.

Su madre sonrió, por lo que se acercó a los chicos con cierta curiosidad.

— ¿No vas a presentarme a tú novia?

Esté comentario provocó que los dos se sonrojaron. Eleanor se sonrojó por la misma causa de que le gustaba Mike pero a la vez recordó que Mike era novio de Taissa y eso le hizo sentirse culpable, en cambio Mike se sonrojó por el comentario de su madre a la vez que se decía a sí mismo ''No mamá, el amor de mi vida se encuentra en el Upside Down''. Pero mejor decidió cerrar el pico.

— No es mi novia, ella es una amiga mía —Mike miró a Eleanor—. Eleanor, ella es mi madre, mamá, ella es Eleanor.

La jovencita y la Sra. Wheeler se tendieron la mano al mismo tiempo de estrecharla, se regalaron una sonrisa. Su madre los invitó a comer, aceptaron por respeto en especial Mike porque sabía que si no obedecía, tal vez no sabría como solucionar sus sospechas acerca de Eleven.

Fue una comida tanto deliciosa, como complicada y en primera porque todos los Wheeler estaban y Nancy no paraba de humillar a su hermano frente a Eleanor. El padre de Mike no paraba de cuestionar a Eleanor, acerca de que se dedicaba y en qué trabajaban sus padres, estaba consciente que era amiga de Mike pero esas preguntas deberían ser cuestionadas para Taissa o...¿Para Eleven?

Los chicos terminaron, Mike inventó una excusa para que Eleanor pudiera pasar al sótano por lo que a su madre nunca se le vino a la cabeza que era una mentira por parte de su hijo. Los dos chicos bajaron rápidamente al sótano, empezaron a buscar lo que eran cables, bombillas, radios, etcétera. Al finalizar lo aguardaron todo en dos mochilas, Mike cargó la más pesada.

Caminaron directo a la salida rápidamente, le gritó Mike a su madre que iría a dejar a Eleanor, lo cual era mentira. Se dirigieron a sus bicicletas, se montaron en ellas y empezaron a pedalear directo a la casa de Taissa.

— ¿Crees que se enfaden?

Preguntó Eleanor a medida que seguían su camino, Mike se limitó a encogerse de hombros.

— Hay muchas posibilidades.

—¿Del uno al diez?

Mike pensó y sonrió de manera burlona pero triste a la vez.

— 11

Y antes de que cayera en una depresión de pensamientos, Dustin lo salvo.

— ¡Mike!, ¡Mike! Probando, probando...

Mike contestó.

— Contesta el Coronel Mike, cambio.

Eleanor soltó una leve risa por lo que causó que Mike se sonrojara.

— Chicos, estamos ya estamos, sólo faltan ustedes, cambio.

— Hubo un PCM, pero ya vamos para allá con las cosas, cambio.

— Ya no hace falta, encontramos en el sótano de Taissa muchas cosas sólo faltan ustedes para probar el experimento, cambio.

Está vez Eleanor escuchó y maldijo en sus adentros al igual que cara de rana.

— Ya casi llegamos, cambio.

—Los esperamos..., cambio.

— ¿Por qué decimos "cambio"...Cambio.

— No lo sé pero los esperamos, cambio.

Mike se limitó a pedalear al igual que Eleanor. Al mirar a aquélla chica enfocada en su camino, la miró como si Eleven estuviera allí, por alguna Stranger razón esa chica le recordaba mucho a El, lo que le llegaba a hacer un serio problema. 

Los chicos llegaron a la casa de Taissa, aún con las mochilas en la espalda,  caminaron directo a la puerta y antes que tocarán el timbre, Will junto con Lux quienes al parecer se sospechaba que eran novios. Los dejaron pasar y corrieron directo al cuarto de Taissa. Al entrar todo era sorprendente y en primera porque todo estaba decorado al igual como lo que había hecho Joyce. 

Sin embargo eso no fue lo sorprendente...

Sino que cuando entró Mike a la habitación todo empezó a moverse, e incluso el mismo cuarto empezó a temblar. Mike corrió hacia Taissa y la abrazo en forma de protegerla pero al momento de abrazarla una fuerza sobrenatural lo empujó hasta que él cayera en la pared.

Todos a su alrededor se alejaron de él con terror, no sólo por lo que había pasado, sino por lo que pasaba detrás de él. Entonces Skylar gritó...

— ¡Toma el radio ahora!

Mike quedó estupefacto.

— ¿Qué?

— ¡Que tomes el radio!

Mike hizo caso, tomó el más cercano, aunque miles de emociones lo atacaban, él habló.

— ¿Hola?

Nadie contesto.

Y fue cuando comprendió todo.

— ¿Eleven? ¿Estás ahí?

Todos estaban callados, completamente callados pero aquél karma duro poco.

Mike, Mike...

Su voz.

Hacía mucho tiempo que no la escuchaba pero ahora le parecía más espeluznante, más diferente e incluso dudo que esa voz perteneciera a Eleven.

— ¿Lo prometes?

Cerró los ojos y una lágrima salió de ellos. Se podía escuchar su respiración de El mediante el radio y también notó que estaba llorando.

Malos, Mike... Malos.

Y una bola de miedo se apodero de él y sus amigos al notar que las luces se prendían y se apagaban pero todo era igual que en todo Hawkins. Los chicos se abrazaron entre ellos.

— ¿En dónde estás? ¿Quiénes? 

Ayúdame, Mike, por favor.

Entonces Eleven se fue y todo volvió a la normalidad. 

She Is... | Mike WheelerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora