Mike Wheeler y Taissa Cordswell se encontraban saliendo de la casa de los Wheeler. Taissa se adelantó a los bastidores para tomar la bicicleta de Mike, mientras que él se dirigía ella a paso lento. Taissa, al estar en posición para poder pedalear, observó a Mike. Soltó una carcajada.
—Pareces un anciano, Wheeler.
Sonrió. Mike sonrió al mismo instante de rodear los ojos.
—Pero un anciano sexy, ¿Apoco no?
Ahora ella rodeó los ojos.
—Deja de decir tonterías y sube, ya se nos hace tarde.
Mike Wheeler se encogió de hombros y se sentó detrás de Taissa, pasó sus manos por la cintura de la chica. Sabía él que para ello, por como actuaba Mike era difícil. No es fácil fingir que las cosas están bien a la persona que quieres con una sonrisa. Por un momento trató de imaginarse como sería si Eleven amase a otro chico que la haga tan feliz y que él simplemente sea ante sus ojos, un amigo.
Cerró los ojos, estaba seguro que eso dolería.
—Oye, Mike. ¿Te encuentras bien?
La voz de Taissa hizo que el chico de cabellos rizados se sobresaltara.
—Oh, sí. Bien, estoy bien.
—¿Seguro?
Taissa alzó una ceja. Él asintió.
Taissa se encogió de hombros y empezó a pedalear despacio hasta aproximarse a la carretera, al estar en ella, aumentó la velocidad. Aquella noche no habían personas andando por las calles y tampoco muchos autos circulando por el camino que ellos tomarían para llegar a su destino, de todas maneras Taissa tomaría sus precauciones.
Oh, Taissa Cordswell.
Ella tenía un alma tan pura, tan frágil y decadente, difícil de explicar el corazón de esa chica y de sus pensamientos, ni se diga. En algún momentos sus amigos le llegaron a poner el apodo de ''Chica tornada'', aveces nadie sabía como iba a responder esa chica cuando le jugaban una broma pesada o como le romperían el corazón. Sí, ella tenía el corazón roto y el causante de ello, era el chico que se encontraba detrás de ella.
Ella le había mentido a Mike. Al estar un cuarto de hora antes, en el sótano de Mike. Ella había mentido.
Era falso lo que había dicho de que tenía cosas que hacer. No, ella tuvo el tiempo suficiente para poder visitar a Mike, no obstante había optado estar encerrada en su habitación llorando amargamente por todo lo que había pasado, todo había sido tan repentino que ni siquiera la dejó analizar los sucesos.
El beso entre Mike y ella.
La inesperada evocación a Eleven.
El accidente de Mike.
Tal vez eso no era lo que esperaba, en unos casos dolía recordarla pero sin lugar a dudas el golpe que más le dolió fue cuando visitó a Mike y la verdad después de todos esos sucesos. Ella estaba consciente desde antes de entrar a ver a Mike en el hospital, que saldría herida y no había vuelta atrás. Por primera vez analizó sus sentimientos y concluyó que no podía forzar a Mike a estar a su lado, ella nunca podría llegar a ser la causa de sus insomnios y eso dolía porque el corazón de Mike le pertenecía a otra persona, sus suspiros eran por otra chica y las desveladas a media noche eran por Eleven.
Así que dejó a un lado sus sentimientos y trató con todo su corazón de verlo como un amigo, porque eso siempre serían. Amigos.
Taissa movió la cabeza de un lado a otro y se concentró en pedalear, tal vez le ponía nerviosa la presencia de Mike y podría ser que por ello se cayeran de la bicicleta. Decidió mejor concentrarse y esperar a que sus amigos tengan todo listo para esa noche.
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She Is... | Mike Wheeler
Fanfiction❝No puedo seguir con está farsa❞ ❝Pero, tú me gustas...❞ ❝Debo decirte algo, hubo una chica antes que tú...Se llama Eleven.❞ Se prohíbe copia y/o adaptación.