14. VERDADES CAMUFLADAS.

186 31 7
                                    

-Ah no. Esta vez si la has cagado, pero bien ¡¿Cómo te atreves a matar al único ser en esta instalación que puede decirnos lo que esconde KMA?!

-Yo...

-No digas ni una sola palabra, Zeke. Ni una sola... -exclama Run acomodando sus largas trenzas en un nudo sobre su cabeza. -Lo que acabas de hacer nos pone en un gran aprieto. No sólo a ti sino a Wale y a mí. Los soldados estaban esperanzados con este hombre, pensaban que de una vez por todas íbamos a tener las respuestas para ir a las instalaciones y no volver con más bajas. Pero acabas de derrumbar cada pequeña luz de esperanza que ellos y nosotros teníamos, ¿Por qué? ¿Celos?

-Alto ahí. ¿Celos? Jodidamente no. Ese hombre intentó atacarla, sólo hice lo que hubiera por cualquiera. No lo necesitamos, la tenemos a ella. -y apenas esas palabras dejaron sus labios todas las miradas de dirigieron a mí. A mí. Mi persona. La chica a la que nadie quería por venir del exterior. Run, Wale, Zeke y dos más de los que desconocía su nombre. -Apuesto todo a que ella sabe más de lo que dice habitualmente.

-¿Qué? Estás de broma, ¿cierto? -mi boca cayó en picado al darme cuenta que no. Él hablaba enserio. -Esta vez si que has perdido la poca cordura que tenías. Hasta hace unos días no sabía mi nombre y pretendes que sepa acerca de esta misteriosa organización que pretende gobernar al mundo y no sé más que chorrada según vosotros, que por cierto mantiene una guerra de la que no tengo ni siquiera la más mínima idea. ¿Te das cuenta de lo que dices? Yo no creo.

-La chica tiene un punto. Es inservible en todo aspecto. Lo único que podemos tener en cuenta es que hay más gente afuera, además de ella...-dirigió su dedo hacia mí uno de los desconocidos.- Y eso no ayuda porque no sabemos si serán aliados nuestros o de KMA.

-Zeke, volviendo al tema. ¿Qué haremos? La gente comenzará a hacer preguntas acerca de la repentina muerte del rehén -preguntó Wale pasando la mano por su cabello en señal de frustración.

Zeke dirigió su mirada al suelo y nadie pronunció palabra alguna. El frío del calabozo hacía mecha en todos pero nadie quiso moverse de su lugar hasta que tuvieran una solución y una respuesta a las preguntas que comenzarían a aflorar entre las tropas. Nadie creería que fue un descuido o una torpeza de la guardia.

En parte, me sentía culpable. Pero no dejaría que lo supieran o comenzarían a preguntarme cosas a las que no tenía respuesta. La pulsera con respuestas picaba en mi muñeca y quería que me diera una ahora que nos salvase de esta dramática situación.

Drama.

Eso era.

Zeke debía dar una pantalla. Algo para que cubriera este error.

Y errores era lo que más abundaba en la habitación. La mirada secreta que compartían los hermanos desconocidos con Wale no era desapercibida para alguien como yo, algo ocultaban y el nerviosismo en sus ojos no hacía más que confirmarlo. La manera en que Run intentaba disimular el dolor de su pierna izquierda era bastante bueno para evitar que alguien preguntara pero yo lo sabía.

Detrás de esos rotros no había más que secretos y mentiras que, por encima de todo, fortalecian a La Resistencia pero la vulnerabilizaba si se tomaba a cada individuo por lo que era. Sólo solitarios seres con miedos capaces de derrumbarlos si se los pronunciaba los suficientemente alto.

Y yo me encargaría de descubrir cada uno de ellos pero para eso debía armarlos nuevamente.

-Una cubierta -dije y todos volvieron su vista hacia mí. -Nadie quiere que castiguen a Zeke más que yo pero de nada serviría en este momento. Lo que deben hacer es implementar una pantalla que cubra lo que realmente ocurrió. Estoy segura que todos escucharon el disparo pero nadie vio lo que pasó, más que los presentes en esta sala. Nosotros seis sabemos la verdad. Pero nadie más tiene por qué saberla.

8 minutos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora