—Mierda..—susurre exhausto tratando de regular mi respiración, ya había corrido muchas manzanas, ansioso, rezaba que no me hubiesen seguido, sin embargo, él sonido grotesco de huesos rotos moviéndose y él olor a carne podrida indicaba lo contrario. Empece a correr de nuevo, lo único que había en mi mente en ese momento era encontrar un lugar seguro, doble en una esquina. Mis piernas dolían, a pesar de que aquellos zapatos grises con detalles negros estaban diseñados para correr, tampoco hacían milagros, gire otra vez pero en dirección contraria.—sin salida...Un muro, seguramente de algún edificio, era lo que bloqueaba mi paso; estaba acorralado, no había escapatoria, oía cada vez mas cerca aquellas cosas que arruinaron no solo mi vida, sino la de muchas personas.
—Mierda..mierda...mierda..—me decía a mi mismo buscando una forma de salir, pero fue en vano ya que ellos ya estaban aquí, moviéndose en mi dirección, a paso lento, como si disfrutasen él sentimiento de miedo que le provocaban a sus víctimas. Era asqueroso: es curioso ya que en momentos como estos, toda tu vida pasa por delante de tus ojos, rememorando todo lo que has hecho hasta ese punto...
Un mes antes.
—¡Connor!—gritaba mi madre, intentando levantarme a gritos como acostumbra y yo aun con pereza, levante un brazo.—si, si, ya entendí, ya me levanto...no hay necesidad de gritar a las 6:45 de la madrugada, mama.—respondí atontado debido al sueño.
—Esta bien, vamos, date prisa o él autobús te dejara como la ultima vez—dijo esta en tono autoritario, yo solo asentí con sueño y fui tropezándome de vez en cuando con las paredes hasta llegar al baño, tome una ducha y salí mas relajado, volví a mi habitación abriendo él armario y me puse lo primero que encontré: Una chaqueta de cuero negra sobre una camisa gris con una calavera, pantalones negros con unos deportivos grises y negros, lo se, demasiado negro pero es mi manera de vestir.—estoy listo.—tome mi mochila y fui hacia la cocina por un par de uvas, salí de ahí y revise la hora en mi celular.
—Aun estoy a tiempo.—tome mis audífonos, me despedí de mi madre y salí de casa tranquilamente, estaba algo oscuro pero así solían ser siempre las mañanas en Florida, camine hasta salir de mi calle y me puse los audífonos; me tomaba alrededor de cinco o seis minutos llegar a la parada donde me recogería él autobús. Seguí caminando mientras escuchaba "Hello" de Adele, me era sumamente relajante y en menos de lo que me di cuenta ya estaba en frente de aquella parada, había solo otros cinco chicos y una chica esperando también, me detuve para saludar a Brandon, él chico ecuatoriano que iba conmigo a clases de ingles.
-Hey Connor, ¿Que onda bro?-preguntó, siempre estoy molestándolo un poco porque voy mas avanzado que él y apenas acabo de mudarme al país.
-Hey Brandon, todo esta bien. ¿Tu mama aun sigue molesta contigo por lo de la otra vez?-pregunte sonriendo de medio lado mientras pasaba una mano por mi cabello para "peinarlo" aunque era imposible, estoy pensando seriamente en cortármelo.
—Nah, ella sabe que solo te di un aventon para que llegaras a tu casa, además, eso a ella no le molesta—respondió este acomodándose él suéter negro que siempre llevaba.—ok, de todos modos gracias por eso, eh mira, ahí viene Victor.—el era un chico de mas o menos mi estatura, lo cual es inusual para un chico de 18 años pero jamas se lo menciono: llevaba una camisa azul, pantalones grises y mocasines; Victor se acerco a nosotros.—hey, ¿que paso?—nos dimos la mano y empezamos a hablar sobre varios temas mientras llegaba él autobús, Victor cursaba dos años mas que yo, por lo que este sería su ultimo año, jodido suertudo.
Al cabo de tres minutos él transporte llego, nos pusimos en marcha hacia dentro del mismo; subí primero y me senté en uno de los últimos puestos, justo atrás estaba una chica llamada Rebecca: cabello castaño, ojos del mismo color solo un poco mas claro, la complexión de su cuerpo era un poco rellenita pero eso no le quitaba lo atractiva. La salude moviendo mi mano y ella imito mi acción, ella forma parte de un grupo de amigos que vienen del mismo país que yo. No me había dado cuenta que ya habíamos llegado a la escuela.
Al salir del transporte me estire un poco y en eso bajo Rebecca, sonrió y se me acerco, me dio un beso en la mejilla para luego hablarme.—hola, ¿como estas?—dijo mirándome, yo respondí que estaba bien, en nuestro camino a clase nos encontramos con Dilan, mi mejor amigo desde que llegue aquí. El día Transcurrió rápido, cuando me había dado cuenta ya estaba en el ultimo periodo de clase, aun faltaba una hora así que decidí solamente escuchar música hasta qué sonase la campana.
—Oye, Connor ¿cual crees que es la razón del porque se han escuchado tantas sirenas de policía y ambulancia?—me pregunto Brandon, era cierto, en todo el día vimos a una o dos patrullas pasar delante de la institución, eso era raro sin embargo no le di mucha importancia.
—No lo se, pero dudo que sea algo malo.—conteste, estaba apunto de ponerme los audífonos cuando un grito sonó por todo él lugar, lo cual era difícil ya que él establecimiento tenia varios edificios separados, pero estoy seguro de que toda la gente del primer edificio lo habría escuchado.—¿pero que diablos fue eso?—mire a Brandon y este solo encogió los hombros en señal de no saber tampoco, nuestro profesor había salido hace cinco minutos atrás por lo que el y yo nos levantamos con nuestras mochilas y salimos del salón, seguidos por todos los demás alumnos; nos dirigimos a la puerta principal de la escuela para encontrarnos con una escena asquerosa y escalofriante: un hombre le estaba sacando las entrañas al director y las estaba devorando. Cerca de la escena grotesca estaban él consejero de nuestro año y otra profesora, seguramente ella fue quien grito.
—..¿Que mierda...?—fue lo único que pude articular en ese momento, Brandon quien estaba a mi lado vomito justo en los zapatos de una chica, mierda; él consejero aparto al hombre, este cayo de espaldas pero se volvió a levantar inmediatamente y le mordió como si de un perro rabioso se tratase que parecía que le arrancaría el brazo, mire a todos lados, cada alumno estaba paralizado. Joder, alguien debía hacer algo o lo mataría, corrí hacia dentro buscando algo con que golpear a esa cosa y lo que encontré en cambio fue a mas de ellos devorando a los alumnos, observe un cristal de emergencia con una manguera para incendios y un hacha, tome él paraguas que siempre cargo en la mochila por si llueve y lo estampe contra él cristal rompiéndolo, saco él hacha y corro otra vez esquivando a esas cosas, al llegar al patio, veo como ese hombre le había arrancado él brazo a nuestro consejero y lo masticaba como si fuese un hueso, este estaba gritando desesperadamente lo cual ocasiono que en pocos segundos aparecieran mas de esas cosas, diablos.
—¡Brandon tenemos que salir de aquí!—exclame cuando lo vi aun paralizado, este reacciono y fuimos corriendo a la salida.—¡espera! Debo volver y buscar a los demás.
—¡¿Estas loco? debemos irnos!—dijo este apresurado cuando ya habíamos llegado a la salida.—lo siento pero no puedo dejarlos allí, tu solo ve a tu casa, corre y si puedes busca ayuda.—dije mientras corría de nuevo adentro de la institución, en la entrada principal todo era un caos, había de esas cosas persiguiendo a los estudiantes y mucha gente gritando, tenia que pasar desapercibido así que opte por usar él cuarto edificio como mi vía de escape. Joder, ¿pero que mierda esta pasando?
To be Continued...
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Apocalipsis: El Infierno Sobre Nosotros(Editando)
Science Fiction¿Te has sentido solo alguna vez? ¿Has tenido que correr por tu vida? Eso, para mi, es como él pan de cada día, siempre escondiéndome, siempre moviéndome, siempre luchando por conseguir la comida del día. Dime, ¿alguna vez has tenido que matar? Sie...