Me desperté gracias a que los rayos matutinos del sol que golpeaban mi cara exigiéndome que me levantara, cuando lo hacía, recuerdo que Elizabeth esta durmiendo en mi hombro, volteó y sigue dormida, me levanté y la deje seguir durmiendo en el sofa. Fui al baño y al salir busque en mi mochila algo para desayunar y darle a la niña, en ese momento ella empieza a despertar.—¿C-Connor?—pregunto sobandose un ojo mientras intentaba desperazarse por completo, que linda.
—Hey pequeña, ¿como dormiste?—pregunté sonriendole mientras buscaba algo que darle, luego recordé que tal vez ella aún tenía comida aqui, así que me levanté y fui hacía la alacena y para mi sorpresa, había todo tipo de enlatados, desde atún hasta algo que parecían frijoles, perfecto.—muy bien, gracias por quedarte conmigo—me dijo mientras mostraba una cálida sonrisa que me recordó un poco a las que solia darme mi mamá.
—¿Quieres un poco de atún con agua?—es muy basico pero no hay electricidad para hacerle algo con esa cocina electrica que tienen aqui. Esta sólo asintió y me dispuse a servirle en un plato, le serví media lata, mientras yo comía una galleta, no me gustaban por lo secas que eran pero uno no puede ser selectivo en estos tiempos. Al poco rato Elizabeth término de comer y me pidió mas, le serví la otra mitad y ella se la comió, estuvimos jugando y conversando un rato hasta que tocaba volver a la realidad.—Elizabeth...tenemos que irnos.—quizá debi ser un poco más sutil.
—¿Irnos, irnos a donde?—pregunto la castaña, algo asustada, claro yo tampoco quisiera salir allá afuera pero no hay nada que se pueda hacer.—a donde sea menos aqui, tenemos que encontrar un lugar más seguro que este y con más comida, porque por lo que puedo contar, está que tenemos ahora nos alcanzará sólo por un mes.—ella miro la puerta unos segundos pero luego asintió mirándome decidida.
La acompañe hasta su cuarto el cual tenía una cama no muy grande, unos cuantos juguetes y una consola de videojuegos, heh, se parece a mi habitación cuando tenía su edad. Tomó una mochila color negro con detalles rosas y empezó a guardar sólo una blusa de color aguamarina, un suéter azul oscuro y un pantalón beige que parecía bastante cómodo, pero no tan cómodo como el vestido negro y shorts rojo oscuro que llevaba puesto, eso le sería mucho más cómodo para correr, metió todo y para sorpresa aún le quedaba bastante espacio dentro, por último fue a la habitación de sus padres y tomó de su armario una vieja gorra de cuero negro con una "M" blanca en el centro.—¿y esa gorra?—pregunté mientras observaba como ella mantenía la mirada fija en ella, como si recordara algo, luego se la coloco, le quedaba algo grande.—ven dejame ajustartela—.me acerqué a ella y la ajuste lo suficientemente bien como para que no se le saliera tan fácilmente.
—Esta un poco apretada.—me dijo mientras se veía en el espejo de cuerpo completo que había en la puerta.—es para que no se te salga con facilidad, descuida, te acostumbraras.—aclare mientras salíamos de la habitación, volvimos a su cuarto y ahí Elizabeth se colocó unos Converse rojos algo desgastados; pero que seguramente le vendrían muy bien para correr. Se giró en mi direccion, ya estábamos listos.
Metí algunas latas en su mochila, no muchas para que no le pesara tanto, mientras que yo rellene la mía con más latas, pesaba un poco pero aún podía maniobrar fácilmente sin retrasos así que era perfecto, me gire hacia ella y le pregunté.—¿lista?—está asintió y tomó mi mano, yo la apreté un poco, empuje la mesa del comedor para poder abrir la puerta y eché un rápido vistazo afuera; perfecto no había nadie, saque el cuchillo del bolsillo de mi mochila y lo sustuve en mi mano mientras abría la puerta. Ya estando fuera del departamento empezamos a bajar con cautela hasta el lobby del edificio, aún sin walkers a la vista, quizá las cosas por fin saldrían un poco bien, seguíamos caminando hasta la puerta trasera, ni loco salíamos por la puerta principal debido a obvias razones. Al estar fuera del edificio caminamos por algunas cuadras evitando a los caminantes que deambulaban por la zona, hasta llegar al centro de la ciudad.
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Apocalipsis: El Infierno Sobre Nosotros(Editando)
Ciencia Ficción¿Te has sentido solo alguna vez? ¿Has tenido que correr por tu vida? Eso, para mi, es como él pan de cada día, siempre escondiéndome, siempre moviéndome, siempre luchando por conseguir la comida del día. Dime, ¿alguna vez has tenido que matar? Sie...