Capitulo 3: Perdido y Encontrado

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La casa de Rebecca estaba a seis cuadras de la mía así que no tuve que estar mucho tiempo en el auto, observe mi casa al estacionarme en la calle ambigua a la mía; se veía exactamente igual que cuando me fui, alcance a ver el auto de mi padre mal estacionado en la entrada, me acerqué sigilosamente a el y lo que vi dentro me revolvió el estomago.

—¿Qué mierda..?—un líquido carmesí oscuro era lo que rodeaba el asiento del conductor, era una mancha grande, una muy grande.—por favor que no sea de alguno de ellos

Tome valor y con hacha en mano decidí entrar a la casa, podría haberla rodeado y entrar por mi habitación ya que esta conectaba con el patio pero era muy tardado así que decidí entrar por la puerta principal, saque de mi mochila las llaves de casa sin hacer mucho ruido, metí la llave en la cerradura y entre, todo estaba oscuro así que encendí la luz.

Al encenderse la luz, logre divisar manchas de sangre que se acercaban a la sala, así que las seguí, mala idea.

Cuando llegue a la sala, lo vi, vi lo que tanto me temía y no quería creerlo, sin embargo no me quedaba de otra, allí, justo al otro extremo de la sala, estaban mi madre, mi padre, mi hermana menor y mi otro hermano menor, muertos pero no del todo. Ellos se percataron de mi presencia y se movieron en mi dirección; mi padre con una gran mordida en su hombro derecho fue el primero en moverse, yo estaba en shock, aún no podía moverme. Hasta que estuvo a tan sólo centímetros de mi, abriendo sus fauces para morder, descuartizar y comer mi carne.

No se lo permitiría, me hice aún lado rápidamente y este callo en el sillón frente a la ventana mordiendo un cojín, yo aproveché esto y con el hacha en mano la clave sin mirar en su nuca. Lagrimas salieron de mis ojos al escuchar como dejaba de retorcerse y la sangre manchaba mi cara, no quería pero así debía ser, era el o yo. La siguiente fue mi madre: la amorosa, fuerte y decidida Jessica Parker, que, al casarse con mi padre, Aaron Wells se convirtió en Jessica Wells, observe sus ojos antes de que muriera por mi propia mano, ella aún lloraba.—lo siento mucho mama.—cuando mi madre callo al suelo, sin posibilidad de volver, algo dentro de mi se quebró y ya no me sentía yo mismo, con grandes cantidades de lágrimas que siguieron cayendo de mis ojos resistir el impulso de abrazara mi mama porque sabia que aun quedaban dos pequeños problemas. Mis hermanos, Samuels y Juliet Wells, los pequeños sólo se llevaban un año de diferencia entre ellos, note que Samuels tenía una mordida en su pierna izquierda, mientras que Juliet tenia otra en su cuello, no imagino el dolor que tuvieron que sentir, eran sólo niños...tomé el hacha con firmeza una última vez.

Mire lo que había echo, mis manos llenas de sangre y mi ropa por igual, a excepción de mi chaqueta y mis zapatos que me había quitado momentos atrás, todo yo estaba manchado con la sangre de los que alguna vez fueron mi familia. Me encontraba observando aquel montículo de tierra en el patio trasero que pertenece a las personas que fueron mi familia por 17 largos años; recordé por última vez como los había enterrado: con los ojos cerrados, todos tomados de las manos, como si estuvieran durmiendo. Al terminar sólo pude arrodillarme y llorar en silencio, quería gritar, patear y desahogarme pero si lo hacía atraería más walkers logrando mi fin así que sólo pude llorar en silencio, de repente, como si el cielo estuviera de acuerdo conmigo, empezó a llover; apreté fuertemente mis puños, entre en la casa cerrando la puerta tras de mi y empecé a destruirlo todo, rompía las televisiones a patadas, tiraba los cuadros y rompía cada espejo que se cruzase en mi camino con los puños, al terminar, casi toda la casa estaba destruida, lo único que no toque fueron las habitaciones, el resto estaba destruido.

Tomé el botiquín de primeros auxilios y quite los restos de vidrio roto de mis puños y pies descalzos, dolía mucho pero era la única forma de calmar el dolor que tenía mi corazón; al sacar el último trozo, desinfecte las heridas, pegue un pequeño grito y a su misma vez resbalándome hacia atrás golpeando mi espalda con la pared, enseguida tape mi boca, esperando que ningún caminante cerca de la zona lo hubiera escuchado.—callado—.tome las vendas y cubrí mis puños hasta las muñecas y mis pies hasta los tobillos, me levanté y caminé hasta la cocina, mire la alacena y sólo había comida suficiente como para dos días, claro, hoy es viernes y se supone que los viernes compramos víveres mi...mama y yo, no tenía mucha hambre así que tome un paquete de galletas y fui hacia mi cuarto; me quite la ropa llena de sangre y la arroje a un rincón de la habitación, tomé un short y una camisa sin mangas, fui hacia la puerta principal y la bloquee moviendo el mueble de la sala, mire por la ventana y sólo había unos cuantos caminantes vagando por la calle, observe mi teléfono y note que eran las ocho en punto de la noche, apague las luces y fui hacia mi habitación que estaba al fondo de la casa, me acosté en mi cama y derrame algunas lagrimas hasta que conseguí quedarme dormido.

Apocalipsis: El Infierno Sobre Nosotros(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora