Simplemente ella.

Capítulo 5.

  Cuando llegamos aparcamos el coche en la entrada y nos escabullimos por los arbustos ya que, no se permite ingresar sin reservación o carné de socio. Los dos llevábamos canastas con globos llenos de pintura, huevos y harina en nuestros brazos. En el camino a lo que sería nuestro primer objetivo, me enganché el pie con unas plantas que poseían espinas y me lastimé la pierna, pero ella dijo "No hagas escándalos, he pasado por cosas peores.", y así lo creo pues, con lo que llevaba puesto se le notaban muchas cicatrices más. Cada vez que le miraba alguna de esas cuantas me insultaba o pegaba, no sé por qué es tan agresiva, quizás sufre por dentro, todas las personas con ésta característica hacen lo mismo. Desde donde nos encontramos ahora mismo, podemos ver un grupo de "niños mimados", así les dice ella. Hay dos chicas rubias con trajes blanco y rosa deportivos, y tres chicos con pantalones color crema, zapatos y camisetas de diferentes colores; ¡Vaya que mal gusto! Sean adolescentes normales, vamos, no es tan difícil. Beth me apura, al parecer saldremos de caza. Su voz susurra "Vamos, ahora". Corremos hacia donde están ellos y damos a luz la pequeña sorpresa.

-¡A la carga! <Gritó ella, explotándole un globo en la cabeza a una de las rubias>

  El desastre se armó, y no había vuelta atrás. Las municiones se acabaron y, de pronto, aparecen 4 guardias bastante rellenos que nos persiguen. Maldita sea, ¿en qué me metí? Corremos, corremos, corremos, hasta que llegamos a un lago. Beth me miró con una expresión que decía a gritos ''debemos meternos'' y una sonrisa que completaba ''será más divertido así''. Y cuando quise acordar, oops, estamos ya adentro. El agua está helada y, no me sorprendería que luego de esto me agarre un gran y hermoso resfriado. Saco la cabeza para poder ver si alguien se había percatado de nuestra presencia allí, aunque, y mejor, nadie  lo había hecho. 

Son las 7 de la tarde, seguímos aquí y ya ha oscurecido lo suficiente como para que no veamos nada y tengamos frío. 

-Vamos, tenemos que irnos, se hace tarde.

-No, no. Un rato más, ¿sí?

-No, ya.

-¿Qué harás al respecto? <Me miro con una expresión desafiante>

-Podría ahogarte... <En ese momento la hundí dos segundos bajo el agua, y cuando salió, comenzó a reir>

-Ok, vamos,  que la fiesta ya casi comienza, ¿huh?

Salimos del agua y escurrimos un poco nuestras ropas, aunque Beth se sacó la remera y me dijo que le diése mi camisa. No sabía que hacer, así que obedecí. Quizás su perfume quede impregnado en el el cuello de ésta. Oh, dulce sueño. Caminamos un poco y luego comenzamos a correr, ya que nos acordamos de que los fatty-fatty (así les apodamos a los policías, ya que se parecían a unos juguetes que eran gordos y corrían cuando aplaudías) nos podían seguir buscando. Llegamos al auto y aquí estámos, empapados en los asientos y en silencio. Quizás debía preguntar si quería un abrigo, como quizás no. Quizás quiera un abrigo, como quizás no. Quizás debería dejar de hacerme éstas preguntas y arrancar el auto. Allí vamos, de vuelta a la casa. 

A penas pusimos un pie en la casa y Beth ya ha subido a su cuarto a cambiarse; ''Pronto llegará la gente'', se excusa para no estar conmigo. Claramente, porque soy aburrido, no soy simpático, tampoco lindo, no escucho heavy metal, no uso chaquetas de cuero y tampoco tengo un cuerpazo perOH DIOS, ELLA NO ES LA QUE CONOCÍ HACE UNOS DÍAS, NO. TRAIGANMELA DE VUELTA, aunque ésta es formidable. ¿Qué es esto? Ella no es ella, se la han llevado, pero, ¿quién? Trae puesto un vestido rojo corto y una chaqueta negra corta haciendo juego con sus botas, ¿qué nunca se las saca? También usa unas medias de red negras finas y un collar apretado el cual está enganchado a una piedra verde agua. Yo sólo traigo puesto una camisa que he encontrado por ahí, en la casa. Luce preciosa, sus labios tienen un tono rojo suave y su pelo está totalmente planchado. Yo siempre la imaginé vestida como hombre, con pantalones largos, remeras y ahora la veo así y simplemente puedo decir ''wow''.  

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-¿Qué tanto? Sólo es un vestido.

-Es que, no te había visto vestida así desde... nunca. ¿Por qué tanta producción?

-Ayer por la noche también traía un vestido...

-Sí, pero no era como éste, sólo parecía una remera larga.

-¿Qué? ¿Me dirás que no te gusta éste?

-Claro, sí, sí, me encanta, eh, es un poco apretado, ¿no lo crees?

-Pues a mí me gusta...

-Sí, sí, a mí también me gusta, de hecho, ¡ME ENCANTA! Me gusta, sí, em, sí, claro, bravo, bravo.

-Ok, te sobresaltaste. Vamos, ya hay bastante gente afuera.

Bajamos, y Beth estaba en lo cierto, hay mucha gente aquí. Debo admitir que los escalones estaban resbalosos. ''Oh, oh, oaaah'' grité. Caí al piso y, al instante, ella también, y ahora está sobre mí, mirándome, cara a cara. Veo que se acerca, roza sus labios contra mi mejilla y susurra ''¿Ésto avanza?''