-Mmm, cariño, no me lastimes. Ja ja ja ja, no quiero que me lastimes, por favor. Sálvame, sálvame de aquí. Oscuridad... Oh, uhmm. ¿Qué crees tú? No lo sé. No lo sé. No lo sé. Escóndete en el armario, contaré hasta 35. ¿Ésto me luce bonito? Infla aquel globo naranja. El suelo arde, y pincha. Oh, uhmmm. Uhmm... uhmm...
-Ojos, creo que veo ojos. Maldita perra ven aquí. Bésame, chicle. Quemaré mis zapatillas. Sí, sí, ese árbol, viven duendes. El pan no engorda, ¡Tú engordas! Un caballo negro. Esa puerta lleva a un submarino. Despeguemos. Vamos, vamos. Un poco más. Oh, no lo creo, esa es MarilynMonroe. El pelo rosa de aquella mujer. ¿Quieres ir? Eres mi muñeca, preciosa. Preciosa... Preciosa...
El humo se extendía por toda mi habitación y parecía que nunca se iría. Los gemidos que producía Beth dormida eran tan inusuales, que parecía que la asesinaban sexualmente en alguno de sus retorcidos sueños. Me pregunto que pasará por aquella pequeña mente turbia. Su pelo marrón cubre su cara y sus labios rosas tiemblan cada 5 minutos. Han pasado tres meses desde que somos pareja y sigo sin poder creerlo. Vamos a la escuela juntos, nos besamos desenfrenadamente, de todo. Aunque lo único; no nos tomamos de las manos. Ella dice que le molesta, porque así la gente pensará que ella siente que nunca dejará de amarme. Hemos comprado fuegos artificiales, hemos comprado droga, hemos robado más gasolineras, hemos ido a fiestas, ¡y todo en tan poco tiempo! Hemos llegado a la intimidad y eso es algo de lo que claramente, no me arrepiento. 5 meses para acabar las clases y nos largaremos de ésta ciudad. Planeamos irnos a alguna playa, todavía no sabemos cual, pero, lo que tenemos en claro, es que tomaremos el auto de sus padres para cumplir la misión. No los he conocido todavía, no sé por qué. Ella ha conocido a los míos y les agrada; el sentimiento es mutuo. Me sorprende que no la hayan espantado con sus historias de adolescentes, realmente me sorprende. Pero, en fin; esto es todo lo que quería y ahora lo tengo. Recuerdo la vez que hicimos palomitas, se quemaron e hicimos una guerra en el living de mi casa. O cuando escribimos las paredes del vecino con aerosol rosa y negro. También compramos un kilo de helado para ver películas en mi habitación pero terminó todo en un desastre cuando sólo se me derramó apenas el chocolate sobre su hombro. Tuvimos que lavar el piso y los muebles los dos juntos casi 3 horas. Inútilmente llevamos 2 sillones a mi techo para ver las estrellas de noche. La estoy pasando increíble con ella y no puedo pedir más. La mayoría del tiempo estamos drogados pero qué importa si estamos totalmente bien. En el instituto ahora soy reconocido y hasta los de primero de secundaria están aterrados de nosotros. Nos hemos escapado de clase varias veces durante 4 días y nadie ha dicho ni ''A''. Ya, lo tengo todo, todo.
-¿Cariño? <Me preguntó con voz de dormida>
-¿Sí? ¿Quieres un café? ¿Unos huevos con tocino? ¿Jugo de naranja? ¿Un batido?
-¿Hay más cerveza? <Estiró la mano hacia su izquierda intentando alcanzar algo. Reí>
-No, pero hay licor.
-Oooh. <Dijo, fastidiosa> ¿Pero no hay cerveza?
-Que no..
-Oooh.
-Vamos, levántate. Peínate, que iremos al centro.
-Oooooooooooooh.
-Sí.
-Ok.
Nos levantamos los dos de la cama y nos vestimos. Eran alrededor de las tres de la tarde así que había mucho sol, por lo que tuvimos que ponernos anteojos de sol. La tez pálida de Beth se iluminaba después de 16 horas a la oscuridad. Cruzamos la calle y caminamos hasta llegar a una cafetería. Nos sentamos y ordenamos. Ninguno de los dos dijo ni una palabra ya que stabamos devastados. Cuando llegó la orden ella comenzó a tomar su café y yo mi smoothie de naranja.
-Ok, ¿qué quieres? -Dijo, dejando su taza en el pequeño plato-
-Tenía en mente irnos éste fin de semana a algún lugar, ya que es feriado lunes y también martes. ¿Qué dices?
-Bueno pues... -Dudó- No quiero.
-¿Qué?
-Lo que escuchaste, no quiero.
-Em, pero, ¿por qué?
-Porque no quiero, James.
-Está bien, déjalo así, iré con alguien más.
-No me interesa.
-¿Estás enojada?
-No.
-¿Segura? Pareces...
-No lo estoy, JAMES.
-Tranquilízate.
-Estoy completamente tranquila.
-¿Qué demonios te pasa, Beth? -Me sobresalté, y tiré mi bebida al piso.-
-¡Nada me pasa, ¿qué te pasa a tí? ¿Haces planes románticos? ¿Qué demonios James, QUÉ DEMONIOS? -Se levantó de su silla-
-¡No eran planes románticos, sólo eran planes para tener sexo, drogarnos y emborracharnos, estúpida! -En ese momento sentí que todos nos miraban-
-Pues entonces está bien. -Se acercó a mí y me besó desenfrenadamente. Estaba totalmente confundido, ¿qué carajos acaba de pasar? Me separé de ella y la miré con cara de confusión-
-¿Eh?
-No lo sé. -Se sentó otra vez en la silla a tomar su café. La seguí.-
***
Han pasado 2 semanas exactamente desde el conflicto del café y desdé eso, ella está muy distante. Ya no me besa, ya no me invita a su casa, en el liceo no se sienta junto a mí, sino al lado de Daniel. ¿Daniel? ¿Me estará engañando con él? Era buen candidato pero, no lo sé. Aunque, sería posible, ella tiene un alma fría y seca de amor, no sé cómo he pensado que podía hacerla cambiar. Estúpido James, eres estúpido.
Saqué mis libros cuando un papel hecho bolita cayó sobre la mesa. Miré alrededor y descubrí que provenía de Melissa, la amiga de Beth con la que habría hablado antes de ir a la fiesta que cambió todo en mi vida. Lo abrí y lo leí. ''Tengo algo que contarte, pero no aquí, en el recreo, detrás de los arbustos de la esquina. Te veo allí''. La miré, asentí con la cabeza y se dió vuelta hacia una chica bastante bonita y le comenzó a hablar. Guardé la carta en mi mochila y abrí mi libro de historia. No pude concentrarme en toda la clase pensando en lo que me diría aquella rubia simpática.
Tocó la campana y bajamos las escaleras rápido, aunque yo más adelantado que todos. Caminé hacia el lugar del encuentro y esperé a que llegara. Al verla venir, me paré del pasto y la miré, con intriga.
-¿Y? ¿Qué ibas a decirme? -Pregunté, nervioso-
-Pues, Beth, ella y Daniel, em...
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Simplemente ella.
Teen FictionJames Dallas es un adolescente normal, no hace nada fuera de tono. Demasiado aburrido, así lo describirían todos. Él, por su cuenta, ha observado de cerca a la chica que es todo lo contrario a él; Beth Collings, la mas rebelde del instituto Bellric...