Mi Decisión (Everlark)

Despues de todo

- No voy a ser madre soltera, no puedo dejar que todo se vaya a la borda por un error- Bajo la cabeza y empiezo a llorar.
- No serás madre soltera, me tienes a mi, soy el papá de ese bebé y no te dejaría sola con ésto- Quita un mechón de pelo de mi cara y cuidadosamente delinea cada facción de mi rostro.
-Peeta, sabes que tú tampoco quieres esto para ti, no puedo arruinar tu vida así, tienes sueños y metas que yo y el bebé solo arruinaríamos.
- Entonces, ¿se lo darás a Finnick ? - toma mi mano entre la suya y con la otra toma mi cara.
- Si, es lo mejor.- acerca nuestros rostros y nos fundimos en un tierno beso.
- Apoyaré la decisión que desees, no me importaría cambiar mis planes porbñ ustedes. - apoyo mi cabeza en la de él.
- La decisión está tomada. - se pone de pie y antes de irse deja un beso en mi frente.
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Finnick estaba sentado en los columpios del jardín junto con sus mellizos. Me acerco a él y me siento en el pasto frente a él.
- Te daré al bebé, Peeta está de acuerdo- me mira fijamente y hace una mueca de entre risa y melancolía.
- No creo que le hayas pedido su opinión, pero bueno, entonces ese bebé será un Odair Cresta? - miro a sus pequeños bebés y asiento.
- Es lo mejor.- digo entre susurros.
- No kat, no es lo mejor y lo sabes-  toma a su niña en brazos y después a Rory- Niños vamos a tener un nuevo integrante en la familia- le sonríe y ellos le corresponden.
- ¿Va a jugar conmigo papi?- pregunta Posy.
- Seguro, pero tienes a Rory princesa, ¿él no quiere jugar contigo?- Posy gira su cabeza negativamente.
- Yo soy un niño glande papi. Me gusta jubar con niños glandes- Suelto una carcajada y Finnick me sonríe.
- Oh si, tu ya eres todo un hombre campeón- Finnick pone su mano sobre la cabeza de Rory y le enreda el cabello de una manera tiernamente paternal. Estoy segura que será un gran padre con mi bebe.
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Han pasado tres meses desde que decidí dar él bebé a mi tío, mi panza aún no se nota, solo se me ve un pequeño bultito, nadie fuera de mi familia y Johanna saben que estoy embarazada, pareciera que el destino conspiró a mi favor ya que el bebe nacerá en las vacaciones de fin de curso por lo cual no tendré que preocuparme por que se note mi embarazo, dentro de un mes salimos de vacaciones y no parece que mi estomago quiera crecer, espero siga así durante unas semanas más.
Hoy es él cumpleaños de Prim y decidimos hacerle una pequeña fiesta solo con sus amigos, me puse un vestido color crema holgado para esconder mi embarazo.

La fiesta se llevara acabó en la casa, termino de ponerme los zapatos y salgo de mi cuarto. Llego al primer piso y ya se pueden ver a algunos amigos de Prim.
-Katniss te vez hermosa- me dice Annie.
- Gracias, tu también- me sonríe y escuchamos él sonido del timbre.
- Voy a abrir, puedes ayudarme a acomodar los regalos en la cocina?- le sonrío y asiento.

Tomo los regalos del sofá y camino hacia la cocina. Percibo un olor delicioso al entrar, mi boca se hace agua y me sorprendo al ver a Peeta preparando un hermoso pastel para Prim ya que comúnmente el pastel lo mandamos hacer.
-Huele Delicioso- digo pasando las manos sobre mi estomago. Peeta gira y saca un pequeño pastelito de la alacena.
-Ten, no queremos que la bebé nazca con cara de pastel verdad- dice juguetonamente.
- Mejor que nazca con cara de chocolate para comérmelo - digo entre risas.
- Bueno eso suena bien. - empiezo a comer mi pastel y de verdad es delicioso.
- Peeta tendrás que hacerme mas como éstos, está delicioso- sigo mordiendo mi pastel y Peeta solo me mira detenidamente.
- Estas hermosa Kat, me encanta como luces embarazada - sonrío y mis mejillas se tiñen rosadas.
- Si bueno, entonces, ¿gracias ? - lo miro a los ojos y lentamente me acerco a él.
- De nada- me toma de la cintura y empiezo a sentir su respiración en mi cuello.- Hueles tan bien- Suelta un gran suspiro que me recorre él cuerpo entero. Corto la distancia entre nosotros y sus labios se unen a los míos justamente como recordaba que lo hacían, es un beso lleno de emociones, sé que es ridículo pero las mariposas en mi estomago hacen acto de presencia.

- Descerebrada, en serio mujer todavía no tienen a ese bebé y ya quieren hacer otro- Peeta me baja rápidamente de la mesa en la que por obra de magia me encontraba ya que no recordaba haberme subido y fulmino a Johanna con la mirada.
- Cierra la boca- me giro hacia donde estaban los regalos y los empiezo a acomodar demasiado rápido, creo.
- Cálmate descerebrada, no se te vaya a salir el bebé. - Me quita los regalos y empieza a ayudarme a acomodarlos.
- Las dejo chicas - Peeta sale de la cocina y no puedo evitar sonrojarme al ver sus labios manchados de labial e hinchados.
- Lo traes loco Kat, no dudo ni por un segundo que él estaría encantado de ser el padre de ese bebé.- bajo la cabeza y bajo mis manos a donde está mi bebe.
- Sé que él lo haría y sería el mejor padre del mundo, pero es lo mejor para todos no quiero que los sueños de Peeta se vean arruinados por un error- lagrimas empiezan a bajar por mi rostro y rápidamente las limpio.
- Bueno Kat es tu decisión. - asiento y voy con Prim por que ya es hora de partir el pastel. La encuentro sentada al lado de su mejor amigo Tom comiendo unas galletas. Me siento enfrente de ella y le tomo su mano.
- Felices 13 Prim. Recuerdo cuando te tome por primera vez en mis brazos eras como una pequeña oruga, tenías tus mejillas muy rosadas y abriste tus ojos y pensé que eran los ojos más hermosos del mundo, eran como los de nuestra madre, pero aún más grandes... ellos estarían orgullosos de ti patito. -Prim me abraza y yo correspondo su abrazo.
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Tengo 7 meses de embarazo y se supone que mi estomago ya debe ser del tamaño de una pelota de playa, pero al parecer no quiere crecer mi pequeño  gusanito, cualquiera pensaría que tengo 5 meses. Hoy tengo cita con la ginecóloga, comúnmente me acompañan mis tíos pero ahora tenían un evento de la empresa de Finnick y no quise que se lo perdieran, por lo que Peeta se ofreció a acompañarme. Nunca antes había venido con él a una cita médica pero ha llegado el momento. Estamos esperando nuestro turno para entrar donde la ginecóloga, ella es la que atendió a Annie cuando estaba embarazada de los mellizos.
- Katniss Everdeen Odair- Nos llama la recepcionista, nos ponemos de pie y empezamos a caminar al consultorio de la ginecóloga. Peeta toma con fuerza mis manos y noto lo asustado que esta.
- Tranquilo todo va a estar bien- le sonrío.
- Eso no es lo que me preocupa, lo que me preocupa es que cuando la vea me enamore de ella y sé que no cambiarás tu decisión. - dejo caer su mano y bajo la mirada.
- Entonces lo mejor será que no entres.- sigo caminando.
- Pero quiero hacerlo, quiero verla - no se por que razón cree que es niña.
- Como sabes que es niña - pregunto antes de abrir la puerta.
- No sé, pero me gustaría que lo fuera y se pareciese a ti- mis ojos empiezan a humedecerse y rápido bajo la mirada para que Peeta no note lo que esto me afecta, además últimamente lloro por todo, las hormonas supongo.
La doctora me acuesta en la camilla y empieza a poner la gel en mi barriga, nos dice cuando se escucha su corazón y nos muestra cada parte de su cuerpecito.
- ¿Quieren saber el sexo de su bebé ? - nos pregunta la doctora.
- Si - dice peeta con los ojos hinchados.
- Es una hermosa niña - empiezan a salir lágrimas de mis ojos y Peeta me abraza, enredo mis brazos en su cuello y dejo que mi llanto llene la sala. En definitiva lloro por todo.
- ¿Puede dejarnos solos un minuto por favor? - le dice peeta a la doctora. Ésta sale rápidamente abandonándonos en la sala.
- Katniss por favor, tienes que cambiar de decisión, también es mi hija, no puedes solo dejarme de lado, yo sé que la podemos cuidar nosotros, sé que no es lo que querías y mucho menos como querías, pero es lo que tienes, por favor Kat no nos hagas esto. - se sienta en la camilla y deja que sus lágrimas salgan, me parte el alma verlo llorar, nunca antes había visto a un hombre llorar de ésta manera y me destroza verlo sufrir por mi culpa.
- Peeta, mírame, ¿tú de verdad crees que es lo mejor para él bebé? - tomo un segundo y luego sigo- no estamos listos para ser padres, no ahora, además ¿cómo sobreviviríamos? , ninguno tiene una carrera ni un empleo seguro, condenaríamos este bebé a vivir en la miseria... - al terminar la oración mi voz se corta.
- Claro que no Kat, podríamos mantenernos de la fortuna de mis padres, ellos me dejaron todo y tú tienes tu casa aquí, viviríamos muy bien.

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