Hablando con sinceridad

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- ¿Cómo le hicieron para que saliera tan bonita teniendo unos padres como ustedes?- pregunta en tono burlón.

-Eso sólo Katniss y yo lo sabemos-dice peeta, toma mi rostro con sus dos manos y dirige su boca a la mía, nos besamos hasta que escuchamos la puerta abrir.
- Ya llegue descerebrada y traje muchos regalos para la descerebradita - agita las bolsas de regalo que trae en las manos y las tira cuando ve a Finnick con ella.
- ¿Esa cosita es? - pregunta, miro a Peeta y él me sonríe. No puedo dejar de sonreír por fin me siento completa.
- Si, esa es mi gusanita - Johanna corre a quitársela a Finnick y la recuesta en sus brazos.
- Primero quiero que sepas que yo te enseñare a lanzar cuchillos, y a defenderte, también seré quien te cubra cuando hagas travesuras, y seré tu tía consentidora y siempre te compraré tus caprichos mas locos que quieras, incluso si ese es un unicornio, iré a unicorlandia y te lo traeré y no le digas a tu mami pero también te enseñaré a decir palabrotas - Empiezo a reír a carcajadas pero me detengo cuando me empieza a doler.
- Tranquila Kat, acabas de salir de un parto, no debes esforzarte mucho- me dice Annie. Le quita a la niña y Johanna hace un gesto de desagrado.
- Pero es que está loca, acaba de inventar un lugar solo para consentir a Alexandra - sigo riendo y Peeta solo suelta pequeñas risas.
- ¿Se llama Alexandra? - Pregunta Finnick, solo asiento.- Bonito nombre.
- ¿¡¿¡Por qué ?!!? Ella tiene cara de Johanna, debieron ponerle Johanna, aun no la registran pueden cambiar de decisión. - le aviento una almohada a Johanna y ella sólo toma su cabeza con sus manos. - Bueno no le pongan Johanna si no quieren.
*****
Annie y Finnick acababan de irse con los niños y Prim, la enfermera se había llevado a Alexa, ya que le harían mas estudios para ver que tal se estaba adaptando a todo, estábamos solo Peeta y yo en esta enorme habitación.
- Katniss, gracias por darme esta oportunidad, sé que Alexandra no fue concebida de la manera en que hubiéramos querido pero ahora que la tengo, quiero protegerla con mi vida y alejarla de cualquier peligro y también de esos dragones come niñas- me mira y hace un gesto de desagrado que me causa mucha diversión
- ¿Esos feos dragones serán sus novios?- pregunto con una sonrisa en mi cara.
- No, ella no tendrá novios, vivirá para toda la vida con nosotros- toma una almohada de la cama y la acomoda en el sillón.
- Peeta sobre eso, cuando llegue él momento sé que te arrepentirás de las decisiones que estas tomando ahora, solo te pido que cuando te des cuenta de todo, por favor, no culpes a ella, ella no pidió venir al mundo fue una irresponsabilidad de mi parte- las lágrimas empiezan a salir de mis ojos y no quiero limpiarlas, quiero por una vez desde que murieron mis padres llorar hasta que ya no quede nada en mi.
- No Katniss, fue una irresponsabilidad de nuestra parte, se que piensas que esa niña fue concebida sin amor y solo por la calentura del momento, pero no, yo debería haberme arrepentido de esa noche porque tú estabas sufriendo y yo me aproveche de eso, pero no, por que tenía tantas ganas de ti, de probar cada parte de tu cuerpo y esos sentimientos no fueron de una sola noche, recuerdas cuando llegaste a casa, yo te hable mal solo por que no sabía como hablar con alguien tan hermosa, después esos días en el lago, yo aprovechaba cada momento para verte nadar y ver esa hermosa sonrisa en tus labios cuando cantabas a los sinsajos, Dios era una hermosa imagen, recuerdo cuando fue tu cumpleaños numero 17 y nos presentaste a Gale, sentí como si toda mi vida se hubiera ido a la basura, desde ese día, siempre evitaba verte con él, por que el simple hecho de verlo besándote o siquiera tomando tu mano hacia que hirviera la sangre, Katniss llevo cuatro años amándote y tú ni siquiera lo notabas, así que no te atrevas a decir que me arrepentiré, por que esa noche y Alexandra son lo mejor que me ha pasado en la vida. - toma su cara entre sus manos y empieza a jalar suavemente sus rizos. Bajo la cabeza y un dolor se empieza a esparcir por mi pecho, no tiene sentido, no entiendo por que me siento tan impotente como si el ver sufriendo a peeta acabara conmigo, entonces es que lo entiendo, todos esos días en que Peeta y yo estábamos solos sin pelear eran maravillosos.

Esos días cuando tomaba mi mano y sentía que si él estaba conmigo todo estaría mejor, siempre lo supe pero me negué a aceptarlo, amo a Peeta Mellark, lo amo con todo mi corazón y también amo que mi hija también sea de él, este sentimiento es tan fuerte que estaría dispuesta a recibir una flecha por él, lo amo, lo amo tanto.
- Peeta Mellark Cresta, Te amo, amo como te mueves, amo cuando mueves tu cabello queriendo imitarme, amo tu voz, amo como me tocas como si en algún momento me fuera a romper, amo tu sonrisa, amo cada centímetro de ti, pero sobre todo amo que Alexandra sea nuestra hija. - Peeta me mira con tanto amor que si no estuviera en esta cama ya me habría derretido, se levanta del sillón y camina hacia mi, toma mi cara entre sus manos.
- Te amo Katniss Everdeen Odair, amo que me ames porque eso me hace tan feliz, te amo tanto mi amor - une nuestros labios en un cálido beso, lleno de amor, tan diferente al primero, sin duda es el amor de mi vida, no podría soportar perderlo. - Katniss, ¿te casarías conmigo? Sé que falta el anillo pero nosotros hacemos todo al revés- me sonríe y yo a él, tomo su cara con mis manos y antes de besarlo susurro.
- Si- y nos vuelvo a unir en un hermoso beso, dejo que nuestras lenguas bailen al compás de esta canción de amor que nunca acabara.
********
- Bien Descerebrada, respira no queremos que te nos mueras a los 18 ¿verdad? - me dice Johanna mientras acomoda él vestido con el que Peeta me desposara, hoy es el día de mi boda, Peeta quería una gran fiesta pero yo solo quería a las personas mas cercanas a nosotros este día. Así que decidimos que fuera algo mediano, solo con las personas mas importantes para nosotros, Alexandra aun es tan frágil, apenas tiene 6 meses y pareciera como si fue ayer cuando la tuvimos por primera vez en nuestros brazos, Peeta está estudiando medicina, yo aún sigo en la Preparatoria y cuando salga me dedicare por completo a mi familia hasta que Alex sea mayor y pueda volver a estudiar, Prim decidió quedarse en casa de mis tíos y nosotros respetamos su decisión, se que somos una pareja joven y que tal vez nos falten muchos problemas por resolver, pero mi madre una vez me dijo que no importaba nada si no había amor, eso nos sobra, sé que la vida puede ser dura pero soy una persona fuerte y sé que nada me destrozara si Alexandra y Peeta están conmigo.
- Katniss es hora- Annie interrumpe mis pensamientos y me jala hasta llegar a donde me espera Finnick.
- Bien, tienen 10 segundos- Annie nos deja solos.
-Gracias por estar conmigo en este día tan especial, gracias por todo lo que nos diste, gracias por ser mi figura paterna estos cuatro años, siempre te estaré agradecida por esto, gracias por todo.- lo abrazo y me impido llorar por que se me correrá él maquillaje.
- Finnick arrugas él vestido- Annie lo aleja de mi y empieza a acomodarlo.
- ¿Quieres un azucarillo?- me pregunta finnick.
- No gracias - le digo.
- Vamos Kat, vas a amarrarte a un hombre que tal vez no te deje comer azucarillos, come antes de que te cases - tomo el azucarillo y me lo meto a la boca, hago un signo con mi mano de delicioso y Finnick solo sonríe.
- Listos chicos pueden salir - giramos y abren las puertas de la iglesia para que entremos, empezamos a caminar y puedo ver los rostros de mis familiares, Effie y Haymitch los abuelos de Peeta, Clove y Cato sus tíos junto con sus 4 hijos, Enobaria mejor amiga de Annie, Rue y Tresh mis padrinos de bautizo, Coin y Snow mis abuelos, Prim con Alexandra en brazos, y en él altar mi sexy hombre echo un manojo de nervios, supongo que debo estar igual yo, le sonrío y su semblante se relaja. Llego hasta donde están él y el sacerdote y empieza con el sermón, no pongo atención a nada hasta que el sacerdote le hace a Peeta la pregunta esperada.
- Peeta Mellark Cresta, aceptas a Katniss como tu legitima esposa para amarla y respetarla en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y la pobreza hasta que la muerte los separe- Peeta me mira y sonríe.
- Acepto- contesta.

-Tu Katniss Everdeen Odair, aceptas a Peeta como tu legitimo esposo para amarlo y respetarlo en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y la pobreza hasta que la muerte los separe- entonces recuerdo lo que mamá dijo que sentiría cuando estuviera con el hombre indicado, mis minutos pasarían volando, cuando estemos lejos solo pensaré en estar con él, viviré no solo para mi si no también para él, mi corazón se agitaría cuando lo tuviera cerca, mis manos cosquillearían queriendo tocar las de él, estoy jodidamente enamorada de Peeta Mellark.
- Acepto- digo con una sonrisa en los labios.
- Por los poderes que concede la ley de dios, los declaro marido y mujer, puede besar a la novia- Peeta toma mi cara entre sus manos.
- Te amo Katniss Everdeen- susurra.
- Te amo Peeta Mellark- terminamos con el espacio que nos separaba y nos besamos con la misma dulzura de siempre, se que aunque no fue en el momento adecuado tome la mejor decisión.
                          FIN

Mi Decisión (Everlark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora