Capítulo 10

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¿Qué hacía aquí? No me dió ni tiempo a decirle "Adelante, pasa", había entrado de golpe y me había agarrado de la cintura, acompañando ese movimiento con miles de besos. Me siguió besando dulcemente, sin parar ni un segundo y me cogió en sus brazos qué me posaron sobre la mesa de la cocina. Sus besos... Eran geniales. Besaba delicadamente pero a la vez con sentimiento, mucho sentimiento. Nunca me había resistido a esos besos tan suyos, tan a lo "Soy Luk y me vuelves loco".

-Hey, hey. No quiero ver nada pornoso así que si queréis llegar más lejos ahí esta el cuarto de Mila- señaló Louis.

-¿No te puedes callar ni un segundo?- pregunté grosera separándome de los labios de mi novio el cual empezó a reír a causa de nuestros comentarios.

-Pues vamos arriba- afirmó Luk para mi sorpresa.

Le miré con cara de sorpresa, no me lo esperaba. ¿Qué día era este, el de las sorpresas inesperadas? Primero mi padre con la comida familiar, después Louis "intentando besarme", luego Luk aparece así por así en mi casa y por último, los besos no le parecen suficiente y tiene ganas de más, cosa que no esperaba.

Me agarró de la mano y tiró. "Cómo esta este hoy...Viene con ganas" pensé. Llegamos a mi habitación la cual abrió y cerró cuando ya estábamos dentro, tocando mi culo. Me tumbó en la cama, se puso al lado y comenzó a levantar mi camiseta lentamente. Fue todo muy rápido y no sabía como reaccionar, estaba muy sorprendida. ¿A dónde quería llegar?

Sacó la mano de mi camiseta y deslizó sus manos

por mi rostro delicadamente, se acercó a mi oído suavemente, cosa que me dejó sin respiración.

-Te quiero- susurró. Más que a nada...

-Esa frase me gusta- sonreí plantándole un beso en los labios.

No fue uno de esos que duran, no. Fue uno corto y dulce, cómo si fuese en señal de agradecimiento. "Qué perfecto es el guapo este. Me lo comía a besos aquí y ahora" pensé. Y así hice. Tiré de su camiseta para situarle encima de mi cuerpo, rodee su cuello con mis brazos mientras él me iba acariciando el pelo y le atraje con delicadeza hacía mis labios y empecé a besarle de nuevo, con muchas ganas. Él reaccionó y se deshizo de su camiseta, sin dejar de besarme, enseñándome sus perfectos y marcados abdominales que tan bien me conocía. Acto seguido le imité, me quité la camiseta y en cuanto lo hice, dejó descansar a mis labios y fue a por mi tripa. "Oh, dios... Me está dando besos en la tripa, joder" pensé. No salía de mi asombro, nunca me habían hecho eso pero era una sensación genial. Me gustaba.

Cuando acabó con mi tripa volvió a los labios de nuevo y sin que yo lo notase fue desabrochando mis pantalones. Él se giró y me colocó encima. Toque sus abdominales, tan marcados como siempre, y pareció darle un escalofrío.

Dejé de besarle y le miré.

-Luk- dije quitándome los pantalones. ¿Porqué has venido?- pregunté.

-Quería verte, no podía esperar a mañana- respondió mientras yo apoyaba mi cabeza en sus pectorales.

Me encantaba. En ese momento era o por lo menos me sentía, la novia más feliz del mundo.

A mí también me apetecía muchísimo verle, pero tenía que hacer caso a mi padre. No quería ni broncas ni castigos.

-Bésame- ordené sonriendo.

M de MilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora