CAPITULO VIII- CARTAS DE NAVIDAD - PRIMERA PARTE

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AMALIA

LA MANO DEL DIABLO-TORRE DE LAS MUJERES

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LA MANO DEL DIABLO-TORRE DE LAS MUJERES

―Anda chica, dime que no te da curiosidad saber de qué tanto se ríen esos tontetes ―Dijo Eliza moviendo la cabeza como lo hacía siempre que quería hacer algo estúpido.

―Son hombres, se ríen de tonterías, tú lo dijiste ―respondí sin quitar mi mirada del techo ennegrecido por el mugre acumulado de los años, que apenas se disimulaba con los adornos de papel crepe hechos por Eliza, unicornios ahorcados colgando en el techo, que tierna.

―Deberíamos juntarnos con ellos durante la cena eh, ¿qué dices? ―preguntó Eliza mirando a través de la ventana que da hacia la torre de hombres.

―No me interesa, sé lo que tramas, si tanto te gusta ese chico deja que él sea quién dé el primer paso ―le contesté.

―Vamos muñeca, somos mujeres independientes y fuertes podemos dar el primer paso nosotras, además no es eso, estoy harta de hablar solo contigo, o con esta rara, mírala, ni siquiera ha dicho palabra, está tan sumergida leyendo que nos ignora por completo, parece un puto zombie ― insistió Eliza haciendo pataleta como niña chiquita.

―No las estoy ignorando ―Afirmó Samantha desde el segundo piso del camarote, meciendo sus pies en el aire y con un libro descolorido y viejo que debía tomar con ambas manos para que no se le cayera.

―¿Ves? Es lo que digo, apenas si balbucea algo y sigue leyendo, a ver chica por qué no aportas algo a esta conversación, tal vez te enseñemos como vestirte, o al menos te consiga dos calcetines del mismo color ―dijo Eliza subiéndose a la primera cama del camarote para quedar cerca de Samantha y cerrarle bruscamente el libro.

―Hum... Tal vez si les envían una carta falsa haciendo que vengan aquí, no tendrían que violar las reglas, serían ellos los que las transgredan y así pueden hacerse amigos ―dijo Samantha sorprendiéndonos a Eliza y a mí.

―Oye, esa no es tan mala idea, ves lo que logras chica cuando vienes al mundo real, ¡bien hecho! ―alentó Eliza a Samanta dándole una fuerte palmada en las piernas que seguramente dejó un colorado palpitando, a lo que Samantha solo respondió con una sonrisa.

―Estoy de acuerdo, es una buena idea podríamos hacerles creer que algo va a ocurrir mañana en la terraza de esta torre y los sorprendemos en las almenas principales, conozco un pasaje secreto ―dije poniéndome de pie.

―Eso suena divertido, ¿puedo ir con ustedes chicas? ―preguntó Samantha jugando con sus dedos índices.

―¡¿Qué?! Ni locas, ♫si nos ven contigo ya no seremos las más populares, tal vez hasta te confundan con una ghoul y de matarnos traten♫ ―recitó Eliza simulando tener micrófono a ritmo hip-hop, está un poquito loca.

―No seas cruel, haremos algo Samantha, si tú redactas una buena carta, irás con nosotras, pero te tienes que dejar arreglar el cabello ―le propuse.

―¿Me pintarás el pelo de blanco-gris cómo el tuyo? Porque no me gusta ―preguntó Samantha.

―No te pases ― le dije con una mirada envenenada.

―Anda, que malota que eres chica, das miedo de cojones cuando te pones así ―dijo Eliza nalgueándome el trasero.

―¿Estás segura que no eres lesbiana? ―pregunté con otra mirada asesina.

―¿te gustaría averiguarlo? ―replicó Eliza― jeje, que es broma muñecota, bajemos a cenar, Samantha, tu quédate y has algo que valga, eh.

Bajamos al comedor, el salón brillaba con adornos peculiares, animales como los que sobresalían en las cúpulas de las torres, pero tres de ellos eran los más grandes y llamativos, un perro con cuatro ojos rojos, un búho muy bien hecho con plumas lizas y azules, naranjas en el contorno de sus ojos resaltando una sombría mirada, y por último uno no tan grande, similar a un elefante bebé lleno de joyas y coronas, adornaban el estrado de maestros y sus columnas frontales; por lo demás habían lámparas colgantes encintadas de verde y rojo en todas las mesas y un extraordinario banquete; cerdo asado, pavo relleno, ensalada de berenjenas en salsa de champiñones y queso dorado rallado.

―Ven, sentémonos allí ―se apresuró Eliza halándome del brazo hacia la mesa más próxima a la de Abel y Matías.

―Hoy es una cena muy especial, como lo han podido notar y yo en ustedes por su cara de sorpresa ―comenzó el discurso la nueva profesora Clarice―. No solo es por ser la cena de navidad, sino porque es su última cena, a partir de este momento cada uno deberá buscar cómo sobrevivir; aún faltan las pruebas de las mujeres, estén pendientes pues podrían comenzar en cualquier momento y la que no asista por cualquier motivo, será descalificada.

―¡¿Qué?! ―dijimos a la vez Eliza y yo, no podíamos creerlo.

―Hola chicas ya terminé la carta, ¿me perdí de algo? ―llegó agitada Samantha.

―Tendremos que acelerar las cosas, si esos chicos pudieron vencer a los monstruos tan fácil, en definitiva los necesitamos con nosotros, a ver presta acá―dijo Eliza arrebatando la carta a Samantha, rápido fue hacia los chicos y fingió que se caía a un lado de su mesa, Matías le ayudó a levantarse y ella aprovechó para meterle la carta en su blazer.

―¿Y qué decía la carta, Samantha? ―Le pregunté mientras Eliza hacía el ridículo.

―Bueno, pues, decía: "Adiós mundo, luego de mucho meditarlo he decidido ponerle fin a mi vida, no encuentro ningún sentido en ella, toda mi familia murió devorada por los ghouls y la única persona que amé toda la vida prefirió entregarme a esta escuela para locos que protegerme, creí que al estar con otras personas en mi misma situación todo mejoraría, pero por el contrario me tocó convivir con dos chicas ego-maníacas que me repudian solo por mi apariencia, aunque ni siquiera me conocen como soy en realidad, por eso he decido hacerlo esta noche a media noche me arrojaré de la torre más alta de las chicas, me desnudaré y luego me dejaré caer al oscuro vacío. Con todo mi amor, de alguien que ya no existe a alguien que nunca conocí".

―¿Estás segura que no hablas de ti? ¿Y por qué lo del desnudo? ―pregunté desconcertada.

―Creí que llamaría más la atención de los chicos ― contestó.

―Tú y Eliza se entenderían muy bien, espero que funcione.

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BIEN BIEN BIEN, hooooooola chicos!!!!! me reporto de nuevo con este adelanto de "Cartas de Navidad", y con un regalo especial la imagen de Amalia. Mañana publicaré la segunda parte así que pendientes y me pueden escribir aquí o por mensaje directo diciéndome cuál de los personajes que conocen hasta ahora les gusta más y en el próximo capítulo pondré la imagen del personaje visto desde mis ojos, obviamente pueden participar enviándome dibujos de cómo creen que es su personaje preferido, no olviden votar si les gustó y comentarme sus opiniones!!! saludos a todos nos vemos mañana!!! 

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