Capítulo 30 "Un clan que se perdió en el tiempo"

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Ahí estaban esos nueve chicos, sentados en un cuarto, en frente ellos, aquella mujer que se llamaba "Hitomi" cada vez que la miraban sentían como se parecía a su superior, la cual estaba en Bélgica, siendo "Protegida"

Hitomi: Entonces... Quiero saber sus familias, de donde vienen y porque vienen a este lugar, no pienso matarlos, eso solo es para las personas que lastiman a mi clan.- la interrumpieron a la mitad de su discurso.

Aoki: ¡Hitomi! Los líderes de los clanes están aquí, quieren hablar contigo, es urgente.- se levantó rápidamente, fue corriendo, siempre con su espada junto a ella, pero su coleta alta ya no estaba, su pelo era largo, y ese castaño brillar era hermoso.

Llego a la entrada de su hogar, todos sus sirvientes fueron corriendo a ver que estaba pasando, al ver a aquellos integrantes de esos clanes desenfundaron su espada, con una mirada ella los tranquilizo.

Hitomi: Ese milagro que estén aquí, ¿Qué necesitan? ¿No pasan a tomar té?

Hijirikawa: Sabes que no Akakawa, venimos por un asunto más importantes.- su tranquilidad desapareció.- ¿¡Qué le hiciste a aquellas personas?!

Jinguji: Debemos calmarnos, pero responde con sinceridad.- ella los miro, volteo a ver al último líder de un clan muy importante.

Hitomi: ¿No va a decir nada Kurosaki-dono?- lentamente hizo una señal a sus espaldas, alertando a su clan.

Kurosaki: No debes de alertar a los tuyos.- una sonrisa surco por los labios de aquella mujer.

Hitomi: No los alerte, solo me preguntaba que pasaba si mostraba la cabeza de los tres grandes en la calle, que sus familias fueran sirvientes.- sintió algo frio en el cuello, aquellas personas desfundaron sus katanas, haciéndole callar en el proceso.- ¿Un duelo? ¿Conmigo? Irrumpen en mi hogar y quieren cortarme la cabeza.

Hijirikawa: Sabes cómo es esto Akakawa Hitomi, líder del clan Akakawa, has sido muy sádica estos últimos meses, asesinado a otros por dinero y esclavos, debes pagar con tu sangre.- ella negó, sus ojos perdieron color, su sonrisa se volvió en la de una asesina. Dio un paso para atrás, haciendo que aquellos tres hombres entraran en su hogar, dio media vuelta, se fue corriendo como si de eso contara su vida.- ¡Vuelve asesina!

Los hombres del clan de aquella mujer se reunieron para detener a esos tres, no duro mucho, en un abrir y cerrar de ojos estaban tirados en el suelo inconscientes. Iniciaron a buscar a aquella chica.

Hitomi: No se muevan de aquí.- estaba en un cuarto, donde niños, niñas mujeres y personas de avanzada edad temblaban de miedo.

Reiji: ¿Los atacarás?- ella asintió.

Hitomi: Soy la única que puede tranquilizar a esas tres bestias, si no soy yo, todo esto desaparecerá.- salió del cuarto, vio como sus dos hermanos estaban ahí, sin decir nada, los tres iniciaron a caminar con tranquilidad en su hogar, hasta llegar donde esos hombres los esperaban.

Azumi: ¿Qué los trae por aquí?- la pregunta del hijo de en medio hizo eco en el cuarto.

Jinguji: Venimos por la cabeza de esa chica.- con la espada señalo a la mujer de pelo café.

Aoki: ¿Por negarse a casarse con sus hijos?- aquellos tres hombres se quedaron en shock.- ¿Eso es un sí?

Hitomi: Soy la líder de este clan, mis padres me dejaron al mando, ustedes bastardos no tienen permitido infligir en la vida de mi clan, de hecho los he salvado de tantos problemas, aquellos "Líderes" atentaban en contra de su familia, las cabezas de esos bastardos son más caras de lo que creen. Pero si quieren mi cabeza, saben que siempre se pelea antes de todo esto.- los tres hermanos se lanzaron a aquellos hombres, peleando como si su vida dependiera de ello.

EL CAMINO SIGUE, CAMINEN  Y LO ENCONTRARÁNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora