El día semanal de descanso había llegado. La cuenta de los días se me era fácil de perder. Mi trabajo cubría muchas horas, el periódico era como un segundo hogar para mí. Aprovechando la tarde, decidí salir de casa y pasar por el teatro donde además de realizarse asombrosos espectáculos de entretenimiento; se realizaban discursos políticos y conferencias de gran importancia.
Rápidamente vestí un elegante traje que había adquirido recientemente y salí a caminar. Al acercarme al anfiteatro, logre percatarme una gran multitud de personas que se dirigían a él. Por las calles colgaban grandes posters de Jaden Preston. Un hombre corpulento y con cara de pocos amigos, era uno de los ''portadores de voz''. Generalmente llevaba a cabo los discursos políticos que les encargaban ''los jefes''. Como él, había algunos más. Gente de mucho poder adquisitivo y de un apellido importante. Solamente ellos podían contactarse y ver a nuestros superiores. Las decisiones importantes, las nuevas leyes, la promulgación de noticias, todo era comunicado desde los portadores de voz hacia el pueblo.
Intenté acelerar mi paso para no perderme el discurso. Al ser uno de los últimos en llegar, mi asiento no era uno de los mejores. Me encontraba situado en una de las esquinas superiores, muy alejado de la tarima. El teatro resaltaba de entre los demás edificios. Poseía la forma de un coliseo moderno pero conservaba la infraestructura romana.
Atónito por la grandeza del escenario me alejé de lo que pasaba en el entorno. Repentinamente las luces se apagaron. Eso hizo que pusiera los pies en la tierra. Un hombre alto y delgado colocó un pequeño disco en el centro. Probablemente se trataba de un dispositivo. Se oyó una música y del aparato se disparó una luz azul. Preston se encontraba plasmado en un holograma ¿Por qué un portador habría tenido que usar esta forma para presentarse hacia el público? Pensé para mis adentros.
Generalmente los portadores se encontraban rodeados por guardias y bien protegidos. Pero se me hacía extraño que esta vez ni siquiera se había presentado en el lugar. Jaden golpeó su micrófono y pidió silencio.
-Ciudadanos y Ciudadanas. Como algunos ya sabéis y puede que otros no. Últimamente hemos estado recibiendo ataques.-
Inmediatamente los rumores explotaron en el lugar. La gente se levantaba de sus asientos inquietos y se agarraban la cabeza.
-Por favor silencio, por favor. No debemos comportarnos de igual forma que estos cavernícolas que no aceptan nuestras leyes y pretenden quebrantarlas. En este momento no existe motivo de preocupación, las tropas del enemigo ya fueron contrarrestadas por nuestros guardias y en comparación a ellos no sufrimos muchas bajas.
Con el punto final de esa frase Jaden logró calmar a la multitud.
-El motivo de mi presencia era comunicarles sobre esta situación y confirmarles que esta todo bajo control. Debido a este horrible hecho, por motivos de seguridad el gobierno quiere que se efectúen nuevas reglas y medidas, que entraran en vigencia a partir de este momento. Los habitantes, deberán regresar a sus hogares automáticamente hayan salido de sus respectivos trabajos. Durante el transcurso de la noche hacia el mediodía está completamente prohibido salir de sus casas. El toque de queda comenzará a las 8:00 PM y terminará a las 6:00 AM.-
La gente no recibió mal la noticia, a excepción de otros que comenzaron a gritar y a quejarse. En lo que a mí respecta no me parecía una mala idea. No me molestaba en lo absoluto, mientras más tiempo pasara en mi hogar mejor.
-Sin más preámbulo me despido diciéndoles que ahora más que nunca se revisará que todos los habitantes ingieran sus debidas pastillas para mantener en buena forma sus conductas. De ser el caso contraria se les otorgará una pena de 5 años.-
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Seamos felices
Fiksi Umum¿Qué es la felicidad?... Muchos la buscan, otros dicen de haberla encontrado, algunos; que no existe. Yo pensaba que la tenía, creía que conocía todo sobre ella. No podía estar tan equivocado...