Proyecto Z: Skyline |Harry Styles zombie|

Capitulo 13: Silencio Vivo

Acto 13:
Silencio Vivo

Tome su mano un tanto insegura ¿Como podría hacerlo después de lo que me hizo? Ni siquiera yo logró comprenderlo, y eso me empieza a frustrar. Mi coeficiente intelectual es de más de 200 IQ, puedo desactivar y desarmar un arma explosiva con los ojos vendados, a los cinco años de edad era capaz de calcular aritmética básica y luchar contra 7 hombres a la vez con tan sólo mis manos, pero... Cuando se trata de Harry, es como si mi mente se nublara, olvido quien soy y sólo deseó no dejarlo jamás. En mi vida, nunca he llegado a sentirme insegura por nadie ni por nada, pero estando con el, se me es imposible predecir su mirada; ¿acaso estos síntomas es a lo que llaman "la enfermedad del amor"?

Caminamos sin rumbo por el lugar, era totalmente glorioso para mi; cada pequeño detalle, hasta la más mínima exhibición se me hacia increíblemente interesante; incluso, estuve tentada a tomar una de ellas para poder inspeccionarla, pero por respeto a la historia humana, decidí no tocar nada. Con Harry, hablábamos pero nuestras miradas nunca llegaron a contactarse; nuestros cuerpos aún seguían a medio empapar por la inagotable lluvia fuera de las paredes. Las gotas caían una tras otras en aquel enorme traga luz de cristal que permitía la entrada de luz lunar en todo el lugar «Hasta en el más ardiente infierno, una tenue luz remontara sobre la oscuridad»

- bajemos.- exprese, señalando con mi dedo índice unas escaleras subterráneas que se hundían en una espera oscuridad

- ¿estas segura? Eso se ve aterrador.- respondió Harry, viendo hacia el oscuro lugar

- es un museo, requiere vigilancia las 24 horas del día y personas que se encarguen de mantener cada exhibición en perfecto estado. Por el método de la arquitectura del lugar y lo básico en cuando a el diseño de un museo, supongo que las escaleras dan a la sala en donde los trabajadores cambiaban de turno; y con suerte encontraremos un baño.- respondí a secas

Harry sintió con la cabeza e hizo un gesto para que fuera primero, utilizando la vieja excusa de "las mujeres primero". Rodé mis ojos por tal acción y proseguí a bajar con cautela, seguida por el. Al estar abajo logre encontrar un pequeño interruptor y los encendí son dudar, al parecer el lugar aún tiene luz. Vi a mi alrededor y supe que tenía razón, habían unos cuantos casilleros en línea, pequeños bancos de madera para sentarse, un tendedero con distintos uniformes de guardia de seguridad y lo que más me alegro: un baño.

- ¿Como lo haces?.-pregunto harry atrayendo mi completa atención

- ¿Hacer que?

- Eso, ya sabes, siempre saber lo que sucederá, saber lo que las personas harán...

- El humano como individuo, es muy fácil de predecir si logras detallar cada factor que lo caracteriza, es como un juego de ajedrez: ves las piezas y según sus características puedes predecir que movimiento harán; estará el peón que siempre dará un paso hacia adelante, esta el alfil que siempre se moverá diagonal, están las Torres que siempre se moverán vertical u horizontalmente. Pero siempre en un tablero habrá una reina, que puede moverse en la dirección que desee, cuantos pasos ella desee: imposible de predecir a donde irá y son las reinas las que hacen el juego interesantes. Hay acciones que hace el humano que ni yo, ni la ciencia, ni la religión pueden entender el "por que" las hacen

- ¿Crees que yo soy predecible?.- pregunto viéndome con una pesada mirada que me aturdía

- tal vez.- respondí para luego darme vuelta y caminar a los casilleros, tenían cerrojo pero eso no era problema para mi

Con la ayuda de Harry, logramos abrir cada casillero que allí se encontraba: linternas, unos cuantos suéteres, cigarrillos, desodorantes, peines y demás utensilios que nos serían útil. El baño contaba con una pequeña ducha, en verdad me hacia falta una. Sentí la gélida agua recorrer mi cuerpo en una eterna lluvia chocante contra mi anatomía, lave mi áspero y nudoso cabello que deseaba con desespero ser peinado pronto, pase con lentitud la yema de mis dedos contra mi espalda sintiendo así aquella pequeña cicatriz que un fierro metálico marco en mi cuerpo; sonreí al recordar el vendaje que Harry me había proporcionado hace unos días, pero no fue por mucho al recordar esa escena... Ese beso que aún no me dejaba respirar. Sus labios tocaron los de otra chica ¿Como pudo hacer eso? En verdad... Estoy rodeada de idiotas.