Capitulo 21: Rojo

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NOTA: Nuevo Trailer de la historia en los multimedias

Acto 21:

"Rojo"

Mi corazon latía con fuerza. Solo daba vueltas en la cama sobre mi propio eje. No podía dejar de contar los segundos en mi cabeza. Cada vez más lentos. Cada vez más agobiantes. Escuche tocar la puerta. Eran a eso de las siete de la noche, aun quedaba tiempo para iniciar el plan. Me levanté rápidamente, sentándome en la cama y cubriendo hasta el último centímetro de mi cuerpo con la cobija. Entro un hombre de apariencia robusta y definida, uno que nunca había visto antes.

- Señorita Grey, el Dr. Van Gal desea cenar con usted. Cambiese.

Coloco un vestido rojo sobre la cama mientras se acercaba a mi. Odio el rojo. Tomo el brazo robótico adherido a mi anatomia y desconecto bruscamente todos los cables que lo sujetaban. Ya podia mover mi brazo robotico con libertad, como si fuera parte de mi cuerpo. Antes de poder decir algo, me interrumpió.

- No es una sugerencia, es una orden. Si decide no obedecer, tus amigos pagaran las consecuencias.

Aquel hombre salió del lugar sin más que decir. Me levanté de la cama. Mis pies dolían, sentía un escalofrío subir desde la planta hasta las rodillas. Tome el vestido con mi mano y lo examine con exhaustividad. Suspire, en verdad no quería salir a ninguna parte. Me sentía agobiada y destruida. Encerrada en un mundo que se quiebra y me desmorona. Lo deje caer nuevamente en la cama y sólo me senté en el suelo, apretando fuertemente mis piernas contra mi pecho. Pasaban los minutos como mi mente volaba por los cielos, hasta que escuche la puerta sonar con fuertes golpes unos tras otros.

- Señorita Grey, será mejor que se apresure, el Dr. Van Gal no es un hombre que se deja esperar. -insistió

Aquel hombre seguía vigilando en mi puerta. Cerré mis ojos dando mi último suspiro de tranquilidad y con pocas ganas me propuse ponerme aquel vestido. Era hermoso, debo admitir, de larga cola como seda y tiras que caían en mis hombros dejando un hermoso escote a la vista. Una verdadera obra de arte malgastada ante los ojos de la persona equivocada. No podia apartar mi mirada del espejo, tocando con mis manos una y otra vez la tela carmin sobre mi cuerpo, pero algo distrajo mi vista por completo. Sobre la cama había una pequeña caja negra, la tome y no dudé en abrirla, habían unos largos guantes rojos que cubrirían por completo mi brazo robótico. Debo aceptarlo, lo penso correctamente. Los retire de la caja con ingenuidad sin saber lo que estaba a punto de observar. En tan solo un segundo, los deje caer al suelo. Senti mis lagrimas correr por mi mejilla. En lo mas profundo de la caja estaba aquel collar. La cruz con alas de plata que me había obsequiado mi padre, y que posteriormente le regale a Harry en señal de mi promesa a él. Con mis manos temblorosas lo tome y lo observe con tristeza.

- Juro que saldremos de esta. -susurre

Limpie mis lágrimas con brusquedad. No podía mostrarme débil, no frente a él. Me observe al espejo nuevamente con cierta mirada de determinación. Tome los guantes del suelo y los incorporé en mis brazos. Observe el colgante por última vez antes de colocarlo en mi cuello. Respire profundo. Camine hasta la puerta y rápidamente toque. Al instante esta se abrió estando el mismo hombre de hace unos momento esperando para escoltarme.

- Venga por aquí señorita Grey, el Dr. Van Gal esta emocionado de poder verla.

No respondí. Caminamos por largos pasillos hasta llegar a un estrecho elevador. Subió hasta el tercer piso. Contaba cada paso que daba memorizando perfectamente hasta el más mínimo rincón que observaba. Sólo escuchaba el tedioso taconeo de mis zapatos contra el suelo. Llegamos a una gran puerta metálica. El hombre a mi lado saco una tarjeta de su bolsillo y la inserto por una hendidura al costado de la puerta provocando que esta abriera inmediatamente. Era un salón. Un enorme y bien decorado salón, de grandes estatuas de mármol y cuadros a acuarelas, candelabros colgantes y telas de las más finas sedas. ¿Cómo podía haber un espacio así en tan horrible lugar?. Camine unos cuantos pasos observando cada pequeño detalle del salón hasta finalmente concentrarme fijamente en un hermoso retrato hecho a mano de marco dorado y ovalado; el más grande del salón. En el posaba una pequeña niña sonriente en un columpio de un hermoso jardín.

Proyecto Z: Skyline |Harry Styles zombie|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora