Dueles [Editado]

Diecisiete

Casualmente salí de mi apartamento para acariciar a Kouko sentada en el suelo al lado de la puerta. Cerré los ojos y escuché los grillos cantar. Afortunadamente mis vecinos no eran escandalosos y dormían temprano. Eran las 11:47pm. Escuché pasos y rápidamente me incorporé dejando a mi gatita en el suelo.

—¿Hola?

Vi como una silueta masculina hacía aparición.

—¿Quién eres?

Logré distinguir el rostro... Era el chico de la banca. Oh Dios ¿que hacía aquí? Me ignoró y siguió subiendo las escaleras para la tercera planta. ¿Acaso se va a suicidar? O sea, siempre se le veía deprimido y de pronto aparece a altas horas de la noche solo. No iba a permitir que hiciera una estupidez. De tantas veces que lo había visto ya sentía como que éramos amigos mudos. Lo seguí hasta llegar al último piso.

—¡Espera!

Se estaba acercando al balcón.

—¡No lo hagas! —seguía corriendo.

Él se volteó y me miró a los ojos. Me detuve cuando estuve lo suficientemente cerca.

—¿De que hablas?

—No lo hagas. Sé bien lo que ibas a hacer —dije jadeando.

—¿Y que piensas que iba a hacer?

—¿Qué más?

Se quedó pensando.

—Podría venir a cualquier cosa. No sabes si tengo a algún amigo que vive aquí.

—No tienes amigos que vivan aquí.

—¿Así que me has estado espiando?

—Nononono. Lo siento, otra vez me dejé llevar por mis impulsos. Creí que te ibas a suicidar, como siempre te veo triste...no sé, sólo llegué a esa conclusión.

Que vergüenza.

—¿Cómo te llamas?

—Cathie Bekham.

Se volteo.

—Pues mira Cathie, vine a ver las estrellas.

—Que raro eres.

—¿Yo soy el raro?

Nos reímos.

—Lo siento, ya me voy. De verdad, perdón por el escándalo. Hasta desperté a algunos vecinos —señalé con la cabeza las señora que había salido—. Perdón por interrumpir su sueño señora —ella asintió y volvió a su apartamento.

—No pasa nada Cathie.

—Buenas noches.

—Buenas noches. Por cierto, me llamo Allan.

—Nos vemos, Allan.

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Gracias por leer :)