Cuando uno es joven, es normal que no se dé cuenta de ciertas que cosas que en realidad, son más que obvias. Sucede que al crecer uno es más consciente, pero también más perverso y esa combinación es lo que usualmente identifica a los adultos. Oh Sehun era un niño en mente y alma cuando aseguró esa tarde, con apenas doce años, que tenía una especie de crush con Kim Jongin.
El último ni siquiera le entendió. Era más joven inclusive y más ignorante de las expresiones modernas. Aunque, al preguntarle a su amigo Kyungsoo al respecto, hizo un gesto que delató incompresión por demás. De todas formas, a Jongin no le preocupó demasiado. Le agradaba estar con Sehun, y si este decía que todo se debía al dichoso crush, pues quería que fuera así por muchísimo tiempo. El moreno poseía la peligrosa cualidad de encariñarse a velocidad luz con la gente, aun si luego se olvidaban de su nombre. Porque a Jongin no le gustaba olvidar, él prefería recordar así doliese, porque no había mejor manera que aprender que esa. En cambio, Sehun... él sí preferiría olvidar, no preocuparse por las cosas.
—¿Por qué no nos acompañas a pasear mañana, Jongin? —la voz de Junmyeon fue tan suave como de costumbre, amable y agradable.
El menor le miró algo sorprendido, con el resto posando su mirada sobre su persona. Era el mismo grupo de siempre además de quien le hablaba: Jongdae, Chanyeol y claro, Sehun.
—¿Dónde van a pasear?
—Iremos al parque desde temprano. Pescaremos si contamos con algo de suerte. Chanyeol traerá la carnada y Jongdae y yo traeremos unos emparedados. Seguro será divertido. —la forma en que los ojos negros del menor se alumbraron casi conmovió al resto. Excepto a Sehun, porque él solo afincó sus cejas cuando notó la reacción.
Estaban en la cancha pública. Cansados de haber intentado jugar fútbol y que el equipo de Minseok y Luhan —unos chicos de bachillerato—, les metiera la paliza de sus vidas al haberles ganado dieciséis a una. Y habrían sido más, solo que Chanyeol empezó a quejarse de la burla y cedieron al fin. El clima seguía siendo cálido porque todavía era verano, se notaba en el cielo azul y despejado, con nubes dispersándose y con el calor haciéndose notar, casi irritando. Jongin pensó en la propuesta de Junmyeon, el mayor del grupo y terminó por encogerse de hombros, avisando que le preguntaría a su padre y si este no le avisaba, de igual forma se escaparía.
—Eres un chico rebelde ¿eh? Me agradas por eso.
—Habla quien tiene que irse antes que todos porque si llega un minuto más tarde lo castigan.
—Ya cállate, Junmyeon. Déjame lucirme una vez. —Jongdae sonó, quejumbroso.
Faltaban apenas unas cuantas semanas para terminar el curso escolar y Sehun aún acompañaba a Seohyun a sus clases de la academia, con la niña asegurando indignada que si lo hacía, más que por ella, era porque su amiguito asistía también allí. Fue un día de esos cuando al regresar ambos hermanos a casa, se encontraron con un sujeto desconocido sentado en la mesa, la cual estaba diligentemente servida.
No se veía peligroso ni amenazador, pero de igual forma la niña de diez años corrió detrás del más alto en cuanto le vio y este, incrédulo y aparentemente tranquilo, preguntó al sujeto que quién era. Este sonrió.
—Soy un amigo de su madre. ¡Creo que llegaron tus hijos! —gritó el adulto, manteniendo su sonrisa.
No tenía que ser muy listo para saber que su madre ya había encontrado alguien con quien pasar el tiempo. Ella salió de la cocina con una jarra de jugo de naranja y los presentó ante el susodicho. Parecía muy cuidadosa, al igual que el hombre, como si estuvieran esperando dar una buena primera imagen, con una disimulada desesperación por el aceptamiento de los dos menores.
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CRUSH ✧ kaihun
FanfictionSehun estaba seguro de que solo tenía un crush con Jongin. Solo eso.