Las olas del mar se deshacían contra la pálida arena, lo que restaba de ellas, se devolvía, tomaba impulso, y volvía a deshacerse entre las mínimas partículas de tierra que tan características son de las playas. El sol era radiante, fuerte como de costumbre, pero si algo había aprendido Sehun a lo largo de los años, era que el verano tendía a hacérsele más corto que las otras estaciones. El invierno era insoportablemente largo ante su percepción, en cambio, la primavera variaba su paso, al igual que el otoño, que por más cliché que sonara lo dejaba melancólico a falta de calor.
En fin, ahora era verano. Y Sehun amaba el verano, ya que este se parecía a Jongin.
Se puso mucho bloqueador aunque no lo parecía, porque sus mejillas estaban rojas. Llevaba un short gris que apenas se detenía antes de sus rodillas y estas estaban parcialmente raspadas de tanto posarse sobre la arena. Revisaba las fotos que sacó con su celular, siendo todas junto a su novio, de distintas maneras y en distintos lugares. En ello, sintió repentinamente algo en su cabeza, y se encontró con la manos de Jongin apretando una gorra sobre él, esa gorra blanca que solía usar el moreno cuando practicaba béisbol.
—¿Puedo quedármela?
—Es tuya.
Se habían fugado un fin de semana a la playa, lejos de todo. Lejos de sus familias y amigos. Por el momento no los extrañaban y era hasta extraño. La rareza adolescente que ambos llevaban encima no había desaparecido. ¿Cuándo lo haría? Ni ellos mismos lo sabían en realidad.
—¿Entonces... vamos a terminar? —le preguntó Sehun a su novio, mirándolo, estando tirado bajo la sombra. Mientras tanto Jongin estaba sentado abrazado a sus rodillas, igual mirándolo, a su lado, también bajo la sombrilla que era de color arcoiris o colorida y ya.
"Las piernas de Sehun son realmente bonitas" se decía, "su cabello también" agregaba, "y su pecho" agregaba de nuevo. Estaba un poco perdido en sus pensamientos cuando le hicieron la pregunta, y por eso tuvieron que repetírsela para que reaccionara. La voz de Sehun fue apacible, dándole la impresión de ser una caricia inclusive.
—Si tú quieres.
—Ninguno de los dos quiere.
—Entonces tú dime —giró su rostro hacia el mar, solitario a pesar de ser temporada. Solo unas cuantas personas les acompañaban a su debida distancia, y mayor era la cantidad de tonos amarillentos que pegaban contra sus ojos—. Podemos intentarlo, tú sabes... Eso del amor a distancia.
—Dicen que amor de lejos es amor de pendejos —Jongin casi rió por el comentario.
—¿Dónde escuchaste eso? ¿En una novela?
—Sí.
—No es como si ellas fueran muy realistas —se quejó, tomando algo de arena con su puño para luego dejarlo sobre el abdomen del mayor, él le dejó hacer y elevó una de sus piernas, apoyándola arriba de otra todavía en su posición—. Tu madre ve puras novelas mexicanas y esas son peor en eso del drama. Al menos las coreanas son fantasiosas de frente.
—Pero entretienen...
—Si tú lo dices —reposó su mano en donde dejó caer la arena, pasando a acariciar la zona de arriba abajo, sutilmente, y Sehun notó cómo ese tacto tan simple le erizaba los vellos de la nuca. Suspiró, observando a Jongin, y este, como si hubiera escuchado sin que le hablaran, se inclinó lo suficiente para darle un beso.
Cuando atardecía ya estaban más vestidos, con unos suéteres gruesos encima. Hubo una especie de reunión en un club cercano y ellos se colaron subiendo el alambrado, como si fueran unos invitados más. Bailaron un rato, Sehun hizo dar vueltas a Jongin y para su sorpresa, la gente no les miró con desprecio o indignación. En sus ojos se leía curiosidad, diversión, entonces Sehun se preguntó por qué no pudo haber nacido cerca del mar.
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CRUSH ✧ kaihun
FanficSehun estaba seguro de que solo tenía un crush con Jongin. Solo eso.