Por estar formulando demasiadas preguntas en mi cabeza, comencé a marearme. Tal vez el whisky me estaba haciendo efecto o era demasiado paranoica. Quería seguir interrogando a Minhyuk sobre Wonho pero las muecas que hizo cuando le pregunte por el, me dio a entender que no quería tocar el tema.
-Me has extrañado? - pregunto de repente. La nostalgia apareció al recordar las horas que pasábamos en su campo cabalgando, alimentando los pocos animales que tenía, acompañado de conversaciones sin sentido. Teníamos que vernos a escondidas ya que mi papá prohibió sus visitas, sin siquiera darse oportunidad de conocerlo.
- Claro que si - dije con una sonrisa. Acercó su silla y me tomo de las manos.
-Todos estos meses sin verte fueron una tortura -susurró ásperamente, provocando un estremecimiento a través de mi espina dorsal.
Miré sus ojos que observaban mis labios con atención. Su mirada se intensificó cuando los humedecí. Se inclinó hacia a mí, sentí su respiración mientras percibía su perfume. Mi pulso se aceleró al darme cuenta que estaba por besarlo. Cerré los ojos, sintiendo sus labios rozar con los míos, cuando fuimos interrumpidos por el sonido de alguien aclarándose la garganta.
Luhan, por lo que mas quieras ahora no. Ella siempre intervenía en los peores momentos.
Levanté la vista y parpadeé varias veces, asegurándome de la persona que estaba frente a nosotros. Estaba viendo visiones o lo estaba imaginando. Pasaron unos segundos y confirmé que no me estaba volviendo loca, realmente era Wonho. Estaba cruzado de brazos, mirándonos con el ceño fruncido.
-Es hora de irnos -hablo de mala manera. ¿Cuál era su problema? Pudo haber elegido otro momento para interrumpir, pero obviamente estuvo esperando el momento perfecto para cagarme la noche.
-¿No puedes esperar unos minutos? -imploré, entre dientes. No quería alterarme. No aún.
-No... A menos que quieras irte caminando de regreso a casa -escupió retándome con la mirada.
-Puedo llevarla -intervino Minhyuk, poniéndose de pie.
-De ninguna manera -ataco Wonho, sacudiendo la cabeza de un lado a otro en forma de negación
-Si tienes mucha prisa, puedes irte. Minhyuk puede llevarme luego. -propuse, levantándome de mi lugar.
- Llegaste aquí conmigo, y te irás conmigo - aclaro, o mas bien ordeno, mirando de reojo a Minhyuk.
Una parte de mí, quería revelarse y hacer un escándalo diciéndole que no pensaba irme. Pero causaría una escena en medio del lugar y no queria eso.
-Está bien -asentí, soltando un suspiro.
-Te espero afuera - culmino satisfecho, despidiéndose de Minhyuk con una sonrisa triunfadora y salió del club.
-¿Estás segura de que quieres irte? -preguntó desilusionado.
-Sí, ya es algo tarde ―asintió tranquilamente y me besó en la mejilla.
-Te llamo luego -se despidió. Después de que le pedí que no era necesario acompañarme al exterior, me despedí de Luhan y salí del lugar, respirando el aire fresco de la noche.
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Durante el trayecto de regreso a casa, permanecimos en silencio. Me miraba de reojo y no sabía si estaba molesto. Aunque no sé por qué me preocupaba su estado de ánimo, no tenía importancia estresarme por algo así.
-No puedo creer que estabas a punto de besar a ese tipo -lo oí decir, con amargura.
- Y eso que. En cuyo caso es problema mio y no tuyo- respondí irritada mientras miraba por la ventanilla.
-¿Tanta confianza tienes en el que le ibas a permitir llevarte a casa? -cuestionó, ignorando mi ofensa.
-Sí -contesté de la manera más cortante que pude.
-Si te hubiera dejado con él, ya estarías en su cama haciendo quien sabe que ―me volví hacia a él, frunciendo el ceño, ¿Cómo se atrevía a insultarme de esa manera?
-No soy tan fácil como la plástica oxigenada con la que te encontrabas ―solté, sin haber procesado la interpretación que pudiera darle a mi comentario.
La suburban se detuvo detrás de la camioneta de mis padres, avisándome que habíamos llegado. Solte el cinturón en cuanto el apagó el motor para luego mirarme, arqueando una ceja.
-¿Celosa? -sonrió arrogante.
Rodé los ojos y bajé de la camioneta, dirigiéndome a la puerta. No estaba celosa, no me sentía de esa manera, había confundido lo que dije
. Mientras buscaba las llaves de la casa en mi bolso, escuché la risita de Wonho. Lo miré y suspiré, fastidiada por ver esa sonrisa, que me hacía querer golpearlo hasta dejarlo sin ninguno de esos blancos y perfectos dientes.
-¿Qué es lo que te causa tanta gracia? -pregunté, sacando la llave.
-Me disculpo de antemano -dijo un algo arrepentido. Negué con la cabeza ante su idiotez. Las disculpas se decían cuando algo malo iba a pasar, así que ¿Qué podría suceder para que necesitara su perdón? a menos que...
Al introducirnos a la casa, me percaté que la luz de la sala estaba encendida y esa no era una buena señal. Una vez ahí, mis padres y Nahomi estaban sentados en el sofá. Nos miraron, como si llevaran horas esperando nuestro regreso. Bien, esto era malo, y esperaba poder salir viva de aquí. El ambiente se volvió tenso a nuestro alrededor. Nahomi se despidió cordialmente antes de retirarse. Mi papá estaba cruzado de brazos, mirándome acusadoramente y se levantó.
-¿Dónde estabas? -su pregunta me tomó por sorpresa. El me había dado permiso de salir, Wonho me lo dijo. Solamente que hubiera...ay no. Que no sea lo que estoy pensando.
-¿A qué te refieres? -dije, después de unos segundos de silencio.
-¿Por qué saliste de la casa sin permiso? - y ahora estaba aun mas enfadado.
-Pero... yo... -en ese momento, confirmé mis sospechas. Me volví y miré a Wonho- Me habías dicho que ellos me habían dejado salir -se me quedó viendo por unos segundos, intentando buscar una respuesta. Respiró profundamente y miró a mi padre.
-Ella dijo que ustedes le habían dado permiso -me congelé al escucharlo. Abrí la boca, sin articular alguna palabra ante lo asombrada que estaba. El imbecil me estaba echando la culpa!!!!
-No es tu culpa Wonho- hablo mamá, ajustando la cinta de su bata de dormir-. Terminaremos ésta conversación en horas adecuadas ____ .
Esto no se va a volver a repetir, ____ _____ ―advirtió mi padre, antes de que ambos salieran de la sala.
De repente mi cuerpo era una masa de nervios a punto de estallar de lo molesta que me encontraba, tenía tantas palabras que decir pero seguía desconcertada. Apreté los dientes, conteniendo mi enojo. Levanté la barbilla, evitando mostrar debilidad y caminé hacia las escaleras. Antes de subir el primer escalón, me giré hacia a él, quién continuaba mirándome sin ninguna expresión.
-Estúpido traidor ―susurré con desprecio y me dirigí a mi habitación.
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Viviendo con un Idiota (Wonho Y Tu)
أدب المراهقينUna visita inesperada y un idiota bajo mi mismo techo. como terminara esta historia. Ok cabe informar q esta historia no es mía es de kendymasness una de mis escritoras preferidas y esta historia me encanta espero la disfruten