Promesas

Capítulo 7

Rafael Hernando, había oído todo tipo de comentarios hacia él, pero ninguno era bueno. Si que es verdad que en ocasiones Rajoy le halagaba, pero sabía que lo hacía para quedar bien con él.

Era consciente de que no caía bien a la gente. Lo supo el día en el que vio uno de los titulares de un periódico: 'Rafael Hernando, un matón de barrio para portavoz del PP'  Sus ideas y alguna que otra metedura de pata, en varias entrevistas o conferencias, le habían ocasionado varias enemistades y problemas. Incluso en su propio partido había gente que le ponía caras de asco cuando pasaba por su lado.

Había una persona en concreto a la que no soportaba: Pablo Casado. Ese niñato pijo que siempre había ansiado ser el portavoz del PP en el Congreso y que intentaba quitarle el puesto. No lo parece, pero no todos los políticos de un mismo partido se llevan bien. El caso de Casado y él era un buen ejemplo.

Llegó a la sede de su partido y subió las escaleras hasta el segundo piso. Se dirigió a la mesa de Casado. Había prometido a Pablo que le ayudaría a borrar las pruebas de su romance con Albert y no le quería fallar.

-Buenas tardes Rafa -saludo Casado con una falsa sonrisa- ¿y esta visita a mi despacho? ¿a qué se debe? -pregunto colocándose bien las corbata.

-Borra de tu móvil las fotos, el vídeo o lo que cojones tengas de Albert y Pablo besándose en los baños del Congreso -soltó seriamente.

-Vaya, ¿el comunista ha acudido al franquista en busca de ayuda? -pregunto levantándose de la mesa y encarándose a Hernando.

-No soy franquista -grito Hernando dando un paso adelante- no te hagas el listo Casado, te puedo borrar esa sonrisa rápidamente- añadió Hernando pasándose la mano por el pelo- ¿Como está tu mujer? ¿Te sigue gustando? ¿O prefieres a otra? -pregunto mirando como Casado empezaba a ponerse nervioso.

-¿De qué estas hablando? Claro que amo a mi mujer.

-Se que te acuestas con mi ex mujer, Casado.

-¿Y qué mas te da a ti? Ya no estás casado

-Pero tú si y sería una pena que tu mujer se enterase de que mientras ella llega cansada de trabajar y se ocupa de tus hijas, tu estas follando con otra ¿me equivoco?

-Rafael, cállate ¡CALLATE YA! -grito dando un golpe en la mesa.

-Déjame borrar las pruebas -dijo extendiendo el brazo- dame el móvil

Casado se lo dio y observó como su compañero borraba los archivos que le habrían servido para ganar una gran suma de dinero. Acto seguido Hernando se giró sobre sus talones y se fue andando por el pasillo.

-Hernando, la venganza se sirve en plato frío -grito Casado desde su despacho

-Casado, yo no soy un niño bueno, ya he roto muchos platos y no me costaría nada romper otro más -contesto sonriendo- quizá el siguiente plato que rompa lleve el nombre de tu familia -añadió queriendo asustar a su compañero, pues a pesar de lo que era capaz, jamás arruinaría un matrimonio.

Rafael Hernando, había oído todo tipo de comentarios hacia él y ahora entendía porque ninguno era bueno.

************************************
Amaneció con Albert a su lado. Habían pasado la noche anterior viendo una película hasta que cansaron y se fueron a dormir. Se levantó de la cama, fue hacia el salón y cogió su móvil.

No tenía mensajes importantes, bueno, había uno que si que lo era. Antes de abrirlo fue a la cama ha despertar a Albert.

-Albert -le susurró al oido- tengo un mensaje de Hernando y creo que te interesa