17

1.3K 116 3
                                    

      TIEMPO DESPUÉS.

      EMILY Y ELENA SE ENCONTRABAN EN  en casa de Mia y Adriano, él las había invitado a pasar una tarde junto a ellos para ver películas y divertirse un poco. Además de que él quería conocer más a Elena.

Los dos adultos se encontraban en el estudio conversando mientras Emily y Mia conversaban y jugaban en la sala. Estaban hablando de lo que querían ser en el futuro y de futuros planes que podrían hacer juntas cuando Leo aparecían en la sala donde ellas estaban.

—¡Hola Chicas! —Saludó sentándose junto a ellas mientras les sonreía. El miro a su alrededor por toda la casa con curiosidad antes de volver su mirada a ellas.

—¡Hola! —Saludan las dos niñas riendo.

—¿De qué estaban hablando?

—Solo hablábamos cosas de chicas. —Dijo Emily antes de que Mia pudiera responderle, no quería decirle que hablaban sobre su futuro para no lastimarlo.

Ellos siguieron hablando hasta que no tuvieron otro tema de conversación empezando a aburrirse.

—¡Vamos a jugar a las escondidas! —Exclamó Mia—. Mi casa es grande, lo que se hace muy difícil de encontrar a las personas, pero yo soy la mejor y poder encontrarlos a todos. —Le sacó la lengua a ambos.

—No, yo soy el mejor. —Dijo Leo sonriendo triunfante, Emily levanto una ceja.

—No, YO les voy a ganar a ustedes.

Aunque estaba segura de que Mia ganaría, ya que tienen una clara ventaja de conocer el lugar a la perfección. Y pues Leo también, por ser un fantasma se podría camuflar por la casa. Ella era la única que tenía desventaja, pero haría todo su esfuerzo por poder ganarles a ambos.

—Vale, empecemos —Indicó Mia—. ¿Quién empieza a contar? —Los tres se miraron. Mia bufó— Bien, lo haré yo.

Rápidamente ambos chicos se fueron a esconder, corriendo a diferentes partes de la casa. Emily observó una puerta cerca de la puerta principal por lo que supuso que era un armario así que se metió allí.

Escuchó pasos correr por la casa hasta que se detuvieron unos segundos. Emily estuvo a punto de salir cuando La puerta de esta fue abierta por Mia haciendo que Emily pegara un salto.

—¡Te encontré! —Mia corrió hacia la pared para tocar y así Emily no quedara libre.

Emily trató de alcanzarla pero no pudo, ella había llegado primero.

—Listo ahora falta Leo. —Mia se fue y Emily se quedó esperando. Luego de unos segundo Leo apareció y tocó la pared.

—¡Libre! —Gritó. El y Emily chocaron las manos mientras Mia llegaba junto a ellos.

—Demonios —Los tres rieron—. ¡Emily te toca! —Ella comenzó a contar hasta que llegó al número 10.

—Listos o no allá voy.

Emily corrió por la casa en busca de alguno de los chicos. Entró a la cocina y comenzó a inspeccionarla hasta que fue detrás de la isla de la cocina sin darse cuenta de que Leo estaba en el suelo boca arriba tropezándose con el y cayendo encima de él.

—Auch. —Dijeron ambos al unísono.

Ambos chicos se miraron a los ojos fijamente por unos segundos, Emily tenía que admitir que, a pesar de ser un fantasma, era muy lindo.

Ella y Mia habían hablado de eso, a lo que Mia afirmo el que le gustaba Leo. Algo que no estaba en los planes de Emily.

Tenían los mismos gustos y eran muy amigos, era un secreto que tenía guardado desde hace mucho. Pero ella pensaba que era un fantasma y no podría gustarle. Era sólo una atracción de niños que pronto acabaría.

—Ay Dios...lo siento...no te vi. —Se disculpó Emily sonrojada extendiendo su mano a Leo ayudando a levantarlo.

Luego se acordó del juego y corrió rápidamente hacia la pared tocándola.

—Leo no está libre. —Gritó Emily y empezó a correr de nuevo para a Mia.

Entró a varias habitaciones baños, cocina, cuarto de estudio todo.

—Libre. —Emily se devolvió al lugar de inicio en donde estaban nos dos chicos, Mia celebraba en su lugar.

—Bueno ahora va Leo. —Dijo Emily, Leo comenzó a contar y las dos niñas fueron a esconderse.

Emily miro una puerta al final del pasillo y rápidamente se metió en ella, se dio la vuelta y observó la habitación con sorpresa.

Era grande y parecía no haberse usado en algún tiempo por la cantidad de polvo que en ella se encontraba. Había varias cosas cubiertas con sábanas, muebles quizás.

Emily vio un cajón grande a un rincón de esta y el cual era el único que no estaba cubierto. Se preguntó si podría abrirlo. No creía que hubiera algo malo en el pero no era de Su propiedad.

Se acercó al pequeño cajón observándolo, sólo le echaría una miradita rápida.

Lo abrió lentamente temiendo encontrarse con arañas u hormigas, sin embargo al terminar de abrirlo no vio nada de eso aliviándola.

En él había ropa de niño, la revisó un hasta que se encontró un cuadro al fondo de este.

Lo sacó con cuidado de no romper el cristal y se sorprendió al ver la fotografía.

Rápidamente y con muchos nervios, guardó el cuadro en el cajón junto con la ropa y salió de la habitación. No le importaba ser encontrada porque en su mente sólo veía una y otra vez la fotografía.

La fotografía de Leonardo.

¿Qué hacia una foto de Leo allí? ¿Porque en esta casa? Esas preguntas rodaban por la cabeza de Emily, quien fue al lugar donde estaban sus dos amigos esperando algo preocupados.

—Emily aquí estas ¿Dónde estabas? —Preguntó Mia.

—En uno de los closet del baño. —Mintió.

No le diría que se había metido en un cuarto y había encontrado ese cajón, no por ahora. No hasta aclarar lo que pasaba.

—Emily, ya nos vamos. Es tarde ya.

Ambas se despidieron de Adriano y Mia y regresaron a Casa. Emily hablaría con Leo mañana, le contaría todo y conseguiría la información que necesitaba para aclararlo todo.

 Emily hablaría con Leo mañana, le contaría todo y conseguiría la información que necesitaba para aclararlo todo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
EMILY • COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora