-Niños! 7:30 p.m. a misa para alcanzar lugar! -Grito mi abuelita desde la cocina-
Es navidad no solemos hacer gran fiesta, esas costumbres se dejaron hace tiempo. Ahora más, nosotros somos jóvenes, mi papá de edad media, mi abuelita así como también mi madrina han envejecido, perdiendo así la energía y el entusiasmo.
-¿Es necesario? -Murmuró mi hermano-
-No manches, tú sólo vas dos veces al año.
-Pues si, pero...
Regresé a mi habitación, para buscar los jeans ajustados que mi madre compró como regalo.
Iremos a misa de 8:00 p.m. -Sonreí- Veré al señor cura Eduardo.
Él, debo decirlo, es muy sexy... si pudiera... ambos pecariamos. Sus manos en mi cintura, besándonos desesperadamente mientras caminamos al cuarto donde duerme.-Con permiso.
-Adelante madrina.
-¿Botas nuevas?
-Si, las compró mi mamá.
Ellas se retiró, me quedé viendo en el espejo mi reflejo.
En estas fechas al terminar la misa solemne ambos padres se quedan para desear felices fiestas a las personas. Y... es mi oportunidad de abrazarlo♥.Pasaron las horas, estabamos en la 5 o 6 banca que da frente al altar. Comenzó la misa.
El señor cura... en el poco tiempo que lleva en la parroquia honestamente no me había fijado en él, pero hoy me enloquece verlo.Mi mirada esta pérdida en su persona, mi cabeza con una leve inclinación hacia el lado derecho, sonrío y desvío la mirada para que no se de cuenta que le estoy observando.
Creó no le daré abrazo de navidad, ¿Qué tal si ya se dio cuenta? No que vergüenza! -Pensaba para mi-
-No rezaste la oración que te di?
-Em... no. Lo olvidé. -Dije-
Terminaron de dar la comunión.
-Holi... -Dijo mi hermano cuando se sentó a mi costado-
-Hola.
~Hermanos, por parte del padre Juan y un servidor les deseamos una feliz navidad. Dios nos bendiga. Podemos irnos en paz. -Promulgó el padre Eduardo-
-Vamos a desearles feliz navidad.
-Claro. -Respondí con nerviosismo-
¿Cómo demonios voy a decir y abrazarlo después del rato que lo acose con la mirada? -Cuestionaba en mi cabeza-
No mejor no, esperaré hasta la fiesta de año nuevo.Seguí caminando tenía muchas ganas de un abrazo del padre... pero mejor no. Toda la misa lo estuve observando, y pues, no soy discreta.
Llegamos a casa, y era su hermoso rostro lo qur torturaba a mi cabeza... esos ojos oscuros profundos e intimidantes, esa sonrisa pícara, esos gestos lindos y tiernos... Agh! Olvídalo!!! -Revolución en mis pensamientos-
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Sin Pecado Concebido, Padre...
RomanceElla se ganó el infierno desde la primera vez que él llegó a la iglesia. Cayó en un enredo de pasión, deseo, amor y atracción física por el Señor Cura Eduardo. Él, siempre fiel a sus votos sacerdotales, en sus años de servicio no había caído en la...