CAPÍTULO 3

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Hoy era el primer día en el taller de teatro. Primero quería probar ir allí, y luego por algo más especializado por el cual pueda obtener un título. El taller estaba situado en la zona céntrica de Rosario, entonces tenía que tomarme un colectivo y en 20 minutos estaba allí.
Llegue 5 minutos antes, lo que me permitió ver a mis futuros compañeros antes de ingresar. Me encontré con Ayelen Escalso. La conocía antes de que me diga su nombre gracias a los videos de Rama, porque ella aparecía en algunos. Eran grandes amigos y al igual que Rama, fingí no conocerla. Era buena idea o al menos eso esperaba.
Ella resultó ser igual de simpática que en los videos. Tenia el pelo corto y con algunas ondas, de color castaño medio claro, los ojos marrones, la piel del mismo color que la mia y era un poco mas baja que yo, solo por un centímetro. Cuando nos presentamos, presentí que nos ibamos a llevar bien.

- Recién empezas no?- me preguntó.

- Si, mi primer día. Me mudé hace unos días acá y me anoté al taller.

- Aah que bueno! Espero que te guste esta ciudad y obvio que el taller también.- dijo sonriendo.

- Seguro que me va a gustar- le devolví la sonrisa.

Llegaron otros chicos más, los cuales 3 se acercaron a nosotras para socializar. Uno de ellos se llama Javier, la chica que venía junto a él Giuliana, y el otro chico se llama Lucas. Los tres parecían ser buenas personas y nos hablaban con tal confianza como si no fuese la primera vez que nos veíamos. También les conté que me mudé hace poco y ya planearon que nos juntemos algún día. Todos me cayeron muy bien. Ya era la hora de entrar. Seguimos a la profesora al interior del lugar. Al principio pasabas por un pasillo que te conducía a la habitación donde nos quedaríamos durante la clase, dos por semana. Era muy espaciosa, con las paredes blancas pero no tanto, era más bien un color crema. Había algunas sillas negras, un escritorio con una pequeña alfombra delante del mismo, algunos adornos y unos cuadros.

- Buenas tardes a todos, mi nombre es Claudia y voy a darles clases de Teatro como bien sabrán.-nos dijo amablemente.- Les pido por favor que armen una ronda así nos presentamos.

Todos obedecimos. En ese momento pude ver los rostros de todos y contarlos. Eramos 15 alumnos. Parecia que la misma cantidad de hombres y de mujeres.

- Primero, antes de comenzar, vamos a decir bien fuerte nuestros nombres uno por uno así nos vamos conociendo de a poco.

La profesora se unió a la ronda y comenzó ella a decir su nombre. Después continuó el de la derecha y así sucesivamente. Solo pasaron 3 personas cuando de repente llegó alguien. Volteé a verlo y me quedé impactada. Era Ramiro.

- Hola Claudia, perdón por llegar tarde.- dijo acercándose a la profesora. Al parecer él ya venía de hace rato.

- Hola Rama, unite a la ronda que nos estamos presentando.- le dijo y éste le hizo caso.

Seguían diciendo sus nombres. Me tocó a mi. Al instante desvíe la mirada hacia donde estaba Rama. Él estaba mirándome con una sonrisa dibujada en el rostro. Mis mejillas estaban ardiendo. No podía creer que él estuviese ahí de ahora en más. Continuaron diciendo sus nombres hasta que le tocó a él, que era el último.

- Muy bien. No creo que se acuerden de todos los nombres pero a medida que avancemos con las clases, se los van a aprender.- dijo Claudia.- Ahora lo que vamos a hacer es relajar todo el cuerpo, empezando de abajo hacia arriba.

Lo primero que hicimos fue elevar un poco la pierna y hacer círculos con el pie. De un lado a otro, intercambiando de pierna. Después elevábamos la rodilla y la llevábamos hacia atras. Así con ambas piernas. Seguía la cadera. Círculo hacia la derecha, hacia la izquierda, adelante, atrás. Los brazos, las manos, los dedos, los hombros y por último la cabeza. Una vez que hayamos movido cada parte del cuerpo, comenzamos a desplazarnos por el espacio. En ese momento la profesora nos iba indicando las diferentes velocidades. Del 1 al 3 era en cámara lenta; el 4 era caminar normal. Cuando aumentaba el número, más rapido caminabamos. El 7 era caminar con la excusa de querer ir al baño. El 8 era ir a trote y el 9 corriendo. Lo que dijo era fácil de recordar. No siempre teníamos que ir en la misma dirección. A veces nos chocábamos con alguno y lanzábamos una pequeña risita en modo de disculpa. Al final de todo gritó "cuerpo a tierra" y todos caímos desplomados en el piso. Nos reímos en cuestión de segundos y nos pusimos de pie.
Finalizado ese ejercicio, nos dijo que hagamos ciertas acciones. Por ejemplo: empujar, latir, vibrar, saltar. Para algunos era una pérdida de tiempo, pero para la mayoría era entretenido. Era cuestión de concentrarse y tener control de su cuerpo.
Cuando terminamos, dijo que nos pongamos con algún compañero. Miré a mi alrededor rápidamente, y sentí que alguien me tomaba por el hombro. Lo miré. Era Rama.

ANIMARTE~Rama SalemmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora