Cuando vean (#) pongan el video.
Desperté antes que todos. Eran casi las 8 de la mañana. Tenía la costumbre de levantarme temprano, pero en esta casa no tenía nada que hacer. Me senté en la cama y empecé a mirar lo que había a mi alrededor.
Un ropero, un mueble con una televisión encima, una guitarra guardada en su funda, un teclado desconectado y una computadora sobre un pequeño escritorio. Me sorprendió no ver ninguna cámara o trípode cerca, así como también me sorprendió que ni ellos ni los padres mencionasen el tema de YouTube. En algún momento lo harían, creo yo, y ya estaría libre de culpa. Podría decir que empecé a ver sus videos, que hacía un buen trabajo y darle apoyo para que continúe haciéndolos. Mientras tanto debería cerrar la boca tratando de no arruinar todo.
Me levanté y me acerqué al teclado. Toqué algunas teclas tratando de recordar una canción. Era difícil sin escuchar ningún sonido pero igualmente lo hacía. Aprendí el nombre de las teclas y cómo armar acordes gracias a un profesor de música que había tenido en la secundaria. Intenté aprender a tocar la guitarra pero solo me salieron pocos acordes, los básicos, los más sencillos. Dejé ese instrumento de lado al comprender que me costaba mucho hacer una "cejilla", que para los que no lo sepan es cubrir con el dedo índice una columna, y con los otros dedos formar un acorde. Se me hacía difícil por el simple hecho que no lograba presionar el dedo con fuerza, por lo tanto el sonido era diferente al que hacía el profesor al enseñarme algun acorde con cejilla.
Decidí seguir aprendiendo más sobre el teclado. El profesor me mostraba algunos ejercicios para lograr más flexibilidad a la hora de cambiar drásticamente de nota, para agilizar los dedos e ir con más rapidez. Practicaba esos ejercicios con el teclado desconectado.
Al rato abrí la puerta de la habitación y me dirigí a la sala, donde estaba Ramiro acostado en el sillon. Me acerqué un poco a él. Verlo dormir era lo más tierno que había en el mundo. Si despierto era hermoso, dormido lo era aún mas. Tenía el pelo revuelto, las manos en flexión puestas debajo de la mejilla izquierda. Contuve la risa al pensar que se parecía a una princesa y me dirigí a la cocina.
Ya había pasado media hora. Supuse que en cualquier momento, los padres se deberían levantar. Al ser adultos intuí que no dormirían tanto como los jóvenes.
Tomé la pava, la llené de agua y la puse a hervir. Abrí la alacena y tomé unas tazas, un paquete con sacos de té y un frasco con café. Algo de eso tomarían.
Agarré una tabla de madera, un cuchillo y me puse a cortar rodajas de pan. Escuché cómo Rama se movía sobre el sillón, seguramente inquieto por el sonido que emitía la pava al estar sobre el fuego. Pasados unos breves minutos, apareció en la cocina.- Buen día.- le dije sonriente.
- Buen día.- dijo acercándose y dándome un beso en la mejilla.- Y esto?
- El desayuno. Pensé que en un rato se despertarían así que quería que esté todo listo.
- No tenías que hacerlo...
- No es nada. Me desperté temprano y como no tenía nada que hacer, decidí preparar el desayuno.
Rama sonrió. Estaba sorprendido de que sea tan considerada y servicial. Se fue al baño a arreglarse un poco. Los padres también se despertaron.
- Buenas...- dijo Oscar.
- Que es todo esto?- preguntó Lila, sorprendida y alegre a la vez.
- Preparé el desayuno.- dije dando vuelta las tostadas.
Rama ya había vuelto del baño.
- Que toman? Té o café?- pregunté.
- Deja que nosotros nos preparamos, ya hiciste mucho.
- No me molesta. Me gusta ayudar.
- Me la puedo quedar?- dijo dirigiéndose a Rama.
Todos nos reímos.
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ANIMARTE~Rama Salemme
FanfictionUna chica de 18 años llamada ____ Anderson, extrovertida, carismática, vive en los suburbios de Buenos Aires junto con su padre. Para probarse a sí misma y lograr ser independiente, decide mudarse sola a Rosario y seguir sus sueños. Ingresa en una e...