CAPÍTULO 11

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Nos besamos. No podía creerlo. Me sentía en las nubes, sentía que volaba sobre nuestras cabezas y admiraba esa escena tan inolvidable. Nos separamos al cabo de unos minutos y quedamos mirándonos a los ojos.

- Y ahora que vamos a hacer?- pregunté.

- Con qué?- dijo Rama.

- Nosotros. Esto significa algo para vos?

Él sonrió.- Claro que sí, significa mucho.

- Entonces...- dije esperando a que continuara hablando.

Él se puso de rodillas. Lo miré sorprendida y lancé una carcajada.

- Señorita ____ Anderson.- dijo acariciando mi mano.- Me haría el gran honor de convertirse en mi novia?- lo dijo de una forma tan especial que me daban ganas de llorar y reír al mismo tiempo.

- Acepto.- dije entre risas.

Se puso de pié y me alzó, tomandome de la cintura y dimos algunas vueltas en esa posición. Después me bajó y nos abrazamos.

- Gracias.- me dijo al oido.

- Pero no crees que esto es muy apresurado?

- Para nada. Quiero que estés conmigo y con nadie más.- dijo rozando su nariz con la mia. No podía ser más tierno.

- Y que le vamos a decir a tus padres?

- Eso no es problema. Les caes demasiado bien, no creo que les moleste.

- Aún mientras estamos conviviendo en la misma casa?

- Exacto. Quizás no nos permitan estar en la misma habitación pero eso es cuestión de tiempo.

- Tenés razón...- dije y empezamos a caminar en dirección a la casa de Rama.

Íbamos tomados de las manos. Todo era perfecto. Era como un sueño del que jamás quisiera despertar.
Faltaban dos cuadras para llegar a la casa y me detuve.

- Que pasa?- preguntó.

- Les vamos a decir ahora?

- Si querés les decimos mañana.

- Y por qué no la próxima semana? No hay apuro. No quiero que piensen que me invitaste a tu casa porque querías algo conmigo.

- Como quieras.- dijo sonriendo.

A partir de ese momento nos soltamos. Llegamos a la casa y nos abrió Lila.

- Como la pasaron?- preguntó contenta.

- Bien, fuimos al departamento y después a la plaza a comer helado.

- Que bueno! Y Franco?

- Dijo que tenía que hacer unas cosas.- respondió Rama.

- Bueno. Yo voy a comprar algunas cosas para la cena.

Ambos asentimos y Lila se fue.
Fuimos a la habitación de Rama y nos sentamos en la cama. Me quedé mirando al piso, concentrada en mis pensamientos. Todo parecía marchar muy rápido y no entendía el por qué.

- Pasa algo?- me preguntó Rama haciendo que vuelva a la realidad.

- Por qué a mi?

- Porque sos alguien muy especial y captaste mi atención desde el principio.

- Pero no soy nadie. No tengo nada en especial ni nada que me destaque del resto.

- Yo tampoco. Y que tiene de malo eso? No hace falta que seas alguien importante o reconocido para que me junte con vos. Yo no soy nadie excepcional.

ANIMARTE~Rama SalemmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora