Capítulo 11: Proverbios 20.3

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 « Evitar la pelea es una señal de honor;

solo los necios insisten en pelear.»  

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I hit back when the pen hurts me. I'm still a quiet boy in a Fenchurch tee. I'm still the same as a year ago, but more people hear me though, according to the MySpace and YouTube videos. I'm always doing shows, and if I'm not, I'm in the studio. Truly broke, never growing up, call me 'Rufio'. Melody music maker, reading all the papers. They say I'm up and coming like I'm fucking in an elevator.

Harry se ha desplomado sobre el escritorio en la oficina de Robin, pidiendo prestada su computadora para hablar por Skype con Ed, y como ocurre a menudo, trabajo se ha convertido en ayuda con composición. Raro, ya que en realidad se supone que es el trabajo de Harry también por hoy. Sin embargo, nunca ha sido de rechazar ayudar a Ed, nunca lo hará, porque Ed es brillante. Es como ver a un artista trabajar desde lienzo hasta la pintura completa, pero aún mejor porque en realidad llega a ayudar a hacer el producto final. Si Ed piensa por un segundo que no pondrá a Harry en su 'gracias' en el interior de su primer álbum, está equivocado.

Ed continúa y termina con la última repetición del coro, sigue tocando esta nueva melodía en la que supuestamente está poniendo los toques finales, y Harry puede ver cuánto esfuerzo realmente pone en esto. Después de unas notas dignas de los libros de historia y un final definitivo de deslizamiento de sus dedos por el cuello de la guitarra, Harry cae de nuevo en su silla y se queja.

— ¿Cómo diablos haces eso?

— ¿Hacer qué?

—Eso. Todo. —Harry agita su mano hacia la cámara y hace pucheros—. Me siento tan malditamente inepto cada vez que haces algo con una guitarra.

—Y esa es la versión abreviada. —Ed sonríe en esa manera suave y encantadora en la que siempre lo hace, el borde de su labio entre sus dientes—. Entonces, supongo que te ha gustado.

—Cállate para siempre. Si no has firmado para finales del año que viene, llámame incrédulo.

—Eres demasiado amable conmigo, Styles. —Ed le resta importancia a través de la pantalla—. Suena muy diferente con el nuevo y mejor ritmo con el que he estado jugando, pero ¿algo que cambiarías? Quiero tocarlo en un pub la próxima semana una vez que sea perfecto.

—Ya es perfecto. —Insiste Harry—. Si cambias una cosa en esa canción, iré a Londres en un tren de medianoche y te patearé el culo. Es una obra de arte.

—Dices eso sobre toda mi mierda, sin embargo.

—No es culpa mía que hagas obras maestras tan rápido como la máquina que eres.

—Detente. Estás haciendo que me sonroje. —Dice Ed, y fiel a su palabra, Harry puede ver el tenue color rosa florecer por sus mejillas, incluso con la cámara de calidad de mierda que Ed está tomando prestada de su amigo por la hora, mientras él se queda a dormir en su sofá. Aparentemente ha estado allí por unos días, será por unos cuantos más—. Muy bien, pero hora de hablar en serio. Me llamaste e interrumpí. ¿Qué pasa? —El amigo de Harry le da una mirada de simpatía—. He oído que ha sido una semana difícil.

Está bien, así que se están poniendo serios ahora. Harry mete los dedos debajo de las cuatro pulseras de Louis que ha decidido usar hoy y se inclina hacia el ordenador otra vez. —Por decir lo menos.

Combinado con Louis casi siendo apuñalado en el ensayo del miércoles y el dolor de cabeza constante de Harry, ésta ha sido fácilmente una de las peores semanas que Harry ha tenido alguna vez (que es realmente decir algo, siendo él). Como todos los demás trozos de noticias medianamente interesantes, el informe de su relación con Louis estaba en todas las aulas de cada edificio al final del segundo bloque el jueves por la mañana. Harry escucha susurros acerca de ellos y recibe duras miradas en clase y en los pasillos, incluso si todos piensan que están siendo sutiles sobre ello, e incluso sus maestros saben. Química había sido una pesadilla con los dos sentados juntos, el instructor en la parte delantera dando miradas de reproche en su dirección entre cada otra oración. El jueves había sido lo más incómodo que Harry se haya sentido en toda su vida, como si toda la superficie de su piel estuviera arrastrándose por 6 horas seguidas, pero él y Louis habían hecho todo lo posible por mantener la cabeza en alto.

allies in heaven, comrades in hellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora