Abrazarme.

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Como hace escandalo Camila, Edith está tratando de calmar a Camila.

llame a mi hermano para que dejara más ropa para la niña hoy, y ha traído tanta que me ha dado ropa para toda la semana, parece que esta criatura tan bonita se queda conmigo toda la semana, Norbert fue por ropa de la niña hace veinte minutos, no tarda en regresar.

- Sarahí – se detiene Camila ante mi después de tanto correr alrededor de las cosas, Edith se ve relajada, se sienta con sus pequeños pies colgando del sofá, ¿Cómo es posible que este estresada y sea tan pequeña?

- ¿Qué pasa amor? – me agacho para estar a su altura.

Camila estira los brazos a mí.

- Abrázame – sus ojos se hacen pequeños al sonreír, la abrazo y la levanto.

Es muy ligera.

Ella me abraza de regreso, solo me deja a mi abrazarla, mi hermano no tiempo para ella así que no la abraza, por eso ocasionalmente me pide que haga esto.

Edith nos mira con curiosidad desde lejos, cuando se da cuenta que la miro quita su mirada.

Doy una vuelta con Camila, ella ríe, le hago trompetillas en el cuello y su risita es más que divertida.

Miro de nuevo y Edith nos mira

Suelto a Camila que se va brincando feliz, para jugar con unos peluches que tiene, son cinco, los deja en mi casa para cuando viene poder jugar con algo.

Me siento al lado de Edith, trato de no mirarla, a veces le molesta estar conmigo, quizá esta celosa de que su papi este conmigo.

Miro a Camila, es un tornado andando.

Comienzo a sonreír.

Cuando siento la manita de Edith en mi brazo.

- ¿Puedes hacer conmigo lo que hacías con Cami? - eso es muy bueno para ser verdad, yo pienso que es una trampa, pero sin hacer caso a mis instintos de supervivencia decido responder.

- Claro- le digo con una amplia sonrisa – ven- me pongo de pie y le extendí los brazos.

Esta criatura bajo del sofá con cuidado, me agaché para sujetarla y le di un abrazo, ella me correspondió.

Se siento bien, la cargue. Es un poco más liguera que Camila.

Le comencé a hacer trompetillas en el cuello y ella rio a carcajadas.

Cuando vi que ya le dolió la barriga la deje la puse en el suelo y fue a jugar Camila.

- Que linda mi novia que juega con mi hija- me giré y vi a ese hombre rubio que me derrite.

Me tiene bien atontada.

Edith miro a su papá y siguió jugando con Camila.

Norbert está recargado en el marco de la puerta que recién cerro.

Me acerco a él.

- Creo que ya me la estoy ganando – dije en voz baja para que no me escuchara la niña.

- ...también lo creo – se sonrió.

Su sonrisa es muy bella, sin darme cuenta lo miro, observo cada parte de él.

Sus ojos grises, ese pequeño mechón de cabello que rosa su rostro, esas lindas pecas y su nariz recta y ese afán que tiene por mover la nariz cuando esta aburrido.

Es hermoso.

Cuando se da cuenta que lo miro quito la vista de él.

Se sonrió tomo mi barbilla y me beso con mucha dulzura, tanta que me erizo la piel.

- Asco – gritaron Camila y Edith a coro.

Norbert se sonrió y me beso de nuevo, las niñas pusieron sus manos sobre sus ojos.

Que par.

Cuando vi que Norbert llevaba una maleta grande y una pequeña.

- ¿Por qué tanta ropa? – le pregunto mientras le ayudo con la maleta pequeña para ponerla en la habitación.

- Nos quedaremos los dos – se sonríe con picardía – y quiero dejar ropa de Edith y mía aquí para no tener que ir a mi casa cada vez que me quiero quedar a dormir aquí- entre primero yo a la habitación.

Fue entonces cuando me di cuenta.

- Deja de verme el trasero- deje la maleta en la cama- no va a pasar nada de lo que tenías planeado hoy- trato de ser seria, pero con él no se puede.

Hizo una expresión de tristeza exagerado.

Cuando terminamos de acomodar la ropa en mi armario, decidimos cenar.

Fue una buena cena, reímos mucho, entre Norbert y Camila era difícil no hacerlo.

Hacia tanto tiempo no se sentía esta calidez en mi casa.

El pijama de Camila es un pantalón blanco y una blusa rosa con muchos unicornios y sus pantuflas son dos unicornios, es la dulzura andando, cuando vi el pijama de Edith me quedé seria, pantalonera gris, blusa azul marino y unas pantuflas azules también.

Una niña pequeña tiene ropa más seria que yo.

Norbert y yo dormimos en la sala, en realidad yo en el sofá y en el piso, pero mientras trataba de dormir me pase con él y seguía despierto.

- Necesitas un sofá cama- toco su espalda.

Sonreí en la obscuridad.

- ¿tú le compras la ropa a Edith? - para que también me escoja la mía.

- La escoge mi tía- eso lo explica todo

Después de platicar cosas inútiles dormimos.

Cuando estaba más profundamente dormida sonó la alarma de mi celular, tengo que levantar a Camila a la escuela, desperté a Norbert y a las niñas, mi caballero hizo el desayuno y yo termine de arreglar a las niñas.

El uniforme de Edith es bien elegante, como ella está en escuela privada y Camila en una pública.

- Ya está listo -dijo Norbert.

Él también se ducho, parece que yo soy la única que no lo hizo, me da pena verme en el espejo.

Después de terminar de desayunar todos nos hicimos lio tratando de cepillarnos los dientes.

Bajamos las escaleras, cada quien tomo su camino, claro que no antes de despedimos.

Que lio...

Me podría acostumbrar a esto.

Chrysina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora