El Chocoapocalipsis versión nosotras

Capítulo 5: El Amor en los Tiempos del Chocolate

           

Matt correspondió el beso del rubio gustoso, sus manos fueron desde debajo de los brazos hasta su cintura, apegando ambos cuerpos con fuerza.

-Mello -Suspiró separándose para volver a besarlo, emocionado- jajaja.

Matt soltó el paraguas y alzó a Mello, dando un par de vueltas para luego caer al pasto y rodar sobre el chocolate que había formado pequeños charcos. A carcajadas miró a Mello a los ojos y se perdió un momento en él.

-Que no te caiga en los ojos... -Habló suave y le señaló sus googles- ¿Querés usarlos?

-No, dejatelos. A mí no me quedan tan bien. -Respondió con una media sonrisa. Estaba ensuciándose, pero no le importaba. Se quitó un guante y pasó el dedo por su propio brazo (que estaba cubierto con chocolate), y se lo llevó a la boca para probarlo. -Está delicioso. -Enunció al mismo tiempo que se inclinaba sobre el otro para seguir besándolo. Y es que si había algo que le fascinara más que los chocolates eran los labios de Matt. Pero probar ambos, a la vez, era como estar en la cima de una montaña rusa.

Entre tanto romance ni notaron cómo toda la gente salía afuera a ver el milagro, a mirar hacia el cielo y abrir la boca. Los más pequeños saltaban en charcos y tiraban chocolate por doquier, las amas de casa sacaban sus tortas para bañarlas y las personas mayores baldes para juntar y tener para más tarde. No pasó mucho que gente del noticiero empezó a llegar al lugar para filmar y entrevistar a los vecinos.

Se vieron obligados a separarse cuando un reportero se les acercó, dispuesto a entrevistarlos.

- ¡Oh, el amor en los tiempos del chocolate! -Gritó el tipo con voz teatral. Sostenía el micrófono en una mano y un paraguas con el logo de un canal desconocido en la otra. - ¡Filmame esto, Néstor! -El camarógrafo salió de detrás de él para enfocarlos en silencio.

Mello se incorporó enseguida, y tironeó al pelirrojo para que hiciera lo mismo.

- ¿Qué quiere? - Le espetó de mala gana. -Estábamos ocupados.

-Sí, ya veo que sí, muchacho. Son solo algunas preguntas cortas. Prometo irme rápido. ¿Qué dicen?

El rubio suspiró, se inclinó para levantar el paraguas del suelo y se pasó la mano por la cara en un intento de limpiársela un poco.

-Bien, pero que sea rápido.

Que rabia tenían ahora, habían cortado su momento. Matt se había esforzado en hacer todo aquello para que ahora el tipo de la tele y el tal Néstor interrumpieran, pero, aún quedaba una esperanza; quizás después de responder a sus preguntas Mello quisiera seguir donde lo dejaron. 

-De acuerdo, ¿qué opinan del milagro? -Preguntó el periodista.

-Que es genial -Contestó sonriente el colorado, para pasar un brazo sobre los hombros de Mello (Discretamente ewe).

- ¿Creen que es chocolate semiamargo, con leche...?

-Semiamargo, definitivamente.

- ¿Cómo creen que esto nos afecte a futuro? ¿Creen que es normal? ¿Se sienten en peligro?

- No realmente... Es chocolate, nunca puede ser malo -Dijo Matt.

- ¿Cuántos kilos de chocolate han comido? ¿Guardaron para después? La gente está muy contenta y parece ser atractivo para el turismo. ¿Creen que seguirá lloviendo chocolate?

-Aaah yo creo que no... Eh... Depende -Matt miró a Mello en busca de soluciones, esto había sido solo por él, no pensó en qué haría después con su invento.