Next Door (Michael Clifford)

5

- Jaaaaane~- oí un canturreo.
- Ugh...¿mami?- pregunté.
- Noooo~
- ¿Papi?- volví a preguntar, esta vez abriendo más los ojos
- ¿Así llamas a los chicos guapos?- dijo una voz en mi oído.

Solté un grito y me levanté de golpe.
Al hacerlo, mi cabeza impactó con algo duro y tuve que sobarme la frente.
- ¡Ouch! ¡Tienes la cabeza dura!- dijo Michael, frotándose la frente igual que yo.
Miré a mi alrededor. Estaba en su sala, acostada en el sillón. A mi derecha estaba Michael, mirándome. A mis pies, la caja de pizza. La sala entera estaba hecha un desastre.

- ¿..Pero....que mier...?- pregunté mientras me frotaba los ojos.
- Te quedaste dormida mientras nos tomábamos un descanso de tocar. ¡Ni siquiera nos dejaste terminar el primer álbum!- explicó Michael.
Me empecé a levantar.
- Pero, ¿que no estábamos arriba?- pregunté.
- Pues, si, pero nuestras camas estaban hechas un desastre. Ropa y maletas sin desempacar y era preferible que te arrastráramos a este sillón a que te quedaras en la silla en donde caíste muerta.- rió.
¿"Arrastráramos"? De sólo imaginarme como había sido arrastrada por las escaleras por aquellos chicos hasta el piso de abajo hizo que me estremeciera.

- ¡Oh demonios!- recordé- Oye, fue genial y todo eso, pero tengo que volver a casa.
- ¿Tan pronto?
- ¿¡Como que tan pronto!? Ya es de mañana, mis padres se van a preocupar.- dije mientras me levantaba del sillón.
Michael se me detuvo y señaló el reloj que estaba en la pared. Eran las 4:39.

- Oh...
- Pero no te preocupes, entiendo que te sientas rara al quedarte a dormir en casa de unos extraños- dijo él mientras me ofrecía su mano para levantarme del sillón.
"Raro no, vergüenza sí" pensé.

Me acompañó hasta la puerta y nos quedamos un rato ahí. Afuera estaba algo oscuro, pero ya no tardaría en salir el sol.
- ¿Y?- preguntó.
- ¿Y qué?- pregunté
- ¿Te gustaron las canciones?
- Ah, sí. ¡Son geniales!
- ¿Cual te gustó más?
- Bueno...me gustó "Jet Black Heart", "Safety Pin", "Heartbreak girl"...
- ¿"Long Way Home"?
- ¡Sí!

Ambos reímos. La verdad es que eran realmente increíbles y amigables. Aunque, claro, algo locos...

- Bueno, mejor me voy, necesitamos dormir- dije mientras veía las ojeras que él tenía, al mismo tiempo que imaginaba las mías.
- Ah, si, claro. Adiós Jane.- se despidió mientras cerraba la puerta.
- Adiós Michael- respondí mientras caminaba a casa.
- Mike- dijo- puedes llamarme Mike.

Afortunadamente, mis padres seguían dormidos y pude ir a la cama con la tranquilidad de que no se iban a despertar en algún rato.

"Bueno, comprobado. Mis nuevos vecinos son unos locos..." Pensé antes de cerrar los ojos.