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- ¡WIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!
- ¡Nos van a sacar de la tienda!
- ¿QUE IMPORTA? ¡YUJUUUUUUU!

Veamos, ¿cómo termine pisándole los talones a cuatro chicos hiperactivos que corrían carreritas con carritos del súper por los pasillos de comida? Ah, si, lo olvidé. ¡Por culpa mía!
Si no hubiera dicho nada, estaríamos contentos en su casa comiendo una mugre pizza. Pero tenía que ir y arruinar las cosas.

- Sólo vinimos por las cosas que necesito y ya.
- Ay, aliviánate Jane- gritó Calum desde su carrito, que era empujado por Ashton.
- ¡Diviértete un poco chica!- complementó Michael mientras conducía a él y a Luke por el área de cereales.
Luke alargó el brazo y tiró la mitad de las cajas de Cheerios que estaban en los estantes.
Mientras esto pasaba, Ashton y Calum ya se habían estrellado contra un refrigerador de yoghurts de promoción.

Después de media hora vi que no iban a parar, decidí hacer algo de lo cual no me siento muy orgullosa.
Dicen que si no puedes con el enemigo, únetele.
Y eso fue lo que hice.

Fui corriendo por otro carrito vacío y lo empujé en su dirección.
- ¡Cuidado!- grité para advertirles.
En un movimiento rápido, solté el carrito, me subí a una caja cerrada de fruta y me subí de un salto.
- ¡WUUUUUUUUUU!- grité.

Qué Hawai y sus olas, ¡estaba surfeando en un carrito del súper! Mis padres nunca me lo hubieran permitido y nunca hubieran creído que haría una cosa así. Pero, al carajo, ¡me estaba divirtiendo!
- ¡Eso es todo Jane!- gritaron los chicos.

Todo iba bien y saboreaba mi momento de locura. Oigan, ¿vieron aquella pared blanca? Porque yo no la vi.

En unos segundos yo patinaba sobre el frío suelo del supermercado.
Los chicos no podían contener la risa cuando llegaron hasta mí.
- ¿Es...JAJAJAJAJAJA...estás bien?- preguntó Mike.
- ¡ESO FUE UNA LOCURA!- exclamé entusiasmada.
Cuando me ayudaron a levantarme, sentí un dolor en mi tobillo. Y... Bueno, también en todo el cuerpo.
Ante esto, me salió un quejido.
- ¿Que pasa?- preguntó Mike.
- Mi tobillo.- respondí riendo- creo que me lo torcí...
- Claro, si azotaste como res- rió Luke.
- ¡Wiu, wiu!- excalmó Calum, empujando otro carrito hacia nosotros, imitando el sonido de una sirena- ¡ya llegó la ambulancia!
Me ayudaron a subir al carrito y ahí termino nuestra aventura.

- ¡Ni siquiera compramos nada!- me lamenté.
- No te preocupes, podemos comprar algo en un restaurante cuando regresemos a casa.- me consoló Luke.
- ¿Y los destrozos que hicieron?
- ...Ups...

Y así, Calum, Ashton y Luke volvieron corriendo al super dejando a Mike, quien empujaba el carrito.
- ¿A donde van?- preguntó.
- A recoger el desastre de la tienda. Lleva a Jane al auto, no tardaremos.- dijo Ashton al salir corriendo.

Casi pude oír como Mike murmuraba un "Maldita sea" mientras empujaba el carrito en dirección al estacionamiento.
Al llegar a la salida, dejó el carrito con los demás y me miró.
- ¿Que no íbamos al auto?- pregunté confundida.
- Sí, pero me da flojera llevar el carrito hasta allá.
- Bueno, yo puedo caminar- dije mientras salía y volvía a pisar el suelo.

Dimos unos cuantos pasos y ahí me di cuenta de que estábamos estacionados unos metros más allá. No iba a aguantar, pero tenía que.
Michael iba detrás de mi, así que debió de notar mi cojeo que yo intentaba esconder.
- No puedes.- me dijo.
- Claro que sí.- respondí, andando más aprisa.
- Que no...
- Que sí
- No
- Sí
- Nop
- S- ¡hey!

Sin previo aviso me puso sobre su hombro, sujetando mis piernas con un brazo, dejando el otro libre.
- Suéltame Clifford.- protesté.
- Ahora por llamarme así, menos.- dijo sonriendo.
Al fin, después de una eternidad, llegamos al auto y me bajó.

- ¿Disfrutas esto?- le pregunté mientras me cruzaba de brazos y le sonreía.
- ¿Que cosa?- preguntó, imitando mis acciones.
- Mi dolor.- respondí.
- ¿Como podría?- preguntó.
Alcé una ceja.
- Bueno, fue muy divertido.- admitió.
- ¿Ves? Te aprovechas de mi, una inocente niña- le reclamé riendo.
Ante este comentario, se echó a reír.

- ¿Sabes que hubiera sido más gracioso?- preguntó
- ¿Qué?
- Que te hubieras caído de culo. O que te hubieras estrellado contra las cajas de manzanas y que hubieran salido volando.- rió.
- Ojalá te hubieras caído de cara- respondí yo.- hubiera sido una historia mucho más divertida. Entremos ya, me estoy congelando.
Intenté abrir la puerta del auto, pero no cedió.

- ¿Te cuento una historia muy triste Jane? Había una vez dos muchachos que se quedaron atascados en un estacionamiento porque Calum tenía las llaves....

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⏰ Última actualización: Jan 03, 2017 ⏰

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Next Door (Michael Clifford)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora