Sonrojo [Yoonmin]

Capitulo 4

En la cafetería

Llevaba ahí una hora esperando, juntó sus manos para exhalar en ellas y sentir un poco mas de calor que el clima no le ofrecía ¿qué no podía ser mas rápido? normalmente era el que llegaba tarde, sin embargo esta vez Jung Hoseok se había extendido demasiado.

"5 minutos mas y me voy a la mierda" pensó bastante furioso, no tenia ganas de seguir sentado en una banca con las hojas de los arboles chocando con el y es que solo estaba ahí presente porque el idiota tenia "algo muy importante de que hablar".

Miró su celular por décima vez en los 5 minutos que habían pasado y recordó que aquel muchacho castaño no lo había vuelto a ver en la escuela, normalmente ellos habían estado comunicándose entre el cambio del turno de la mañana a la tarde, o de vez en cuando, llegaba a visitarlo cuando se quedaba a tocar el piano para saltarse algunas clases, pero, no había señal del menor desde aquella vez en la enfermería. Aun no entendía a razón, ¿se habrá enojado tanto por burlarse aquella vez de su tía? Aunque nunca fue nada duro o de comportamiento grosero. ¿O si lo había sido?

  — Yoongi oye...Yoongs— su amigo agitaba realmente rápido su mano frente a la cara el rubio, que no dejaba de ver a un punto fijo, había llegado hace unos minutos, sin embargo el otro no le hacia caso cuando este lo llamaba— ¡Yoongi!

 El mayor dio un salto desde su asiento mirando  a sus lados hasta que se encontró con la mirada de su amigo y frunció el ceño enojado.

— ¡¿Qué te sucede?! Ademas de que llegas tarde, me gritas.

—Lo siento, pero necesitaba hacerlo, te había estado llamando al celular y no contestabas y luego te veo con una cara de estúpido viendo tu futuro y no pude evitar gritarte— soltó una risa burlona al recordar la foto que le tomo aun distraído, era obvio que la utilizaría para posibles amenazas contra el.  

—Ya bueno ¿qué era lo que me tenías que decir? Tu mensaje me extraño un poco.

Hoseok le regaló a su amigo una de las tantas sonrisas que guardaban algo, una situación a la cual el otro estaba seguro que acabaría mal.

—Yo no sabía que eras amigo del pequeño Jimin— alzó su mano para hacer una señal de que lo siguiera.

—Te había dicho que me llevaba con uno de los de primero— suspiró, orando que a su mejor amigo no se le ocurriera alguna locura.

—Pero nunca me dijiste su nombre idiota, no porque me cuentes que conoces a alguno significa que mágicamente ya se me ocurra quien es.

—Ya, ya, ¿y tú de donde lo conoces? — Suga todavía tenía en mente como se habían nombrado amigablemente ese día lo cual le creo algo de confusión y aunque no lo diga, un poco de molestia.

—Bueno déjame decirte que aquí sabrás— señaló con su cabeza el lugar.

Era una cafetería, el rubio no sabía a qué se debía a que lo haya traído a esta, paso rápidamente la mirada en el nombre y claramente reconoció el cartel.

—¿Para qué demonios me trajiste a una cafetería con temática de mayordomos?

—Ya te había dicho miles de veces que trabajo aquí— la decepción en su rostro no se pudo ocultar.

—Por supuesto que lo sé, pero no te visitaba por las mismas razones de que no soy un tipo que pueda venir a estos lugares solo seria...raro.

—Solo necesito hacer unas cosas, puedes sentarte y tomamos un café.

Los dos entraron al lugar, era bastante cálido, los colores daban una sensación amena al lugar y el amable trato de los meseros que traían un traje y guapos era el encanto para las muchachas de la colonia. Hoseok los llevo a una mesa y le dijo a su amigo que lo esperara.